
¿Cuál debería ser nuestra meta al hacer Fotografía callejera? ¿Qué debemos buscar? ¿Cuándo sabemos que hemos conseguido una imagen que merece la pena? Aunque no haya respuestas absolutas a esas y otras preguntas, en los siguientes párrafos voy a adentrarme en una vía que nos puede llevar a fotografías más interesantes.
¿Fotografías bellas o fotografías difíciles?
Vaya por delante que no creo que tengamos que escoger entre un tipo de fotografías de calle u otro. Podemos perseguir tanto imágenes bellas como imágenes difíciles. ¿Por qué limitarnos?
Eso sí, tengamos muy claro que unas y otras funcionan de forma completamente diferente y que, por tanto, la respuesta del lector también es distinta (hablo de lectores porque creo que una imagen no solo debe invitar a ser vista, sino también leída).
Si nos preguntasen, creo que todos sabríamos explicar en qué consiste una fotografía bella y en seguida encontraríamos sinónimos: visualmente, estética, bonita…

Las imágenes bellas resultan agradables, nos recreamos en ellas, las disfrutamos… Y a menudo las olvidamos entre la ingente cantidad de fotos que pasan ante nuestros ojos (bellas o no). Su efecto es puramente visual y probablemente por eso, aunque sean más interesantes desde el punto de vista estético que la mayoría de imágenes que consumimos a diario, no van más allá de la superficie.
A los saciados de imágenes es probable que las puestas de sol les parezcan sensibleras; se parecen ya demasiado, ay, a fotografías.
(…)[Para los fotógrafos aficionados] una fotografía bella es la de algo bello.
Susan Sontag. Sobre la fotografía.
Las fotografías difíciles (inquietantes, incómodas, duras, arduas… elige el adjetivo que prefieras) nos obligan a pensar, a interpretar, a extraer algún tipo de conclusión… Nos implican y provocan para que participemos en el proceso de entender.

Las fotografías difíciles no nos cuentan todo de forma obvia para que nos limitemos a contemplarlo. Al contrario, nos plantean preguntas para obligarnos a encontrar respuestas.
Fricción cognitiva y disonancia cognitiva
La fricción cognitiva es un término nacido en el ámbito informático de la mano de Alan Cooper que se usa para describir cuando el funcionamiento de algún sistema no es el esperado.
Alfredo Oliva, en su magnífico blog, la relaciona con el concepto psicológico de disonancia cognitiva, la tensión interna que siente una persona cuando tiene dos pensamientos que entran en conflicto o cuando su comportamiento va en contra de su sistema de valores y creencias. El creador de este término (el psicólogo Leon Festinger) plantea que ante una situación interna como esa nos sentimos motivados a generar ideas o creencias nuevas para reducir la tensión hasta que todo encaja de nuevo.
Tengo la sensación de que, cuando se trata de Fotografía callejera, una gran parte de lo que hace que las fotografías compuestas en torno a la fricción cognitiva funcionen es la satisfacción que sentimos al encontrar la “solución” al dilema visual que se nos plantea. Ese “Ahá, ahora lo entiendo!” que podemos oír en nuestra cabeza cuando al fin comprendemos qué estamos viendo.
Quiero que las personas que miran mis fotografías se sientan como cuando quieren leer un verso por segunda vez.
Robert Frank.
Ese “premio” escondido en las imágenes basadas en la fricción cognitiva las hace irresistibles. Las vemos, nos preguntamos qué está pasando, buscamos respuestas, las encontramos y entonces llega la recompensa en forma de satisfacción.
Incluso aunque no acabemos de entender lo que vemos ese tipo de fotografías nos atrapa porque, como también apunta Alfredo citando el efecto Zeigarnik, las tareas cognitivas (como entender una fotografía) no resueltas perduran más tiempo en nuestra mente.
En definitiva, recordamos más lo que hemos tenido que descifrar y lo que todavía no hemos acabado (de hacer, de comprender…).
La fricción cognitiva en Fotografía callejera
A lo largo de las últimas décadas distintos fotógrafos de calle han hablado de la construcción de imágenes poco obvias, sin mencionar el término fricción cognitiva pero acercándose mucho a su esencia desde diferentes ángulos.
Sin ir más lejos, Joel Meyerowitz explica qué tipo de imágenes perseguía en Nueva York al lado de otro mito: Garry Winogrand.
“Difícil” significaba que se trataba de una imagen sin concesiones, algo que salía de tu interior, directamente del instinto, crudo, inmediato, algo que no podía ser descrito de ninguna otra manera. Así que eran difíciles. Difíciles de apreciar, difíciles de ver, difíciles de hacer, difíciles de entender. Cuanto más difíciles más bellas resultaban.
Joel Meyerowitz.
Muchas imágenes de uno y otro ejemplifican a la perfección esta cita. No son fotografías previsibles, al principio incluso pueden resultar visualmente incómodas y desde luego no gustan a la mayoría de observadores. Pero tienen algo que atrapa… Ahora ya sabemos de qué se trata.

(Esta imagen forma parte de la entrada Mejora tu Fotografía callejera con Garry Winogrand)
Con un estilo completamente diferente pero logrando un efecto no tan distinto, el fotógrafo con alma de pintor Saul Leiter también se dedicó a hacernos mirar la calle como no solemos hacerlo…

Las imágenes de Leiter no podrían ser más distintas de las de Winogrand y Meyerowitz, así que las palabras que usaba para explicar su estilo tampoco:
Mis fotografías pretenden hacerte cosquillas en tu oreja izquierda muy levemente.
Saul Leiter.
Tony Ray-Jones (que tenía su propio decálogo para practicar street photography) también pretendía acabar con los moldes y las convenciones a golpe de cámara, de forma completamente deliberada:
Quiero que mis fotografías, como las películas de Buñuel, muerdan, que inquieten a la vez, que hagan pensar. Quiero que sean crudas, que emocionen y que además tengan humor.
Tony Ray-Jones

Cómo incorporar la fricción cognitiva a tu Fotografía callejera
Dudo de que haya una fórmula que asegure conseguir fotos de calle que funcionen como consecuencia de la fricción cognitiva, pero esta cita de la imprescindible Sontag podría darnos algunas pistas de hacia dónde tirar:
No es del todo erróneo afirmar que no existe una mala fotografía, sino solo fotografías menos interesantes, menos relevantes, menos misteriosas.
Susan Sontag.
En ella, Sontag equipara las fotos menos interesantes con fotos menos misteriosas. Dale la vuelta: misteriosas equivale a más interesantes.
Busquemos imágenes que haya que descifrar: eliminemos el contexto, juguemos a la abstracción, esperemos por el gesto o el personaje fuera de lugar, usemos los elementos y los sujetos como nadie espera que lo hagamos… Pensemos en lo que dejamos dentro del encuadre pero todavía más en lo que dejamos fuera; no descubramos respuestas si lo que queremos es plantear preguntas.
Esforcémonos un poco para que nuestros lectores se ganen la recompensa. No es sencillo, normal, ahora perseguimos imágenes difíciles.
Gracias por leerme y por compartir esta entrada entre tus contactos.
Hasta pronto.
Jota.
Hace un tiempo que he decidido hacer fotografía de calle de manera mas seria, lo que no significa que espere ganarme la vida con ello (ni está dentro de mis ideas, lo hago por convicción). He hecho fotografía de manera autodidacta durante algunos años y he probado muchos tipos, hasta que llegue a decantarme por la fotografía de calle, que viendo mi historial noté que era lo que siempre quise o apuntaba maneras naturalmente.
Últimamente me ha rondado mucho lo que llamas “fricción cognitiva”, generar imagenes mas complejas, con momentos mas decisivos, quitar la obviedad, etc. Llevo unos meses intentando llevar cámara a donde vaya, estar, observar y disparar, eso me ha llevado a un gran número de archivos, de los cuales me he puesto como misión solo elegir los a mi gusto mejores, hay veces de 3 fotos, las hay de ninguna… como decía quien más admiro en la fotografía (Sergio Larraín), en una de sus cartas a un sobrino, “En el tope nada más lo que se guarda (refiriendose a sus fotos buenas), todo lo demás se bota (“botar” expresión Chilena para referirse a tirar o desechar una cosa), porque uno carga en la psiquis todo lo que retiene…”. Creo que el ejercer el oficio es fundamental, hay que estar, disfrutar, creer en uno mismo, saber elegir, en definitiva ganar metros de experiencia que te permitan descubrir tu fotografía y el “nivel” de “fricción cognitiva” en el que estas, porque nuestra mirada con el pasar del tiempo cambia, no es automático, hay sudor en ellos.
Por otro lado el concepto de “emisor y el receptor” es un mundo aparte, seguramente nuestra mejor fotografía no gozará de la popularidad ni nos entregará los frutos (por ejemplo “likes”) de todo el tiempo y aprendizaje que hemos puesto en ella, porque como ví en una entrevista a Tino Soriano en la que decía: “La fotografía de hoy es fast food”, con lo que creo que nuestras fotos no las podrá apreciar cualquiera, porque mientras mas compleja va siendo nuestra mirada el mundo va queriendo cosas mas simples, inmediatas y repetitivas.
No hay que flaquear aunque el mundo se caiga a pedazos.
Un abrazo desde las calles de Chile
Hola Nicolás!
Me ha encantado leer tu experiencia, gracias, muchas gracias por compartirla conmigo. Además, compartimos favorito, Larraínn también está en mi altar particular (cómo no iba a estarlo!) no solo por sus fotos llenas de magia y poesía, también por sus reflexiones.
Me he pasado por tu cuenta de Instagran y me gustan mucho algunas imágenes. Te sigo.
De nuevo muchas gracias, un saludo al otro lado del mar, que a veces no es tan lejos, por lo que veo! :)
Jota.
¡Bravo Jota!, muy inspirador. Para releer, reflexionar y “refotografiar” de otra manera. Un gusto leerte.
Hola Elena! Muchísimas gracias! Estoy en pleno proceso de replantearme cómo fotografiar y os estoy contagiando (espero). Un bico y espero que hasta pronto!
Jota.
Vaya concepto rebuscado… creo que es necesario fliparse, buscar elementos que inspiren, emocionarse con lo mismo de siempre, callejear desde donde sea que te hospedas, desde tu casa, reducir todo a lo sencillo y básico. Fliparse con una nueva lente, venderla por otra, competir consigo y dejar de hacerlo, en fin adaptarse para la toma como sea, conseguirlo.
Hola Kyo. Gracias por tu comentario. Creo que estamos de acuerdo en el fondo y en tu conclusión, como mínimo. Me quedo con eso de “como sea, conseguirlo”.
Un saludo!
Jota.
¡Bravo Jota!, muy inspirador. Para releer, reflexionar y “refotografiar” de otra manera, quizá desde más adentro. Un gusto leerte.
Se ve que me ha gustado tanto que te lo he mandado 2 veces
Ya ves tú qué problema leerte, como si son cien veces, por aquí. Un bico!
Jota.
Me suena! ;)
Jota.
Me encanta esta entrada, Jota! Leerte es seguir aprendiendo…
Un abrazo!
Hola Jose! :) Aquí aprendemos todos, y me encanta que lo compartamos. Un abrazo!
Jota.
Fricción y cognición es una muy buena combinación.
Muchas gracias por compartir.
Hola Enrique! Tu comentario me hace especial ilusión, ya que tus fotos tienen bastante de ambas cosas. :)
Un abrazo y gracias a ti por leerme.
Jota.
Gracias Jota, es la primera vez que me llega este material y es inspirador, descubrí nuevos fotógrafos y sus maravillosos trabajos, ya quiero salir a realizar fotografías.
Saludos
Carlos
Hola Carlos! Muchísimas gracias por tu comentario, que me digas que lo que escribo te inspira a salir a buscar fotos es lo máximo a lo que puedo aspirar. Un saludo y vuelve cuando quieras!
Jota.
Hola Jota, si me lo permites dejo el enlace sobre un articulo que me gustó sobre la Fricción Cognitiva, que creo que puede complementar tu buen articulo escrito aquí.
https://juanjosereyes.wordpress.com/2013/01/20/the-five-levels-of-street-photography/
Un saludo.
Hola Francisco! Muchísimas gracias por tu aportación, conocía el artículo pero no encontré la forma de integrarlo. Gracias por hacerlo. :)
Un saludo!
Jota.
Hermoso artículo!!! es un placer especial encontrar gente de otros sitios muy lejanos al de uno que compartimos conceptos, búsquedas etc.. En primer lugar de mi parte desde hace un tiempo me he inclinado más a la fotografía de calle después de un proceso de decantación sobre todo interior. Sergio Larrain es para mi también un referente, al punto que este año viajé a Valparaiso para recorrer un poco sus calles en busca de esa mirada tan particular y la sorpresa de la imagen que te hace contener la respiración aparece a la vuelta de cualquier esquina tal como él lo señalaba. Mi búsqueda recorre por estos días en imágenes que lleven a pensar, que expresen algo de lo cotidiano pero que a su vez se superpongan con otras historias, por eso me estoy inclinado a imágenes de calle de reflejos transparencias o doble exposición. Saul Leiter me ha inspirado mucho y sigo incursionando en este mundo apasionante. El articulo en el que se habla de “fricción cognitiva” me ha resultado de alto valor en mi aprendizaje y estímulo a seguir en mi recorrido. Me quedo con una de las expresiones que comentaron de Robert Frank “Quiero que las personas que miran mis fotografías se sientan como cuando quieren leer un verso por segunda vez”
Gracias!!!! abrazo
Hola Laura! Gracias! Me encanta que te haya gustado tanto. :)
Cómo envidio ese paseo tuyo por Valparaíso, y qué buenos referentes manejas, creo que vas a disfrutar muchísimo y cada vez más. Un abrazo y gracias de nuevo!
Jota.
Muy buenas Jota,
Acabo de descubrir tu blog y la verdad es que me ha encantado. La verdad es que con este tipo de artículos consigues enganchar y más a un apasionado de la fotografía como ya. Acabas de ganar un lector para mucho tiempo.
Saludos desde Valencia.
Hola Enric! Cuánto me gusta leer eso! Me alegra muchísimo que te quedes por aquí, espero seguir manteniendo tu atención mucho tiempo. Por cierto, tengo muchos alumnos y amigos en Valencia donde suelo ir al menos un par de veces al año, gran tierra la tuya, cada día me gusta más.
Un saludo!
Jota.