
Hace tiempo que siento la necesidad de cambiar cómo vivo la Fotografía callejera. Te lo contaba en la entrada dedicada a no pensar tanto en el resultado, y donde te ponía el ejemplo de una de las pocas fotos que he hecho últimamente sin esperar a que todo encaje.
Súmale a esto que los libros aparecen cuando tienen que hacerlo. No me preguntes cómo lo consiguen, pero he comprobado una y otra vez que eso es así. Deja que te cuente.
De cómo el libro adecuado llega a tiempo
Hace mucho, mucho tiempo que tengo The Decisive Moment, el gran trabajo de Henri Cartier-Bresson; en ese libro el mito francés menciona un volumen que cambió su forma de entender la Fotografía. Aunque siempre guardo las referencias como esa para ampliar mi biblioteca, por algún momento ignoré la recomendación del maestro durante años. Supongo que no era el momento.
Enrique Algarra me puso de nuevo sobre la pista de aquel libro hace muy poco. Tuve el placer y la suerte de conocer a Enrique durante un evento en Valencia en el que me obsequió con su magnífico trabajo Eclipse. Unas semanas después de ese encuentro Enrique me envió una entrevista que leí y disfruté muchísimo, en ella hablaba del mismo libro que Cartier-Bresson al que había llegado sin saber que era uno de sus volúmenes de cabecera, y también decía que había tenido un impacto definitivo en su manera de fotografiar.
Al reconocer el título supe inmediatamente que tenía que hacerme con él en algún momento, pero decidí darme un tiempo para bajar el montón de libros que aún tengo pendientes. No funcionó. Ese libro se había empeñado en llegar(me) ahora y acabó consiguiéndolo…
Había comentado con Sus, que también conoce a Enrique, mi intención de leerlo, y cuando asistió como alumna al Taller de Fotografía Callejera en Benidorm me sorprendió regalándome un ejemplar (gracias otra vez por eso Sus!).
Al fin tenía Zen en el Arte del Tiro con Arco en mis manos. Por supuesto no pude resistirme a leerlo inmediatamente…
Cómo nació Zen en el Arte del Tiro con Arco
Eugen Herrigel fue un filósofo alemán que enseñó en Japón en los años 20 del siglo pasado. Durante su estancia en aquel país se propuso aumentar sus conocimientos sobre el budismo Zen, por el que siempre se había interesado, y un colega de universidad le sugirió que se aproximase a través de un arte marcial o alguna forma artística. De joven Herrigel había practicado con armas de fuego, así que la arquería le pareció lo más sencillo. Erró.
Se puso a las órdenes de Kenzo Awa, un maestro arquero que, aunque nunca se refería directamente al Zen, consideraba la arquería como una religión y planteaba su enseñanza según los principios de desprendimiento de uno mismo. Herrigel se pasó los dos primeros años disparando a un blanco situado a dos metros de distancia… Y todo el tiempo que duró su entrenamiento tratando de entender y asimilar que no debía ser él quien disparase el arco, sino que aquel “Se” disparaba al llegar el momento.
A su regreso a Alemania Eugen escribió Zen en el Arte del Tiro con Arco, relatando su experiencia como occidental y permitiendo que nos asomemos a algo que va mucho más allá de disparar una flecha: la esencia de la filosofía Zen.
Sí, un libro no fotográfico puede cambiar tu Fotografía
No puedes interiorizar los principios del budismo Zen únicamente con la lectura de un libro, y menos partiendo de una concepción tan diferente de la existencia como la occidental, que no podría estar más lejos de la nipona.
Pero al menos es posible abrir la mente a otra forma de ver las cosas, a la posibilidad de desprenderse de la racionalidad con la que a menudo lo complicamos todo. Y eso podría ser la puerta de entrada a otra forma de hacer Fotografía callejera.
Aunque hay párrafos que todavía no estoy en condiciones de comprender del todo (el libro es breve, de solo 187 páginas, y aún así acabarlo me llevó varias sesiones), otros han resonado en mi cabeza dejando pistas de por dónde seguir en mi camino hacia otra manera de fotografiar. Aquí te los dejo con algunas reflexiones propias.
El hombre es un ser pensante, pero sus grandes obras las realiza cuando no calcula ni piensa. Debemos recuperar el “candor infantil” a través de largos años de ejercitación del arte de olvidarnos de nosotros mismos. Logrado esto el hombre piensa sin pensar.
Daisetz T. Suzuki (en la introducción)
No piense en lo que debe hacer, no reflexione cómo llevarlo a cabo -exclamó-; solo si toma por sorpresa al arquero mismo, el tiro sale suavemente!
El tiro justo en el momento justo no acaece porque usted no sabe desprenderse de sí mismo. Usted no se pone en tensión esperando la consumación, sino que está a la expectativa de su fracaso.
Zen en el Arte del Tiro con Arco
De esto te hablo cuanto te digo que mi objetivo es fotografiar de una manera mucho más instintiva e intuitiva, sin estar tan pendiente de mí mismo (lo que, por cierto, es una de las cosas que mis fotos dicen de mí).
Para alcanzar la maestría en un arte no basta conocimiento técnico. Uno debe trascender la técnica de manera que el dominio se convierta en un “arte sin artificio” y emane directamente de lo inconsciente.
Zen en el Arte del Tiro con Arco
La técnica es importante, de hecho es imprescindible, pero hay que conocerla lo suficiente como para valerse de ella como una herramienta, dominarla hasta el punto de que no sea un límite sino algo que se pone al servicio del resultado sin ni siquiera tener que pensar en ello conscientemente.
Lo meramente técnico, cuanto puede aprenderse, tiene que ser practicado concienzudamente hasta el cansancio. Si todo depende de que, olvidados por completo de nosotros mismos y libres de toda intención, nos adaptemos al acontece, entonces su ejecución exterior tiene que desarrollarse con espontaneidad, prescindiendo de toda reflexión directriz y controladora.
Zen en el Arte del Tiro con Arco
Pero para eso, antes hay que practicar incansablemente los fundamentos técnicos y conocer la herramienta hasta que su manejo no consuma atención alguna.
El maestro considera como su misión primordial convertir al discípulo en un artesano que domine absolutamente el oficio. (…) las formas dominadas ya a la perfección no oprimen sino que liberan.
Zen en el Arte del Tiro con Arco
…al comenzar la enseñanza pierde su despreocupada naturalidad y, además, la confianza en sí mismo. (…) se halla en una situación peor que antes, cuando daba golpes a diestro y siniestro y al azar, mitad en broma, mitad en serio, según la inspiración del momento…
Zen en el Arte del Tiro con Arco
A través de mis cursos he tenido la suerte de acompañar a mucha gente desde su comienzo en la Fotografía y puedo reconocer perfectamente de lo que se habla aquí: cuando aprendemos la técnica y empezamos a fotografiar conscientemente nos sentimos repentinamente perdidos, ahora la herramienta y sus ajustes requieren una atención que antes no les dábamos y todo se vuelve muy complicado. Puede parecer incluso que se están dando pasos hacia atrás, es entonces cuando hay que perseverar y practicar una y otra vez para superar esa fase y salir más preparado de ella.
Llega un momento en el que, como dice el primero de estos dos párrafos, las formas dominadas liberan. Ahí empieza lo realmente divertido (y difícil, añado).
El arte genuino -exclamó entonces el maestro- no conoce fin ni intención! Cuanto más obstinadamente se empeñe usted en aprender a disparar la flecha para acertar en el blanco, tanto menos conseguirá lo primero y se alejará lo segundo. Lo que le obstruye el camino es su voluntad demasiado activa. Usted cree que lo que usted no haga no se hará.
Zen en el Arte del Tiro con Arco
He subrayado muchos más párrafos en el libro pero me gustaría cerrar la entrada con este porque la última frase es demoledora y resume a la perfección lo que estoy buscando. Quiero dejar a un lado las ideas preconcebidas y los resultados decididos de antemano, quiero que mis fotos me sorprendan mostrándome cosas que no persigo conscientemente pero que de alguna manera ya están ahí, dentro de mí.
No tengo ni idea de por dónde comenzar. Quizás es que es el momento de leer por segunda vez Zen en el Arte del Tiro con Arco.
¿Qué? ¿Te ha hecho pensar o replantearte algo en tu relación con la Fotografía callejera? ¿En qué punto está? ¿Cómo quieres seguir? Comparte conmigo tus reflexiones a través de los comentarios, me encantará saber qué piensas.
Gracias por leerme.
Hasta pronto.
Jota.
Me encantó el artículo. Estoy segura que una vez conseguida la tecnica y despues de haber practicado lo suficiente, la composicion es intuitiva si la dejas salir. Yo soy muy intuitiva. A veces salgo a fotografiar y pienso que no traigo nada para casa porque no pensé nada, solo disfruté y fotografie aquello que me llamó la atencion. Me dejo fluir con una camara en la mano. Ojalá en la vida me dejara fluir tanto, seria lo ideal, porque la vida coloca todo lo que necesitamos en el momento preciso, y ojo, tambien lo retira cuando cumplio su mision. Un beso y enhorabuena por el articulo. Comprare el lubro. No se cuando pero llegara a mi cuando tenga que hacerlo. Gracias.
Hola Luz! Qué bien que te haya gustado! Creo que eso de soltarse y vivir todo de una forma más libre es lo más difícil de todo, y en eso estamos. Ya me contarás qué te parece el libro y si te funciona.
Un bico y gracias siempre a ti, Luz.
Jota.
Pasa a mi carpeta de libros por leer. Tenía referencias del libro, pero el enfoque fotográfico me ha gustado mucho.Gracias Jota
Hola Javier! Tú que me recomendaste en su día practicar Mindfulness (y ya lo he integrado en mi vida) creo que sacarás mucho provecho de un libro así. Gracias por pasarte y comentar.
Jota.
Coincido contigo, J, en la dificultad de aplicar los principios de la filosofía Zen a cualquier actividad que emprendamos. Quizás se deba a la manera tan diferente que tenemos los “occidentales” de entender el mundo que nos rodea. Tenemos una visión helénica, donde el yo está por encima de todo y sirve de referencia a la hora de evaluar el entorno: todo está referido a nuestro propio yo y desde él medimos y juzgamos todo. Eso no ocurre en las filosofía orientales, en las que lo primero que hay que hacer es desprenderse de ese yo que nos limita y atenaza. Y una recomendación que ayuda a comprender el resultado de aplicar el budismo Zen a lo cotidiano: “Elogio de lo Insípido” de Francois Jullien y ¡cuidado!, prepárate para adquirir un nuevo significado de lo insípido. ¿Como sería esa fotografía …. insípida?
SL2.
Hola Franvier. :) Sí, desprenderse de sí mismo debe ser el comienzo, a ver por dónde empiezo, porque como dices, lo tenemos muy interiorizado, pero estoy seguro de que valdrá la pena. Y gracias, además de por tu comentario, por esa recomendación, va directa a la lista de próximas lecturas!
Saludos y gracias!
Jota.
Me ha gustado mucho el articulo. Yo no soy ninguna experta en fotografía de hecho era una cosa aplazada en el tiempo, y como digo yo todo llega cuando tiene que llegar, tanto lo bueno como lo malo. Yo fotografío lo que me gusta me llama la atención donde mis ojos me llevan. Y si, porqué no? algún día puede que llegue a mis manos ese libro y abra un abanico de ideas y diferentes puntos de vista.
Hola Concha. :)
Antes de nada, muchas gracias por tomarte unos minutos y contarnos tu experiencia. Todos vivimos la Fotografía de manera distinta, y todos evolucionamos, es parte de su magia.
Un saludo y gracias de nuevo!
Jota.
Hola. Por acá un ser excesivamente racional. Me quedé helado al recordar que hay tres fotos, una la hice ayer, que no sé cómo las tomé. Justamente con la de ayer, mientras revisaba la serie, empecé por sorprenderme de que era muy cercana a las personas y al perro protagonista, con quienes me crucé en la calle y no tengo idea quiénes son. Y también me preguntaba ¿Yo hice todos esos cambios de encuadre? Yo no soy así. En esas tres fotos no fui racional. Creo me está ayudando haber pasado de totalmente manual a prioridad a la apertura y salir a la calle sin ruta ni ideas. Saludos y nos vemos en
Instagram.
Hola Rafael! Me encanta ser testigo de esa transición, a mí todavía me está costando pero creo que nos vamos a divertir mucho con ella. Graicas por tu experiencia, un saludo y nos vemos!
Jota.
Gracias por este post, Jota.
Me ha hecho clic en el momento justo.
Un abrazo,
Gemma
Hola Gemma! No sabes cuánto me gusta leer eso. :) Me alegro! Espero que tú y los tuyos estéis bien!
Un abrazo.
Jota.
Saludos Jota. Buen articulo acerca del Zen y la fotografia. Yo he practicado artes marciales toda la vida y soy cinturon negro de la Federacion de Judo. He leido y releido acerca del Zen de españoles, Santos Nalda (Cinturon negro 4 dan de Aikido), japoneses Miyamoto Musashi (El libro de los cinco anillos, un clasico) y otros. Despues de leer y releer mucho, he llegado a la conclusion de lo que mas importante es vivir el momento, aqui y ahora, y cuando realizas una actividad, te tienes que centrar en lo que haces. Todas las filosofias orientales y occidentales acerca de este tema, se centra en el aqui y ahora.
El libro que citas seguramente se centra mas en el hecho de preparar el arco, de tensarlo, de disparar, y en ese momento no piensas ni en el pasado ni en el presente, ni siquiera en el hecho de dar en el blanco. Pensar en el pasado y las cosas que te han ocurrido y malas, provoca depresion, pensar en el futuro y el momento que puede ocurrir, la muerte, que pasara con mis hijos, etc … provoca ansiedad.
Por eso las actividades como pintar, fotografiar, hacer un kata de karate y repetirlo, no una vez, cien, mil. Preparar la ceremonia del te en japon, meticulosamente, pensando en hacerlo en ese momento, provoca que pienses en ese momento, y no en el pasado ni en el futuro y eso ayuda.
En Occidente hay una version nueva que acumula todo lo que oriente hacia. En Oriente esta el Tai chi, Yoga, Qui Jong. En occidente gracias a estudios realizados en Universidades californianas en los años setenta, esta la meditacion. Aqui en España hay varios. Javier Garcia Campayo es medico psiquiatra en el Hospital Publico Miguel Servet de Zaragoza, profesor universitario de la Universidad de Zaragoza y autor de varios libros de Meditacion. Te lo recomiendo si quieres estudiar mas del tema. De todas maneras el simple hecho de fotografiar y vivir ese momento, y pensar solo en “el momento decisivo” es una manera de vivir el presente, el aqui y ahora.
Hola Alfredo! :)
Te agradezco muchísimo el comentario y toda la información que ofreces en él. Acabo de terminar un libro sobre las diferencias entre el pensamiento occidental y oriental y apunta en la misma dirección que tú; cuenta que occidente se centra en la esencia (en diferenciarse) y oriente en todo lo contrario (en la ausencia, la in-diferenciación).
Apunto el nombre de Javier García Campayo, leeré algo suyo seguro.
Un saludo y gracias de nuevo!
Jota.
Hola!
Desde hace unos años asisto a clases presenciales, mensuales, de Fotografía Contemplativa en Barcelona…
Se llama Miksang y su fundamento es el mismo que la fotografía Zen a la que te refieres.
La ventaja de Miksang, es que son enseñanzas ya estructuradas para fotografía.
Si buscas la palabra Miksang por internet ya te dará mucha información. Hay varios libros publicados en inglés y que yo conozca, una versión española que se titula: La Fotografía: el arte de la mirada. Un camino de conocimiento a través de la percepción visual. Autor: Luis Ochandorena. Disponible en Amazon.
También la página web.:
fotografiacontemplativa.com
Assumpta
Hola, Assumpta! Muchísimas gracias por tanta información, voy a tirar del hilo porque me parece muy muy interesante.
Un abrazo!
Jota.