
Hace un tiempo te hablaba de que hay algo que lo cambia todo en Fotografía. En aquella entrada mencionaba casi de pasada nuestra intención como un factor definitivo para que las fotografías funcionen. O al menos como algo a lo que vale la pena prestar atención para que se acerquen a lo que (en principio) buscamos.
Desde entonces he reflexionado mucho sobre lo que ponemos de nosotros mismos en las imágenes que hacemos, en la difícil combinación de la incertidumbre que inevitablemente acompaña a la Fotografía de calle y nuestra búsqueda de resultados (vamos tras ellos en un entorno sobre el que no ejercemos control) y las diferentes actitudes que podemos adoptar al disparar en la calle.
Por el camino he aprendido unas cuantas cosas que me gustaría compartir contigo; aquí van unas cuantas conclusiones sobre la intención en Fotografía de calle y por qué ya no creo que necesariamente sea lo más importante.
Tu actitud en la calle determina tu margen para decidir
Imagínate que vagas con tu cámara por alguna ciudad o pueblo atento a las oportunidades que pueden surgir y buscando imágenes.
Aún en esa situación tienes la posibilidad de adoptar dos actitudes muy diferentes; puedes ser eminentemente móvil caminando sin parar y yendo a por las fotografías tú mismo, deteniéndote lo justo en cada lugar y pasando al siguiente al comprobar que ahí “no hay nada que fotografiar” o puedes localizar una posición con potencial y esperar a que suceda algo que te de la oportunidad de construir una fotografía interesante.
A veces la gente se refiere a esas dos posturas en Fotografía de calle como de cazador o pescador y por descontado no son excluyentes; durante el mismo paseo puedes alternar entre “pescar” o “cazar” según tu humor, el lugar o la situación que presencies.
De hecho con seguridad darte el permiso de adoptar una postura u otra según las condiciones (externas e internas) o simplemente porque sí aumenta tus posibilidades de volver a casa con algo bueno en la tarjeta de memoria.
Aunque puede parecer lo contrario cuando “cazas” estás siendo eminentemente reactivo (actúas en base a lo que sucede) y cuando “pescas” eres proactivo pero solo hasta cierto punto; lo preparas todo y después aguardas a que las piezas encajen antes de disparar.
Tu capacidad para decidir difiere en ambos casos; cuando esperas tienes más tiempo para pensar en el resultado y para condicionarlo, mientras “cazas” el abanico de posibilidades es mucho mayor pero a cambio tus opciones de influir en la imagen final son menores.
¿Qué pasa con tu intención entonces?
Pues que al final todo se reduce a la decisión entre intentar controlar la situación y buscar un resultado que imaginas de antemano (fotografiar con una intención clara) o permanecer abierto a lo que pasa y disparar de una manera reactiva.
Es decir, entre definir qué quieres conseguir y escoger la manera de intentarlo o estar abierto a lo que sucede y adaptarte (rápidamente) a ello.
Aquí un inciso para decirte que mientras escribo esto he pensado que seguramente nuestra personalidad y nuestro estado de ánimo influyen en la postura que adoptamos en cada momento. Imagino que esa necesidad de control o esa flexibilidad se extienden también a otros ámbitos de nuestra vida más allá de la Fotografía. Por cierto, recientemente he escuchado un podcast que podría tener mucho que ver con esto: el capítulo de Entiende tu mente dedicado al locus de control (el de Molo Cebrián y su equipo es uno de mis podcasts de cabecera).
Por cierto, si te preguntas cuál de las dos actitudes tiene más posibilidades de llevarte a un resultado que valga la pena me temo que la respuesta es “ninguna” o, para decirlo en positivo,”ambas por igual”.
De cualquier forma, si optas por centrarte en un determinado lugar o en una situación concreta buscando un resultado que has imaginado lo inteligente es seguir abierto a lo inesperado. No olvides nunca que una de las mejores cosas de la calle es que se trata de un espacio impredecible, así que podría no suceder exactamente lo que esperas pero a cambio encontrar algo inesperado que de lugar una fotografía mucho más interesante.
Por lo tanto, mientras esperas no olvides seguir vigilando tu entorno con el rabillo del ojo y permítete cambiar de estrategia si aparece una oportunidad imprevista.
Tu intención es importante, pero no es lo único con lo que cuentas
Cuando sales a hacer Fotografía de calle puedes optar por moverte y reaccionar o por apostarte en un lugar y prepararte lo máximo posible para alcanzar un resultado que has imaginado de antemano.
En el segundo caso estás confiando en tu intención como una vara de medir: te imaginas una imagen, lo preparas todo, esperas a que suceda algo, disparas y el resultado es bueno o malo en la medida en que se aproxima a lo que habías ideado. La imagen que ilustra esta entrada es un ejemplo de este tipo de imágenes.
La intención está bien pero sigo pensando que la intuición es lo mejor que tenemos. Cultívala, decide en base a ella antes, durante y después del disparo (en el momento de conservar o descartar imágenes) para que tus fotografías obedezcan a tu forma de mirar el mundo, y no olvides que hay otra manera de crear: dándote la libertad para, sencillamente, reaccionar a lo que pasa a tu alrededor.
Si imaginar un resultado y alcanzarlo es satisfactorio, llegar a una imagen que no habías pensado no debería ser decepcionante en absoluto. Ni tiene menos mérito.
Desde aquí un saludo a Dani (responsable de Taller de Fotografía de Calle en Tafalla, donde al fin nos conocimos en persona. Ya era hora!
Me encantaría saber cómo sales a la calle con tu cámara. ¿Eres de los que vagan por ahí sin detenerse o tiendes a localizar lugares con encanto y a esperar que suceda algo interesante en ellos ? ¿Cambias de una actitud a otra a lo largo de la jornada o depende del día? ¿Necesitas que tus fotos respondan a una intención previa o te gusta que el resultado te sorprenda? ¿Planificas o te dejas llevar por tu intuición? Cuéntame a través de los comentarios.
Gracias por leerme y por compartir esta entrada entre tus amigos.
Jota.
El resultado depende mucho de como se comporten los sujetos a fotografiar, sin embargo cuando se trata de paisajes depende más del estado del ánimo del fotógrafo. De la paciencia y del tiempo de espera, al final con un poco de paciencia aparece la escena perfecta.
https://www.lahuelladearmstrongestudio.com
Hola Pedro. Sin duda tienes razón, en Foto de calle los resultados están menos en manos del fotógrafo, aunque eso no quiere decir que la foto de paisaje sea más sencilla. Solo hacen falta habilidades diferentes (como la paciencia, sin duda).
Saludos y gracias.
Jota.
¡Saludos de vuelta! He tardado unos días en verlos porque no me da la vida para leerte a diario y se me van acumulando los posts…
Me gusta la analogía con cazadores y pescadores… ¿habrá también recolectores? Supongo que podrían ser aquellos fotógrafos que van copiando y repitiendo esas fotos ya hechas millones de veces por millones de fotógrafos antes que ellos…
Dejaremos lo de los agricultores y ganaderos para otro post… :P
Hola Dani! He vuelto a estar cerca de ahí (en Fotokalea, vaya una experiencia!). Me gusta eso de recolectores, aunque no tanto lo que hacen ;)
Abrazo fuerte!
Jota.