
En ocasiones tienes que ir a por las imágenes trabajando la escena y moviéndote sin parar, otras veces ellas vienen a por ti y prácticamente se hacen solas, solo necesitan que pulses el botón de disparo. De hecho, cuando se trata de Fotografía de calle esto último sucede muy a menudo, y está bien, al fin y al cabo trabajamos en un entorno sobre el que no tenemos control (podemos influir en él hasta cierto con nuestro comportamiento, pero siempre queda un buen margen para que pasen cosas que no esperamos).
Mantente atento, a veces la receta para el hechizo sólo necesita tres ingredientes: calle, Fotografía y suerte.
Composición
Podrías pensar que esta imagen surgió aplicando el “truco” que te contaba el otro día, pero en realidad sucedió de una forma bastante distinta. Deja que me explique.
Son prácticamente las cinco de la tarde y camino por Vía Maqueda, una de las calles que dividen el centro histórico de Palermo en cuadrantes. La capital de Sicilia es una ciudad bella aunque decadente, así que incluso en sus avenidas principales abundan los edificios abandonados, eso sí, armados con impresionantes puertas y ventanas de madera que hablan de tiempos mejores.
De forma que al pasar por delante de esta me llevo la cámara a la cara para llevarme un recuerdo, sin más pretensiones que eso: documentar una puerta de aspecto imponente. La distancia que me separa de ella es la justa para que a ambos lados se vea parte de la pared. Ni siquiera doy un paso atrás para centrar perfectamente la escena (algo que sí he hecho otras veces).
De repente alguien que no repara en que estoy enfocando a la puerta también se fija en ella y de un salto se acerca, se agacha y mira a través de la cerradura. Sólo lo hace durante un segundo (no debe haber nada interesante al otro lado)…
Clic.
Técnica
Ajustes de cámara y enfoque
Aunque son las cinco de la tarde no hay demasiada luz en Vía Maqueda, de ahí que tenga la sensibilidad ajustada en ISO 1600. Eso permite que incluso con la apertura de diafragma a f/8 la velocidad de obturación escogida por la cámara (como casi siempre configurada en modo de prioridad a la apertura) no sea demasiado baja.
Esta vez además, unos segundos antes y mientras fotografiaba en una plaza, había compensado la exposición en -2/3EV para corregir la decisión de mi máquina como consecuencia de una iluminación complicada, de no haber sido así el tiempo de exposición habría caído a cerca de 1/60 de segundo, probablemente demasiado lento como para detener por completo el movimiento del curioso.
Dos veces suerte.
¿Has vivido alguna situación similar? Seguro que sí! No dejes de compartir tus experiencias y consejos ahí abajo, en los comentarios. Si te ha gustado la entrada, compártela en tus redes… Gracias! ;-)
Recuerda que tienes más imágenes desmenuzadas en la correspondiente categoría del blog y que puedes aprender técnica y otros recursos en la sección Aprende Fotografía.