Hora de recopilar las impresiones que habéis dejado en torno a la Fotografía de calle que compartía con vosotros sin aportar ningún tipo de información que pudiese condicionar su lectura. Es la tercera vez que hacemos el ejercicio (aquí puedes ver la primera edición, y aquí la segunda), y no puedo menos que agradecer todo lo que pones de tu parte para que siga siendo muy didáctico tanto para el resto de lectores del blog como para mi mismo; se aprende mucho cuando otro te cuenta cómo ve una imagen y por qué lo hace precisamente así.
Cómo se hizo
Tomé esta fotografía en la Alameda que hay al lado del edificio de Correos en Ourense. En la acera hay una parada de buses con bastantes líneas y allí se congrega mucha gente esperando.
Tras dar unas cuantas vueltas buscando algún gesto interesante dejé la acera para ver qué aspecto ofrecía la calle desde detrás de la barandilla que la separa del parque. Mirando desde éste hacia la calzada hay muchos elementos, lo que hace que el fondo sea bastante confuso: tráfico constante, la parada al otro lado de la calle, un parque tras ésta y los edificios al fondo. Así que bajé un poco la mirada tratando de simplificar las cosas.
Entonces me fijé en la línea descrita por la barandilla y en que un anciano apoyaba su brazo en ella, lo que daba cierta continuidad al gesto.
Me acerqué a menos de un metro y traté de aprovechar la línea para llenar el encuadre.
En ese momento vi los pies de las personas que esperaban para cruzar el paso de cebra. Me gustó el espacio negativo que quedaba justo entre los elementos significativos (el brazo, la barandilla y las piernas) y el hecho de que al dejarlo todo dentro del encuadre se establecía una relación entre ellos que no se corresponde exactamente con lo que estaba sucediendo: el hombre de la chaqueta amarilla está esperando el bus, completamente ajeno a la actividad de los otros tres (de hecho, está manteniendo una conversación con la persona a su izquierda). Eso hace surgir una historia donde en realidad no la hay.
En modo prioridad a la apertura (mi ajuste por defecto cuando hago Fotografía de calle) seleccioné un diafragma relativamente grande, f/4, para que la profundidad de campo no fuese excesiva (la forma de los pies es lo suficientemente clara como para no tener que mostrarlos perfectamente nítidos) y la atención recayese en un primer momento en la mano, para eso enfoqué en ella. La cámara fijó una velocidad de obturación suficientemente rápida como para no tener que preocuparse de la trepidación o de que algún elemento apareciese movido (1/350 de segundo). Podría haber bajado el valor ISO pero éste no era tan grande (400) como para justificar el tiempo necesario y asumir el riesgo de que la situación desapareciese.
Unos segundos después los tres hombres de la parte superior de la fotografía cruzaban el paso de cebra y el anciano del primer plano se levantaba para coger un bus, la situación desaparecía por completo como cuando borras una pizarra para volver a dibujar de cero.
En el procesado, después de los ajustes generales de exposición (la compensación en -1/3EV en la cámara oscureció innecesariamente la toma), intensidad, contraste y curvas, aumenté la presencia de la mano y la barandilla incrementando su textura con el comando claridad y dando un extra de contraste y saturación (con el pincel de ajuste). Finalmente añadí un ligero viñeteado para aumentar el interés de la zona central de la imagen en detrimento de los bordes. También recorté ligeramente la imagen en su parte superior para dejar fuera el paso de cebra (no aportaba nada ya que el gesto de esperar con los pies en dirección a la calzada ya da suficientes pistas de lo que sucede allí).
Si quieres profundizar en el revelado digital de imágenes con Adobe Lightroom, puedes echar un vistazo a esta sección del blog, donde encontrarás las entradas que cubren todo el proceso.
Lo que me has contado
Me gusta que esta imagen haya suscitado opiniones bastante opuestas. Pero empecemos por las coincidencias.
Casi todos habéis leído la imagen igual, estableciendo una conexión más o menos obvia entre el hombre de la chaqueta amarilla y los tres del fondo, sin necesidad de contar de qué tipo de situación se trataba los elementos contenidos han generado un cierto consenso en que los cuatro estaban esperando lo mismo (el momento de poder cruzar la calle). También habéis llegado a imaginar que la persona en primer plano estaba sentada como consecuencia de su edad, aunque en realidad no podemos saber si es la mayor de todas. Ese contraste aparece porque tenemos información del primero (las arrugas de su mano) y no de los demás, y la sensación de que es el mayor se refuerza por el hecho de que es el único que está sentado.
Cuando no hay suficientes datos, cogemos la poca información que tenemos y comenzamos a rellenar los huecos. Interesante, ¿verdad?
También hay bastantes coincidencias en que ese trozo de papel entre dos peatones distrae la atención. Ni siquiera me planteé eliminarlo, pero no porque sea reacio a clonar objetos (que sí), sino porque no reparé en él. No obstante cuando lo destacasteis tuve que admitir que, en efecto, es una distracción. Hasta ese punto a menudo no vemos nuestras imágenes de manera objetiva, estaba tan centrado en el procesado de la imagen que dejé de leerla como una suma de elementos (de donde podría haber eliminado el discordante). Buena lección.
En cuanto a la composición es seguramente el aspecto que más controversia ha generado: hay a quien le gusta que la barandilla acabe donde lo hace y quien hubiese preferido ver el final en la esquina superior derecha; eso habría dejado fuera los pies dando lugar a una fotografía completamente distinta, probablemente más limpia (e igual de válida, si no más) pero a la vez sin la historia que surge de relacionar los cuatro personajes. Hay quien apunta precisamente a esa versión simplificada de la imagen como su elección: sólo el brazo en primer plano y la barandilla recorriendo todo el encuadre.
Qué nos has enseñado con este ejercicio
A veces lo que uno quiere mostrar (en este caso la relación/contraste entre los cuatro personajes) y que condiciona sus decisiones (mostrarlos a todos, aunque de manera no obvia a través de una profundidad de campo escasa) es precisamente lo que otros hubiesen dejado fuera.
Dicho de otra forma, una misma situación interpretada de formas distintas puede originar muchas fotografías diferentes y la lectura de éstas también cambia. En en este caso, por ejemplo, hay quien descartaría el resultado porque ni la historia sugerida en la imagen ni su composición le parecen suficientemente interesantes como para sostenerla, mientras que a otros el hecho de encontrar una posible explicación a lo que sucede en el encuadre (la composición trata de contribuir a eso) les satisface. Y eso está bien, ¿no?
¿Qué te parece el ejercicio? ¿Ha cambiado en algo tu interpretación de la fotografía ahora que has leído las circunstancias y lo que los demás piensan de ella? No dejes de compartir tus impresiones a través de los comentarios para que todos sigamos creciendo. Si te ha gustado la entrada, compártela en tus redes (gracias)!
Hace un tiempo que hago fotografía y no dejan de asombrarme las diferencias que pueden existir entre la visión del fotógrafo durante la toma y los espectadores posteriores, incluido el propio fotógrafo transformándose en espectador de su trabajo.
Esto del análisis colectivo de fotografías me parece una excelente idea. Me apunto a las novedades
Hola!
Muchas gracias por tu comentario, me alegra mucho que te guste esta sección, también yo la disfruto mucho.
Un saludo y aquí nos leemos!
Jota