El nuevo libro de Fotografía de Alberto García-Alix (León, 1956) gira en torno a su otra gran pasión: la motocicleta. La moto y la cámara llegaron prácticamente a la vez, cuando Alberto solo tenía 13 años, y desde entonces han sido dos constantes en su vida.
Fotos de motos, retratos de hombres y mujeres motoristas, carreras… Esas imágenes siempre han formado parte de la obra de García-Alix, pero es en este nuevo libro de su propia editorial (Cabeza de Chorlito) donde se reúnen antiguas capturas al lado de las más recientes para construir un homenaje a su inseparable compañera de dos ruedas.
MOTO parece una carta escrita al amor de toda una vida, comienza rememorando los primeros encuentros para acabar hablando del presente, en un lenguaje distinto pero con la misma pasión.
Estructura y forma
MOTO tiene un aspecto impresionante incluso mucho antes de ser abierto. De formato cuadrado (28×28 centímetros) y encuadernado en un gris oscuro y mate, con únicamente el título en la portada y el nombre del autor en la contraportada, como si ambos estuviesen unidos de forma indivisible. Un diseño sobrio, elegante y con un punto racing. Como las motos clásicas.
En el interior, dos grandes bloques de imágenes. El primero, en papel mate negro, abarca fotografías desde 1975 a 2007. Retratos de amigos montados en sus máquinas, ataviados con cascos y ropa de cuero, imágenes del viaje, de los circuitos y las calles, la moto aparece casi siempre, pero incluso cuando no se ve su presencia es absoluta: está en las actitudes, en la estética, en la libertad y la rebeldía de los personajes.
La segunda parte cambia completamente el discurso, las imágenes (impresas ahora en papel blanco estucado) se vuelven menos obvias. Están hechas desde otros ángulos, a otras distancias, aislan detalles de las motos y gestos de los jinetes y giran en dirección a la abstracción. No verás ni una sólo motocicleta completa, y sin embargo ella sigue siendo la protagonista indiscutible, aunque de otra manera, más sugerente, más esencial.
Entre medias un texto escrito por el propio Alberto García-Alix en primera persona. Si su amor por las motos emana de todas y cada una de las 190 páginas del libro, las palabras nos cuentan cómo nació en la niñez cerca del Jarama y cómo se afianzó con todas y cada una de sus compañeras de dos ruedas. Viajes, fiestas, peleas, amigos, novias, caídas, heridas. Y siempre de nuevo sobre el sillín para vivir la vida de la única forma en que la entiende.
La moto ha sido siempre el mayor estimulante de mis neuronas. Desencadena en ellas corrientes de felicidad. Ansias de vivir y de moverme, de sentir el sol jugando en mi sombra sobre las ruedas. El éxtasis de seguir rodando. Dando guerra.
Alberto García-Alix
El texto se repite en inglés y entre ambos hay una hoja con la información de la obra. Un acierto más en un diseño exquisito, ya que de esa manera las páginas dedicadas a las fotografías abarcan dos partes completas e ininterrumpidas desde la portada hasta la contraportada, sin más paréntesis que ese breve cuaderno.
Contenido
La primera parte del libro nos lleva cuatro décadas atrás, a las primeras fotografías de una carrera de motocross en la que participaba el hermano de Alberto, desde allí cronológicamente, a través de retratos y autorretratos, de imágenes de circuitos y en las calles, de fiestas, de carreteras abiertas recorridas en solitario o en grupo, nos lleva por el mundo de la motocicleta de la mano de alguien que lo ha vivido en primera persona, desde dentro.
Si conoces el trabajo de Alberto García-Alix ya sabes que sus imágenes son directas y cuidadosamente expuestas, sin artificios. Ni falta que les hace: la conexión con lo fotografiado siempre es inmediata e intensa. Por eso este primer bloque es un viaje a un mundo que (como a mí) podría resultarte completamente ajeno, pero del que sales con la sensación de recordarlo como si lo hubieses vivido por ti mismo.
El segundo gran capítulo de MOTO es mucho más gráfico, se compone de fotografías realizadas en los últimos tres años con las que se exploran nuevos territorios. Picados y contrapicados, primerísimo planos que aíslan partes de la máquina o del jinete, imágenes que unen ambos hasta el punto de no poder distinguir dónde acaba una y comienza el otro… Con más aire y páginas en blanco que cambian el ritmo de lectura se construye otro tipo de relato, no cronológico, menos autobiográfico, más plástico y abstracto.
Son como dos libros distintos, pero no hay sensación de extrañeza, el segundo es consecuencia de la evolución de un estilo en torno a la misma la temática. El lenguaje y la estética cambian, el amor por las dos ruedas, la atmósfera y el atractivo permanecen intactos.
En definitiva
No hace falta que ames las motos para saborear este libro, tampoco necesitas conocer el trabajo de García-Alix para disfrutarlo, basta con que te guste la buena Fotografía. Ahora bien, si sientes pasión por alguna de las tres me cuesta imaginar uno mejor…
Para saber más
Título: MOTO.
Autor: Alberto García-Alix.
Editorial: Cabeza de Chorlito.
Año de publicación: 2015.
En una frase: Sumérgete en el mundo de las dos ruedas a través de la visión privilegiada de un amante confeso de las motocicletas.
Dónde conseguirlo: Puedes hacerte con tu ejemplar en la página de Cabeza de Chorlito, aprovecha para echar un vistazo al resto del catálogo.
Otras obras que no deberías perderte:
- Los Inconformistas, Martin Parr
- Melones de Hiel, Kirill Golovchenko
- William Eggleston´s Guide
- Lírica Urbana, Helen Levitt
- Subway, Bruce Davidson
Recuerda que todos los libros que han pasado por el blog están en la categoría correspondiente.
¿Conoces el trabajo de García-Alix? ¿Eres motero? ¿Qué te parece el libro?
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Fuentes:
Para elaborar esta entrada me apoyado en el propio libro, pero también he recurrido a información de la página de Cabeza de Chorlito, a la sección de Cultura de la web de El País y a un texto de Frédérique Bragenter (el otro 50% de la editorial) para El Asombrario.
Es un buen tema. Ese podría ser un proyecto fotográfico para este año: hacer fotos de motos. Saludos
Hola Ernesto!
Desde luego, es una idea muy interesante, Alix puede servirte de inspiración, es un grande! :)
Saludos. Jota.