Hay libros de Fotografía que te atrapan desde el primer momento, con algunos pasa incluso antes de que lleguen a tus manos. Eso me sucedió con El Uno el Otro, un trabajo premiado en el European Publishers Award for Photography al que le tenía echado el ojo desde que lo vi por primera vez, ni siquiera recuerdo dónde. Es obra de Alisa Resnik, nacida en San Petersburgo en 1976, formada en Berlín y Bolonia y alumna entre otros de Anders Petersen y Antoine D´Agata (algo que se nota).
Voy a contarte mis impresiones sobre este libro, aunque quizás me haya quedado corto al tratar de expresar la atmósfera y las sensaciones que transmite.
Estructura y forma
El Uno el Otro mide casi lo mismo que un A4 (19,5 x 26,5 cm) y tiene 120 páginas. Está encuadernado en papel con imágenes de su interior en la portada y contraportada, las letras del título son blancas con un ligero relieve y el lomo es de tela negra. El tacto y el acabado son fabulosos.
Se abre con una frase de Enmanuel Lévinas, un filósofo lituano al que he encontrado múltiples referencias en algunas de mis últimas lecturas. Esa cita parece resumir a la perfección el contenido del libro:
El encuentro con un ser humano significa estar despierto por un enigma.
Enmanuel Lévinas.
En seguida nos sumergimos en la noche a través de la primera imagen, que nos hace girar el libro para verla correctamente (ocupa las dos páginas en sentido vertical, esto es, con la página izquierda arriba y la derecha abajo). Las siguientes fotografías también son así y a lo largo del trabajo vamos a alternar esa orientación con la habitual.
Todas las imágenes son a sangre sin márgenes ni espacios en blanco, a lo sumo acompañadas de una página completamente negra. El tacto de las hojas cambia constantemente de suave a ligeramente áspero, lo que hace que la experiencia vaya mucho más allá de lo puramente visual.
El libro se cierra con un poema de Will Carruthers (Los Relojes se Detienen) y un fabuloso texto a cargo de Jeremy Mercer (escritor y periodista canadiense) que recurre a la mecánica cuántica para describir este trabajo.
(…) porque, a la hora de la muerte,
también muere un poco el futuro,
y sería justo
que, a veces, el mundo
aguantara la respiración
por un momento,
para recordar lo que era.
Will Carruthers.
Contenidos
Las fotografías de El Uno el Otro corresponden a San Petersburgo, ciudad natal de Alisa, y a Berlín, a donde emigró en 1990. Están tomadas de noche en la calle y en espacios cerrados (cafés, hoteles, descansillos de escaleras) en los que nos cruzamos con gente de aspecto frágil. El frío del exterior contrasta con la intimidad y cercanía física y psicológica de los retratos de personas que aparecen ante nosotros completamente expuestas, vulnerables.
En este libro hay un poso de dolor, una permanente sensación de soledad e incluso de desesperación. Las personas en las fotografías parecen rotas o a punto de romperse. Pero por encima de todo hay un encuentro frente a frente con el otro, una conexión íntima a través de las imágenes de Resnik, para quien la cámara solo es la herramienta. Podemos intuir la complejidad de quienes tenemos delante, podemos empatizar y a la vez reconocernos en ellos.
La escasa luz y la maestría de la fotógrafa convierten cada captura en una pausa para detenerse e intentar comprender qué hay en realidad frente a nosotros. Los demás no son solo otras personas, los espacios no son solo lugares.
La última fotografía muestra un espejo en el que solo se refleja la oscuridad…
Así que recorres el mundo buscando momentos que poder detener y convertir en el acto de la percepción, buscando una revelación, buscando un espejo … Siempre buscando un espejo…
Alisa Resnik/ Kirill Alexeyev
En definitiva
No he encontrado muchos libros que me hayan transportado a un lugar y que me hayan hecho sentir la cercanía de los personajes retratados como lo ha hecho El Uno el Otro de Alisa Resnik. Casi puedo verme allí, frente a esas personas bañadas por una luz que parece sacada de las pinturas de Caravaggio, emergiendo de las sombras para exhibir su fragilidad, consiguiendo que sea (todavía más) consciente de la mía.
Este es uno de esos trabajos que muestran el poder de la Fotografía para hacernos ver mucho más allá de lo obvio y acabar mirando también hacia nosotros mismos.
Para saber más
- Título: El Uno el Otro.
- Autor: Alisa Resnik.
- Editorial: BLUME.
- Año de publicación: 2013 (Premio European Publishers Award for Photography, 2013).
- En una frase: un paseo de noche plagado de encuentros y de lugares que te transportan a otro lugar y a otro tiempo.
- Dónde conseguirlo: Compra tu ejemplar de El Uno el Otro en un par de clics.
- Bonus: página de la web de Alisa Resnik dedicada al proyecto.
Reseñas de otras grandes obras que no deberías perderte
- Valparaiso, Sergio Larrain.
- Rimas de Reojo, Alex Webb y Rebecca Norris Webb.
- The Americans, Robert Frank.
- Minutes to Midnight, Trent Parke.
- Peter, Carma Casulá.
Recuerda que todos los libros que han pasado por el blog están en esta página.
¿Qué te parece El Uno el Otro? ¿Conoces algún trabajo similar que te gustaría recomendarme? Ahí tienes los comentarios, me encantará conocer tus impresiones.
Gracias por leerme y por compartir esta entrada entre tus contactos.
Jota.
Deja de hacerme gastar dinero!
Hola Lord.
No sé si me creerás, pero la verdad es que cuando escribía la entrada pensaba en que te encantaría este libro. :) Lo siento, pero no. ;) Un abrazo.
Jota.
He de decir, sin desmerecer la calidad del libro, que nadie cuestiona, que estoy cansado de lo que algunos han llamado “realidad sucia”.
Hola Gerard! Cuéntame más, me interesa mucho tu opinión, no estoy demasiado puesto en trabajos como este. Un abrazo!
Jota.
Me temo que he perdido miserablemente lo que había escrito en otro post donde me explayaba… si no marcas el chek de aceptar la política de privacidad al volver atrás chekear y aceptar parece que no se envía nada…(!!!)
No creo saber más que tú… básicamente y resumiendo, aunque me sabe mal haber perdido lo que había escrito, donde matizaba un poco más.
1-Fijación sistemática en este tipo de trabajos en los que se busca una y otra vez lo depresivo, lo “malformado”, lo decrépito, lo feo.
2-Exageración de esos aspectos que he comentado en el anterior punto: casi parece que hay una conjura con los fotografiados para parecer aún más depresivos, hudidos, “terminales”… de lo que realmente son.
3-No hay un mínimo de concesión al humor (ni tampoco irónico o cáustico), ni una redención, ni un sentimiento positivo. Todo es decrepitud. En eso trabajos como el café Lehmitz le dan infinitas vueltas a libros como estos. Ahí hay vida, y se muestra una realidad completa, y no por ello exenta de dureza.
Igualmente el libro es impecable, pero no puedo evitar pensar lo que he expresado. Espero no irritar a nadie con mi opinión.
Hola Gerard. Siento que hayas perdido ese comentario extenso… :/
Entiendo tu punto de vista, es cierto que este trabajo sigue una estética oscura, no sé si tanto lo feo, de hecho creo que la estética incluso dignifica los personajes, aunque sí que la estética crea una atmósfera un poco opresiva y melancólica. Tendré que hacerme con Lehmitz, para contrastar… ;)
Un abrazo y gracias por el diálogo, Gerard! Y no te preocupes, que aquí todos estamos para aprender de los otros… :)
Jota.
Precisamente esta chica es alumna de Anders Petersen, y sin duda su fotografía está impregnada de muchas de la cosas del maestro, pero se aparta bajo mi punto de vista de esa mirada tan limpia, hay un histrionismo que no se nota pero se intuye.
De todas maneras creo que una comparación entre el trabajo más venerado de Petersen hablará mejor que yo respecto a lo que me refiero. Al final las fotos siempre se expresarán mejor que uno mismo.
Hola de nuevo Gerard!
Creo que me has dado el pretexto perfecto para estudiar el trabajo de Petersen, que apenas conozco. Un abrazo y gracias por estar siempre aportando al otro lado!
Jota.