Seamos conscientes o no vivimos inmersos en un torrente de pensamientos, emociones y sensaciones. Por nuestra mente pasan constantemente cosas que acaparan nuestra atención y afectan a nuestro estado de ánimo. Recuerdos buenos y malos, presagios, enfados, inquietudes, tareas inacabadas, la presión del trabajo y esos pequeños problemas del día a día que acaban por convertirse en motivos de preocupación.
Nuestra mente es como un charco en una calle llena de gente que pisa y agita el agua constantemente. Todos necesitamos evadirnos de nuestros propios pensamientos y hacer que la superficie de ese charco recupere la calma.
Fotografía callejera como evasión
Este sábado estuve en Gijón dando una breve charla sobre creatividad charla durante la presentación de una cámara. Al acabar la parte del aula salimos a las calles para poner en práctica algunos de los consejos, a ratos la lluvia nos dio un respiro y pudimos fotografiar en la playa de San Lorenzo (he dejado tres imágenes de esa salida en mi perfil de Instagram).
Una de las mejores cosas de hacer tantas actividades en torno a la Fotografía es que tengo la oportunidad de compartir tiempo con otros apasionados y de charlar y aprender mucho con ellos; de ese día recuerdo especialmente una conversación con José Manuel que me contaba cómo la Fotografía callejera le permitía evadirse y equilibrar el peso de un trabajo muy absorbente. Por cierto, saludos a José Manuel y al resto del grupo de Gijón, ha sido un auténtico placer y espero que coincidamos pronto de nuevo!
A menudo tengo charlas parecidas a esa con los alumnos de mis cursos. Todos coinciden en que la foto de calle, una vez que empiezan a dedicarle tiempo de tanto en tanto, les ayuda a olvidarse de todo lo demás. Puede parecer increíble, pero la verdad es que una vez que aprendes a mirar con otros ojos, buscando imágenes en potencia en lugar de ver el mundo tal y como lo vemos el resto del tiempo (sin prestarle toda nuestra atención), acabas por evadirte de todo lo demás.
Y entonces vuelves a tu vida de una forma diferente, porque crear es una actividad que nos demanda pero a la vez nos premia al conectarnos con algo muy íntimo dentro de nosotros mismos, una parte a la que casi nunca atendemos como deberíamos.
Fotografía callejera para estar presente
Esa evasión que nos brinda la Fotografía de calle es en realidad consecuencia de todo lo contrario. Porque para hacer imágenes interesantes en un entorno sobre el que no tenemos control y en el que además pasan cosas constantemente, en todas partes, tenemos que sumergirnos por completo en la realidad. Atender a todo y a todos. Mirarlo todo. Escuchar. Adelantarnos a lo que podría suceder. Vigilar la luz y las sombras. Tratar de encontrar algo donde aparentemente no hay nada.
¿Cómo conseguirlo si no estás al cien por cien presente en el aquí y ahora? Eso nos hace salir de nuestra mente y conectar con el mundo exterior. Los pensamientos que el resto del día nos persiguen pasan a un segundo plano.
En ese sentido la Fotografía callejera es algo parecido a una puerta hacia la atención plena, un estado al que apuntan prácticas como el Mindfulness y la meditación y que solo se consigue a través de la práctica y la concentración… ¿Te suenan de algo?
Nunca dejaré de recomendarte que pruebes la street photography, somos muchos a los que nos ha enganchado y ahí arriba tienes un par de razones más que lo explican. Si quieres saber más sobre esta apasionante disciplina echa un vistazo a la guía definitiva de Fotografía callejera que he hecho para ti con todas mis referencias.
Por cierto, lo que son las cosas, cuando buscaba una imagen para ilustrar esta entrada me decidí por esa del anciano mirando la playa porque encajaba perfectamente con el tema, a pesar de que fue hecha en junio. ¿Adivinas dónde? Justo, en la playa de San Lorenzo, Gijón…
Espero que esta entrada te haya gustado, me encantará saber qué te sugiere y cuál es tu experiencia a través de los comentarios.
Gracias por leerme y por compartir este contenido entre tus contactos.
Jota.
Efectivamente la fotografía de calle es una “terapia” o por lo menos para mi. Desde que comienzas planeando la salida,mientras que estas en ella y después editando y revelando todo el proceso es pura evasión de lo que te preocupa, te estresa, incluso de lo que te pueda llegar a neurotizar.Yo la recomiendo no solo como una expresión artística, documental, si no como una verdadera TERAPIA.
Lo importante es meterse en esta actividad el resultado es secundario.
Gracias por hacernos reflexionar.
Hola Javier! Gracias por contarnos tu experiencia con la Foto de calle, me identifico mucho con lo que dices en tu comentario. La fotografía cura, como lo hace escribir (a mano). Un abrazo!
Jota.
Muy de acuerdo con lo que decís. Mientras piensas en formas, colores, luces toma el mando la parte creativa y se acalla la racional tan difícil de silenciar, por lo menos en mi cabezota. Me sorprende como pasan las horas sin darte cuenta o como te evades y pierdes la vergüenza de perseguir a alguien deseando que se gire o que se coloque en el sitio que te has imaginado. Además es divertido!. Una parte clave para que funcione el “tratamiento” es no obsesionarse con el resultado y disfrutar el proceso. Como dice la canción “amar la trama más que el desenlace”. Gran descubrimiento la fotografía de calle para el alma. Gracias Jota!.
Hola Elena! No he tenido tiempo de contestar este comentario tan pronto como hubiese querido pero al fin lo hago desde Valencia, tu casa. :)
Me encanta pensar que la Fotografía de calle te permite esa evasión que todos necesitamos de tanto en tanto, y me alegra haber contribuido a ello.
Gracias a ti por estar al otro lado y por acompañarme en esos viajes en busca de las fotos que imaginamos. :)
Jota.
Para mi fue la “terapia perfecta”. Tras dar multitud de vueltas a mi ciudad recorriendo las calles sin sentido, tratando de encontrar la solución y el porque de lo que me estaba sucediendo, un buen momento pare y hice una foto con el movíl. Luego me di cuenta que había estado mas tiempo pensando en esa fotografía que en mi situación. Al día siguiente igual, hasta que volví a realizar otro foto. De esta forma me di cuenta que fotografiar me desconectaba, y entonces ….me regalaron una refléx… No dejo de salir todos los días hacer fotos… No serán GRANDES fotos, pero son mis fotos y en ella van mis sensaciones.A partir de ahí, trato de aprender… Muchísimas gracias por enseñarnos.
Hola Juanjo!
Muchísimas gracias por compartir algo tan personal y de lo que podemos aprender mucho todos. Me halaga mucho que lo hayas hecho aquí, en mi rincón de Fotografía de calle. Gracias y un saludo!
Jota.
Bien,Jota, bieenn
La creatividad como terapia.Como bien argumentas no solo te evades, lo más importante es que te ayuda a conectarte en el aquí y ahora, vivir el momento presente, alejar al cerebro del modo “hacer” y situarlo en el modo “ser”
Y, claro es, si sale alguna foto buena…
Hola Antonio! Gracias por este comentario, me encanta que te haya gustado. Y además, eso de pasar del modo “hacer” al modo “ser” ya me suena de mis clases… ;) Un abrazo.
Jota.
Tienes toda la razón. Cuando tengo que salir a cumplir con algún trámite fuera de mi barrio, me voy con la cámara porque son esos momentos en que puedo salir del tedio del trabajo para dedicar un rato a la fotografía. Al volver vengo con otro ánimo y con la sensación de que salir de mi entorno me hizo descubrir rincones atractivos y novedosos.
Saludos.
Hola Rafael. :) Me alegra (y entiendo perfectamente) que estemos de acuerdo en el efecto que la Foto de calle puede tener sobre nosotros.
Un saludo y gracias por charlar!
Jota.
Buena la foto del anciano en la playa, pero si me permite una idea, yo lo hubiera hecho más a la Derecha, entre el otro grupo de la barandilla.
Muchas gracias por su sugerencia, Rafael.
Un saludo.
Jota.