
Contexto
Ya llevo un buen rato caminando por la playa de Samil en las cercanías de Vigo, buscando esas imágenes que dejan las mañanas de domingo temprano, cuando amanece con los últimos personajes de la noche y aparecen los primeros madrugadores.
A sólo unos minutos para las diez el sol empieza a apretar, así que me dirijo al coche para dejar la chaqueta, preguntándome si valdrá la pena dar una última vuelta. Venga, una más antes de cambiar de escenario.
Cierro el maletero y me llevo sólo la cámara, acabo de cambiar la batería y la tarjeta de memoria así que no necesito nada más. Salgo del aparcamiento a través de los coches situados junto a la acera y camino hacia mi izquierda, en dirección sur. Y me topo con esta pareja, los dos con la misma visera naranja, mirando a ratos al mar y a ratos a la gente que pasa por delante, sin dejar de hablar.
Están sentados como quien ve una película en una pantalla, así que decido colocarme detrás para fotografiar también lo que contemplan. Camino unos pasos más y doy la vuelta por detrás de los coches aparcados, me cuelo entre ellos y me coloco justo tras el banco.
Composición y técnica
Tengo el sol a mi espalda, así que debo tener cuidado de que mi sombra no caiga sobre los protagonistas (la que ves sobre la chaqueta del hombre es de una baca en el techo de la furgoneta). Para eso tengo que agacharme bastante, tanto que al final opto por apoyar mi espalda sobre la puerta de la furgoneta y los pies en el borde de la acera.
Tengo la cámara ajustada en mi configuración por defecto para Fotografía de calle, esta vez con la sensibilidad en ISO 200, al fin y al cabo es un día soleado. Escojo un punto de enfoque sobre el hombre (aunque podría haberlo hecho sobre la mujer, que está a la misma distancia).
Hago varias fotografías con encuadres distintos, probando a situar el horizonte por debajo del nivel de sus ojos, excluyendo el edificio al fondo, con únicamente la pareja dentro de la imagen y con otras personas, etc. Esta es solo una de entre quizás doce o quince tomas, todas diferentes como consecuencia de esos pequeños (pero importantes) detalles.
Clic.
Qué funciona
El primer punto de atención de la fotografía son las dos viseras idénticas, de un naranja brillante, que destacan del entorno como dos intermitentes. Al contrario que en otras imágenes de la serie, en esta los dos personajes miran en la misma dirección, potenciando esa similitud (como si no fuese suficiente con llevar la misma gorra).
Aunque la apertura de diafragma es f/8, bastante cerrada, la profundidad de campo no es tan grande como para que el fondo esté perfectamente en foco, de esa forma se reconoce su contenido pero el protagonismo sigue siendo para la pareja, es la consecuencia de una distancia corta entre la cámara y la zona de enfoque (poco más de un metro).
Elijo esta imagen, con el (espantoso) edificio al fondo, porque crea un triángulo al combinarse con las cabezas en primer plano; los triángulos aportan orden al introducir una forma geométrica dentro del encuadre, que a su vez es un rectángulo.
Y por último, un guiño no demasiado evidente. Fíjate en las personas caminando justo en la orilla. ¿No tienes la sensación de que la mujer de la visera mira al hombre de pantalón corto y que su compañero de banco dirige su mirada a la chica del bikini? Es algo en lo que solo reparé durante la edición de las fotografías, después de importarlas a Lightroom siguiendo el proceso recogido en esta infografía.
Tienes más fotografías propias desmenuzadas en la correspondiente categoría del blog, y apuntes para aprender técnica y procesado en una página que los recopila. Por cierto, si te gustan la Fotografía en la playa, no puedes perderte Life´s a Beach, de Martin Parr. ;-)
¿Qué opinas? Me encantará conocer tus impresiones a través de los comentarios. No dudes en compartir ahí tus pequeños trucos para Fotografía callejera. Y recuerda compartir la entrada en tus redes si te ha gustado o resultado útil. Gracias! :-)