
No sé si a ti te pasa lo mismo, pero a veces cuando hay otros fotógrafos dirigiendo sus cámaras hacia donde siento que puede haber una fotografía interesante ya no lo intento.
Es un error, claro, porque si nos esforzamos por mirar más allá de los clichés sigue habiendo muchas imágenes ahí fuera. No podemos perder de vista que cada uno de nosotros mira de una forma diferente (o así debería ser) y que además, en esto de la Fotografía de calle las cosas cambian de un segundo a otro, con lo que sigue habiendo mucho margen para captar el mundo de una manera interesante.
La fotografía de hoy me enseñó que aunque haya otros mirando en esa dirección no es un motivo (llámalo excusa) para renunciar a hacer tu foto. Por cierto, fue hecha durante la Romería de Santa Marta de Ribarteme, un acontecimiento que trato de no perderme nunca (has visto alguna que otra foto de años pasados por aquí), ver al gran Cristóbal Hara trabajando es otro gran argumento para acercarse.
La imagen
Ajustes de cámara y técnica
Aunque en eventos como este en los que hay mucha gente suelo emplear la distancia hiperfocal para no tener que decidir en cada momento en qué parte de la escena tengo que enfocar, al meterme bajo el balcón de la casa donde se celebra la subasta de animales la luz se había reducido bastante y una apertura de f/8 o f/11 (que son las que selecciono con la hiperfocal) resulta demasiado pequeña, de manera que ajusto mi cámara en un diafragma de f/5.6 y aumento la sensibilidad hasta ISO 1600.
Una fotografía de prueba es suficiente para comprobar que la velocidad de obturación sigue siendo lo suficientemente rápida como para congelar el movimiento. El resto de parámetros sigue el esquema de mis ajustes por defecto para Fotografía de calle.
Ahora sólo falta esperar a que suceda algo interesante. Y en Santa Marta eso pasa a menudo.
Composición
Me gusta encontrar partes de la escena que funcionan visualmente de una manera sencilla, así que normalmente me dedico a escudriñar lo que tengo ante mis ojos como si no fuese un todo sino una suma de encuadres más pequeños. Aunque últimamente me estoy empeñando en aprender a construir imágenes un poco más complejas aquel es mi planteamiento por defecto.
Ese anciano y el niño llevaban un buen rato por allí y en un determinado momento los dos coinciden en ese altar (sí, esa superficie de mármol es en realidad un antiguo altar que lleva ya unos años bajo el balcón), al lado de la gallina.
Entre ellos y yo hay un buen puñado de gente y fotógrafos así que no puedo acercarme tanto como me gustaría. Aún así la escena es demasiado interesante como para renunciar a ella. Enciendo la pantalla trasera de la cámara y extiendoel brazo elevándolo por encima de los demás, mientras espero que pase algo busco la distancia exacta que permita que los tres personajes ocupen todo el encuadre creando un triángulo con sus cabezas.
En un determinado momento el niño mira hacia la gallina y justo entonces el hombre gira su cabeza hacia la izquierda. El gesto del chaval es justo lo que estoy esperando, de hecho es mejor de lo que había imaginado.
Clic.
Me hubiese encantado mostrarte el paso a paso de la foto, como hice con la última entrega de esta categoría, pero lo cierto es que en esta ocasión sólo hubo un disparo. A veces la suerte nos sonríe.
¿Qué me cuentas? ¿Eres de los que renuncian cuando ya hay otros fotografiando aunque sientas ese pinchazo o por el contrario intentas conseguir tu propia visión? Me encantará conocer qué piensas, déjame tus impresiones y experiencias ahí abajo, y no dejes de compartir esta entrada en tus redes si te ha parecido interesante. Gracias!
Hola Jota, lo que vos comentas me ha ocurrido y continúa ocurriendo. No siempre capturo una imágen cuando hay muchas gente, en la medida de lo posible. Reconozco en mi caso, que esto es muy personal, trato siempre, en la medida de lo posible de estar lo más solo que el lugar me lo permita, para centrarme en lo que voy hacer o poder buscar el mejor ángulo, reconozco que son manías.
Pareceré raro o lo seré, pero también reconozco que sí, alguna vez lo he hecho, pero muy comodo, no me he sentido. Un saludo.
Néstor
Hola Néstor. :) Yo también necesito la soledad en cuanto a la creación (si estoy pendiente de lo que hacen los demás o de si me hablan no soy capaz de concentrarme), pero a veces puedo lograr ese estado a pesar de estar rodeado y que haya otros (a lo suyo) ya no me afecta. :)
Gracias por aportar!
Jota.