Es uno de mis rincones favoritos en Allariz. Aunque se trata de un mirador desde el que puedes ver el Arnoia siempre he preferido mirar hacia la calle, en dirección a la plaza. A última hora de la tarde, justo antes de que el sol se ponga, la luz es simplemente espectacular cuando tiñe esas paredes de un amarillo cálido.
Escogí una velocidad lo suficientemente rápida como para detener el movimiento de quien pasase, con ISO 200 eso me llevaba a una apertura de f/11. Parecía suficiente. Tras probar el encuadre horizontal (más lógico a priori al coincidir con la dirección de los caminantes) opté por quedarme con el vertical para sacar la mayor parte de esa fachada de la izquierda, seguramente una de las más bonitas del pueblo.
Después, sólo hacía falta esperar…

Por si te lo preguntas; probablemente la caminante acababa de cruzar el puente para pasar por delante de la de Vilanova sólo unos segundos antes.
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Adoro esos pueblos de callejuelas empedradas.
Tus fotografías estimulan mis ganas de una visita a tu lugar. No sé para cuándo, sólo sé que va a ser.
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Bicos J.
Por mi parte seguiré tratando de precipitar los acontecimientos. Sin prisas, no hay que ser impaciente con lo inevitable. :)
Bicos P.
J.