Hoy voy a contarte el paso a paso de una foto que surgió durante la mañana del Taller Fotografía la Ciudad: Bilbao de hace unos días. Verás no solo esa imagen si no también cómo fui cambiando mis decisiones y probando cosas distintas antes de dar con la tecla, en la línea de uno de mis libros favoritos para aprender: Magnum Contact Sheets.
Contexto
Generalmente durante mis talleres de Fotografía de calle no hago fotos. Tiendo a estar tan pendiente del grupo (aunque se haya dispersado para fotografiar) que no acabo de entrar en esa zona que me permite concentrarme al cien por cien en lo que pasa a mi alrededor.
Soy consciente de que así pierdo muchas oportunidades pero no pasa nada, tengo muy claro que durante los cursos los alumnos y su aprendizaje son la prioridad número uno. :-)
Aún así siempre llevo la cámara a mano, nunca se sabe. En cualquier momento puede surgir una ocasión para fotografiar y hay que estar preparado para sacarle partido.
La imagen

Composición
Nos habíamos reunido a las 9:00 para desayunar y comentar lo hecho el día anterior antes de acercarnos al Museo Guggenheim para iniciar la práctica del domingo. Después de algunos consejos e indicaciones para sacar todo el jugo a un sitio como ese el grupo se dispersa.
Entonces sucede esto.
Estoy sentado en la pasarela bajo el museo, esa que se eleva sobre el estanque de su cara norte. Tengo delante un pequeño grupo de turistas sentados al otro lado y con el edificio a sus espaldas. Pruebo a fotografiarlos en horizontal con un buen espacio libre a su izquierda, en un determinado momento se quedan solo dos y cada uno de ellos mira en direcciones opuestas. Aún así la situación no me parece demasiado interesante.
Hago una foto más en vertical, aprovechando la columna que sostiene el alero y metiendo a una mujer con su perro en el encuadre. Meh.
Hace un rato que estoy observando por el rabillo del ojo a una mujer que lleva una sombrilla de colores. La idea es meterla en el encuadre junto con los tulipanes de Jeff Koons que ves delante de la cristalera (tienen los mismos colores), aunque soy consciente de que están bastante lejos quizás pueda conseguir algo interesante.
Me levanto cuando pasa a mi lado y compruebo que en efecto no hay manera de meter la sombrilla y la escultura en la misma imagen y que esta funcione. Aún así fotografío a la mujer desde bastante cerca con la ría de fondo. Me gusta cómo la del sol pasa a través del paraguas y cómo éste la enmarca. Pero tampoco me emociona y además hay un par de pies que salen por debajo de la sombrilla.
Justo a las diez empieza a brotar la niebla de Fujiko Nayaka (puedes verla aparecer en la parte derecha de la foto de la sombrilla). Cuando miro hacia ella veo al operario de mantenimiento y cómo empieza a ser envuelto por la niebla, desapareciendo entre ella.
Hago un par de fotos. Demasiado lejos para lograr algo interesante con un objetivo de 35mm.
Me acerco, encuadro en vertical para llenar la parte superior del encuadre con el museo y dejar la niebla y la silueta del hombre en la parte inferior, además eso me permite acentuar los rayos de luz que se reflejan en la cristalera.
Disparo dos veces más.
La niebla no para de avanzar y amenaza con tapar al hombre por completo. Su postura no acaba de convencerme. Cuando está a punto de desaparecer se pone de espaldas y baja los brazos. Justo lo que esperaba.
Clic.
Ajustes de cámara y técnica
No hay secretos (una vez más) en el apartado técnico: modo prioridad a la apertura y F/8 (mis ajustes por defecto para Fotografía de calle). Como hay mucha luz disponible he bajado la sensibilidad hasta ISO 200 (y aún así el tiempo de exposición es muy corto: 1/1600 de segundo).
Muevo el punto de enfoque hasta tenerlo justo sobre la silueta del hombre (es la parte más relevante de la imagen y quiero asegurarme de que está en foco). El diafragma relativamente pequeño (F/8) consigue que tanto él como el fondo aparezcan nítidos.
Como ves, el proceso para hacer una fotografía de calle a menudo consiste en cambiar tus decisiones sobre la marcha hasta dar con una forma visualmente interesante de aprovechar lo que sucede ante tus ojos. En ocasiones no consigues el resultado que buscas, pero otras veces la suerte te sonríe y acaba poniendo la guinda.
¿Qué te parece la foto? ¿Qué opinas de ver las tomas previas? Cuéntame tus impresiones a través de los comentarios, me encantará saber qué piensas.
Tienes esta y muchas otras fotos de calle en mi perfil de Instagram.
Gracias por leerme y por compartir esta entrada entre tus amigos.
Jota.
“Justo lo que esperaba.”. Así comienzo el saludo a ti Jota y a todos l@s lector@s de estas crónicas de fotografía.
Comencé de esa manera este comentario, ya que es una certeza, cuando alineas tu ojo y la escena potencial y deseada, para luego disparar; no una vez, sino son varias antes de realizar la elección en casa. Aunque asumo que la constante práctica, lleva a sentirse satisfecho con un resultado determinado luego de varios disparos.
Es un proceso de sentimientos bastante racional, para mi, que nos obliga a conocer cada vez más del resultado, que ya es otro proceso de análisis (una “segunda fase”), muy particular de la (el) fotógraf@.
Personalmente, la fotografía en calle, se inicia por esa fusión del ojo, la interpretación de cada uno (concepto) y las innumerables imágenes que nos llevan a manejar técnicas de seteo.
Me sucede que hay fotografías que no tomo, pero que si son realizadas en mi cerebro; recuerdo el lugar, la hora, la iluminación natural de ese momento no retratado, los sujetos fotográficos, el momento personal, los movimientos de la escena, etc.
“Aún así siempre llevo la cámara a mano, nunca se sabe.”. Esta es otra clave, circunstancias más o menos, algunas veces voy sin ella y asumo el costo (e intento minimizarlo). Pero hay memoria, como la fotografías, construyendo historia.
Abrazos!!
Hola Jano! Muchas gracias por tu interesantísimo comentario, me halaga que mi foto (y el texto que la acompaña) te hayan inspirado tanto.
Un saludo y gracias de nuevo por tu aporte.
Jota.