La regla de los tercios es uno de los recursos de composición más empleados en Fotografía y una buena manera de dotar a nuestras imágenes de atractivo visual. Vamos a descubrir en qué consiste, cómo podemos emplearlo para mejorar nuestras fotos y de paso cómo evitar que se instale en nuestras imágenes para que no se vuelvan previsibles.
Antes, te dejo un ejemplo clásico del uso de la regla de los tercios en Fotografía de calle con una imagen de Henri Cartier-Bresson que analicé en profundidad aquí:

Esta entrada se une a los otros posts dedicados a los elementos de composición en Fotografía:
- Contraste
- El punto
- La línea
- Marcos dentro del marco
- Cuándo fotografiar en horizontal y cuándo en vertical
- Tamaño y escala
Qué es la regla de los tercios
Divide mentalmente el encuadre en tres partes mediante líneas, tanto horizontal como verticalmente, y visualiza los puntos en los que aquellas se cortan.
De una manera muy simplificada la regla de los tercios establece que esas intersecciones ejercen una mayor atracción visual que el resto de posiciones del encuadre.
Cómo aprovechar la regla de los tercios en Fotografía
Para aprovechar este recurso de composición en tus imágenes basta con colocar los elementos más relevantes en uno (o en varios) de los puntos de la regla de los tercios para que atraigan el interés de los espectadores.
Obviamente no es necesario que ubiques los elementos de manera exacta en la intersección, bastará con que ocupen una posición aproximada.
En esta foto de ejemplo tomada en Oporto el anciano y su sombra están (más o menos) situados sobre la intersección de la primera línea vertical y la segunda horizontal (de izquierda a derecha y de arriba a abajo, tal y como leemos en occidente).
Combínala con la ley de la mirada para dejar al personaje en la intersección de manera que dirija la vista hacia el espacio no ocupado.
En un retrato puedes acentuar la tracción visual de los ojos de la persona fotografiada al situarlos sobre una de las líneas (normalmente la superior) de la regla de los tercios. Piensa que siempre buscamos los ojos de los otros, si estos se encuentran sobre una zona visualmente atractiva su mirada gana fuerza.
Además, puedes emplear esta herramienta para situar el horizonte de tus fotografías sobre una de las líneas haciendo que el cielo o la tierra ocupen dos tercios del encuadre en lugar de repartírselo al cincuenta por ciento.
Y quien dice horizonte, dice cualquier línea o franja que divida el espacio, como por ejemplo la niebla en esta foto tomada en Bilbao que ocupa el primer tercio de la imagen.

Utilízala también para dejar espacio para el resto de ingredientes de tu imagen. ¿Qué tal el protagonista en una de las líneas y el “actor de reparto” en otra, más o menos enfocado?
Riesgos de la regla de los tercios
La regla de los tercios funciona, eso no puede negarse, pero su uso se ha extendido tanto que es muy difícil que una imagen construida en base a ella nos sorprenda por su composición. Ha llegado a convertirse en un recurso tan empleado que hasta los fabricantes de cámaras la han integrado en los visores superponiendo una rejilla que nos pone fácil situar los sujetos y las líneas siguiendo las intersecciones con absoluta precisión.
Todo eso ha hecho que nos acostumbremos a la herramienta hasta el punto de volverse previsible, por eso me gusta pensar en ella más como una orientación que como una regla-a-seguir.
En lugar de colocar siempre lo más obvio según la regla de los tercios trata de usarla como un recordatorio de que a veces es buena idea huir del centro del encuadre para ubicar elemento más relevante de tu foto. Hazlo probando las ubicaciones menos previsibles o coloca precisamente aquello que quieres que miremos en el lugar menos esperado.
En definitiva
Te interesa saber que al colocar el sujeto más importante de una fotografía en un determinado lugar del encuadre su atractivo visual aumenta. La regla de los tercios nos indica que al situar los elementos o las líneas más relevantes de una imagen en una zona en concreto el resultado es más estético.
Tómatela como un sugerencia en lugar de como una regla, y como un recordatorio para no recurrir siempre al centro del encuadre; no abuses de ella o tus fotos se volverán excesivamente previsibles. Y ten siempre en mente que a menudo (y más en disciplinas como la Fotografía de calle) saltarse las normas funciona muy bien.
Cuéntame: ¿recurres a la regla de los tercios a menudo?, ¿qué otras “normas” aplicas a tus fotos?, ¿te parece que abusamos de ellas?
Gracias por leerme y por compartir esta entrada entre tus contactos.
Jota.