No hay duda, lo digital ha puesto a nuestro alcance un buen montón de comodidades y de ayudas para hacernos la vida más fácil; en principio todas estas prestaciones están pensadas para simplificar el proceso de tomar fotografías, pero si les confiamos por completo el resultado pueden tener efectos contraproducentes. El punto de equilibrio está en aprovechar aquello que nos resulta útil manteniendo el control sobre el proceso, sin permitir que la cámara lo dirija, al fin y al cabo ella es la que tiene que estar a nuestro servicio, y no al revés.
Qué es el chimping
Una de las grandes ventajas de nuestras cámaras digitales es que podemos comprobar inmediatamente la fotografía que acabamos de conseguir, es lo que se conoce como “chimping”: verificar el aspecto de las imágenes en la pantalla trasera de la cámara, a medida que las vamos haciendo.
La primera vez que vi ese término fue al leer el manual de Fotografía definitivo, donde por cierto Bryan Peterson recomienda hacerlo de forma continuada. También habla del posible origen de la expresión: al parecer, durante un partido de fútbol americano, un fotógrafo profesional aprovechaba los tiempos muertos para borrar las fotografías que no estaban a la altura, cada vez que llegaba a una imagen que sí le gustaba emitía un grito de alegría que recordaba al de los chimpancés.
Peterson sólo ve ventajas a editar en la cámara (en el sentido de seleccionar y conservar únicamente las que merecen la pena) porque ahorra espacio en la tarjeta y tiempo frente al ordenador. Bueno, es una postura que tiene mucho sentido, pero no la comparto al 100%, un poco más adelante verás por qué.
Cómo y cuándo
El chimping puede ayudarte a hacer mejores fotografías, siempre y cuando lo hagas con cabeza… No pierdas nunca de vista que mientras compruebas cómo se ven las imágenes que ya tienes, pierdes la oportunidad de conseguir otras.
Cuándo hacer chimping
- cuando las circunstancias cambian y quieres comprobar que los nuevos ajustes producen el efecto esperado; si pasas de un escenario a otro suficientemente distinto (de luz a sombra, de una escena con mucho movimiento a otra en la que nada cambia de posición), puede ser interesante cambiar la configuración de tu cámara y verificar que la nueva configuración consigue lo que quieres, en ese caso considera la posibilidad de hacer una fotografía únicamente a modo de prueba y olvidar la pantalla tras comprobar que se ve como esperas
- cuando te quedas sin espacio en la tarjeta y la única manera de hacer hueco es eliminar archivos; si te pasa muy a menudo considera la posibilidad de comprar al menos otra tarjeta de memoria, la Ley de Murphy dice que te quedarás sin capacidad justo en el momento fotográficamente más interesante
- cuando no estás haciendo fotos; si te tomas un pequeño descanso o aquello que has ido a fotografiar ha acabado puede ser un buen momento para revisar qué tienes en la cámara, pero hazlo siempre manteniendo un ojo en el entorno, a veces donde menos te lo esperas podría aparecer la imagen de tu vida…
- para comprobar aspectos muy concretos (por ejemplo que en un retrato el enfoque está justo donde quieres, sobre todo si estás empleado una gran apertura) y que en caso de no cumplir tus expectativas podrían echar al traste toda la sesión. Eh! La posibilidad de ver las imágenes a medida que las haces es una gran herramienta si la empleas para asegurar buenos resultados. ;-)
Y cuándo no
- no te pares nunca a comprobar tus fotos si frente a ti está sucediendo algo interesante sobre lo que no tienes ningún control, a veces separar el ojo del visor durante un segundo puede ser suficiente para perderte el gesto que construiría una imagen magnífica
- si las condiciones se mantienen más o menos constantes: una vez que has comprobado (a través del visor, por ejemplo) que la combinación de apertura y velocidad es la que te interesa, o que el ISO que has fijado asegura la profundidad de campo o el efecto sobre el movimiento que buscas, olvídate de ver cómo queda cada imagen y concéntrate en explotar la escena al máximo, piensa en las siguientes fotografías en lugar de concentrarte en las pasadas
- como un motivo para dejar de fotografiar: sólo deberías parar cuando sientes que ya no puedes sacar nada más, cambiar de tema o de sujeto debería ser la consecuencia de haberlo intentado todo y no de haber conseguido algo interesante, porque cuando valoras lo que ya has hecho para pasar a otra cosa estás cerrando la puerta a que suceda algo inesperado, es como creer que el mejor resultado posible es el que ya tienes
Cómo hacer chimping
Creo que ha quedado bastante claro que no soy un gran fan de comprobar cómo se ven las imágenes a medida que las hago, aunque admito que es un hábito que me cuesta abandonar por completo. Una vez escuché decir a mi admirado Navia que si por él fuese, la pantalla trasera de las cámaras sólo mostraría el histograma… De ahí parte el primer consejo:
- para valorar la exposición atiende sólo al histograma; olvida la miniatura de la imagen que aparece a su lado porque ésta podría darte información errónea, por ejemplo en cuanto a las luces quemadas
- si vas a borrar imágenes hazlo sólo con las que no tengas dudas de que son prescindibles; a veces, cuando ves una fotografía en tu ordenador descubres detalles que pasan desapercibidos al contemplarla en la pequeña pantalla de tu cámara
- tu visor podría no mostrar el 100% del encuadre, no obstante al hacer chimping verás toda su amplitud, recurre a la pantalla trasera cuando aquel sea crítico
- si te habías propuesto hacer unas imágenes determinadas puedes hacer pasar las miniaturas para comprobar que no te has dejado ninguna, en ese caso te aconsejo que reduzcas su tamaño hasta ver unas cuantas de forma simultánea, como si fuese una hoja de contactos
- saca una conclusión rápida de cada imagen que elimines (eso también es válido cuando estás frente al ordenador descargando tu tarjeta), una foto mala es una oportunidad de mejorar así que no deberías limitarte a borrarla sin más: “mal, la velocidad de obturación era demasiado lenta”, “buf, aquí el enfoque se me fue atrás en lugar de al primer plano”, etc. No se trata de perder dos minutos cada vez que mandas a la papelera una fotografía (si descartas tantas como yo eso sería demasiado tiempo…) sino de aprovechar cada error para aprender una lección que puede ayudarte a conseguir un buen resultado la próxima vez
En definitiva, el chimping puede ser de ayuda siempre y cuando lo aproveches para hacer más y mejores fotos, no dejes que la posibilidad de comprobar cada imagen se convierta en una distracción o en un obstáculo para que las siguientes sean buenas.
¿Qué me cuentas? ¿Eres de los que comprueban cada fotografía o puedes aguantar? Cuéntame tus impresiones y experiencias en los comentarios, son todos tuyos. Y no olvides compartir la entrada en tus redes si te ha resultado útil. Gracias. :-)
En mi caso nunca borro fotos en la cámara, porque antes o después se termina corrompiendo la tarjeta y perdiendo la mitad de las fotos. Eso si mirar como va la cosa, mucho
Una aportación interesante Victor. Yo no lo hago continuamente e intento seguir “mis normas”, esas que lees arriba, pero la verdad es que de tanto en tanto sí borro algunas sobre la marcha. Tendré en cuenta tu recomendación. :)
Abrazo, y gracias!
Jota.
A veces miro las fotos. Nunca borro ninguna en la cámara. En parte porque mis sesiones no son de 6000 fotos o algo así. Además ahora el almacenamiento es barato. Además si deshaces la cadena numérica de fotogramas puede fallar la tarjeta. A veces salgo a hacer fotos digitales con la réflex y no miro en toda la sesión la pantalla. Me aseguro de que salgan bien no de corregirlas. Es lo que tiene venir de la fotografía tradicional.
Hola Juan. :)
Muchas gracias por tu comentario. Lo cierto es que la Fotografía analógica tiene otro ritmo que sin duda favorece determinadas cosas, como por ejemplo, no sentir la necesidad de comprobar el resultado cada vez que se dispara, un mal hábito que algunos hemos adquirido con la digital (aunque yo, por ejemplo, llevo desactivada la revisión automática de capturas, por ejemplo). :)
De nuevo gracias por aportar. Saludos!
Jota.
Estoy muy de acuerdo con todo lo que se dice en el post. Hay que mirar lo justo, si está bien expuesto y poco más, porque se pierde tiempo y oportunidades. Yo lo hago porque si no, puede que estés tomando fotografías completamente quemadas o subexpuestas (por el motivo que sea) y si no miras, al acabar la sesión te encontrarías con una profunda depresión postphoto. Afortunadamente, con las Fujifilm podemos ver el resultado en el propio visor y no perder mucho el tiempo.
Lo de borrar o no en la cámara… yo sí borro, pero lo hago porque no sabía que tenía repercusiones en la tarjeta. La próxima vez me lo pensaré dos veces.
Hola Diego! :)
Estoy contigo, una comprobación de vez en cuando para asegurarnos de que no “rompemos” nada, y después a pensar sólo en lo que se ve a través del visor!
Un saludo y gracias por tu aportación!
Jota.
crecí con una yashica 920, en la que la posibilidad de revisar las fotografías era hasta después de haber revelado el rollo, en realidad es la primera vez que encuentro el termino, por eso me llamo la atención el post… creo que si conoces tu cámara y te das un minuto para ajustar a las condiciones de luz cada vez que cambias de escenario, solo te tendrás que preocupar por un buen encuadre, respetar proporciones aureas o distorsionaras si es el efecto deseado… y para no quedarte sin memoria, basta con ser selectivos… esperar el mejor momento para la foto mirando por el lente de la cámara… como un buen cazador esperando el tiro perfecto…
Hola Selene. Muchas gracias por leerme y por tu comentario, eso antes de nada. Coincido contigo, a veces pasamos demasiado tiempo mirando y pensando en lo que ya hemos hecho en lugar de concentrarnos en cada imagen.
Muy buena aportación, gracias por ella. Un saludo.
Jota.