Cuando me acerco a la figura de alguien como Josef Koudelka la primera sensación siempre es la de estar ante una mole demasiado grande como para abarcarla o entenderla ni siquiera superficialmente. Ese es uno de los motivos por los que me ha gustado tanto este libro de Lunwerg Editores: aborda la trayectoria de Koudelka desde distintos ángulos, desgranándola en partes que, unidas, forman un cuerpo manejable.

Tras perderme en sus páginas no he encontrado una frase que resuma mejor la obra de Koudelka que la que le dedica en el prólogo su amigo Robert Delpire, quien creó esta obra en estrecha colaboración con el propio fotógrafo.
“Decir que Josef tiene una mirada salvaje es cierto, pero esta expresión todavía no es lo bastante contundente”. Robert Delpire.
Robert conoce bien a Josef (han trabajado juntos en libros y exposiciones) y destaca por encima de todo su capacidad para ver el mundo de una forma distinta, teatral, además de una calidad indudable que se mantiene a lo largo de multitud de temas tan distintos como los recogidos en este libro.
El libro
La obra se divide en bloques constituidos por un (breve) texto que introduce y da paso a una selección de fotografías relacionadas. Esa organización facilita enormemente la comprensión del trabajo de Koudelka y su evolución a lo largo del tiempo, además de presentar el contexto en el que se crearon las imágenes.