¿Quieres saber por qué a veces tu cámara te devuelve una imagen mucho más oscura o más clara de lo que esperas, haciendo que no se parezca a lo que estás fotografiando? En las siguientes líneas comprenderás cómo evalúa la luz y por qué a veces se equivoca al interpretarla…
En varias entradas dedicadas al aprendizaje de la técnica fotográfica hemos mencionado que la cámara mide la luz de una escena y que en base a esa estimación toma una serie de decisiones. Esto es así en todos los modos de funcionamiento excepto en manual, porque en este tu máquina no interviene en los ajustes y se limita a decirte, mediante la indicación del exposímetro, si considera que la exposición que vas a hacer va a resultar subexpuesta, sobreexpuesta o correctamente expuesta.
A tu cámara no le interesa toda la luz de la escena
Antes de nada, tienes que saber que tu cámara sólo considera la luz que se refleja en dirección a su interior, a través del objetivo. Imagina esta situación:
Esa flor bajo el sol recibe luz proveniente de éste y la refleja en todas direcciones (por eso es visible desde cualquier posición). No obstante a la cámara sólo le importa la cantidad de luz reflejada hacia ella, esa es la que mide el fotómetro en su interior (que por eso se llama “de luz reflejada” en oposición a los fotómetros “de luz incidente”); éste evalúa cuánta debe dejar pasar para registrar una fotografía correctamente expuesta.
Ya sabes qué sucede en Auto: cuando pulsas el botón de disparo, el diafragma y el obturador se combinan para que entre exactamente la cantidad de luz que tu cámara ha decidido por adelantado.
Tu cámara espera un 18% de reflexión
Al dirigir tu objetivo hacia un lugar, la luz que entra es valorada por el fotómetro, que ha sido calibrado para dar una exposición correcta cuando lo que hay delante refleja el 18% de la luz que recibe.
¿Por qué un 18%? Se ha llegado a la conclusión de que un gris que refleja el 18% de la luz (por tanto absorbe el 82%) se corresponde a un punto intermedio entre el blanco (una superficie que refleja el 100% de la luz, en teoría) y el negro (una superficie que la absorbe completamente). En cualquier caso, lo importante aquí es que comprendas que tu fotómetro “espera” que los objetos a los que apuntas reflejen aproximadamente (depende de la marca concreta) el 18% de la luz que reciben.
¿Qué sucede cuándo las cosas reflejan más o menos luz de la esperada?
Si la escena que quieres fotografiar devuelve en dirección a tu cámara mucha más o menos luz de la que espera el fotómetro, éste tomará decisiones equivocadas que afectarán al aspecto de tus capturas.
- Imagina que estas frente a un paisaje nevado; la nieve y en general las superficies muy claras reflejan una gran parte de la luz que reciben, mucho más que el 18% para el que ha sido calibrado el fotómetro de tu cámara. De esa forma, cuando encuadras un paisaje así, éste ajusta la exposición de forma que al final la cantidad de luz que pase en dirección al sensor sea mucho menor, haciendo que la nieve se registre como un gris, en lugar de blanca.
- En la situación opuesta, cuando apuntas hacia una superficie muy oscura, como por ejemplo un muro negro que refleja muy poca luz en dirección a tu cámara (menos del 18% esperado), el fotómetro obligará a tu cámara a aclarar la exposición para acercarla al resultado que considera bueno: el muro negro se registrará, también, en un tono gris.
En definitiva, cuando encuadras superficies que ocupan una buena parte del encuadre y éstas reflejan mucha más o mucha menos luz de la que espera el fotómetro, éste lo compensa oscureciendo o aclarando la fotografía resultante.
Cómo corregir a tu fotómetro cuando éste evalúa incorrectamente una escena
Ten presente esto: si la escena a la que te enfrentas refleja mucha más luz de la que espera tu cámara, la imagen resultará subexpuesta, si refleja mucha menos, el resultado será una fotografía sobreexpuesta. ¿Que hacer en estos casos? Tienes varias posibilidades:
1. Emplea un fotómetro de luz incidente
Sólo tienes que colocarlo bajo la luz en la que fotografías, y trasladar los valores de velocidad de obturación, apertura y sensibilidad a tu cámara, en modo manual.
2. Compensa la exposición
Gira el mando correspondiente en tu cámara en función del tipo de entorno en el que te encuentras: sobreexpón en un paso (o quizás en 2/3 de paso) si la escena refleja mucha luz, subexpón en un paso (o en 2/3) si la superficie que encuadras es muy oscura. Así te estarás adelantando a la decisión (equivocada) de tu fotómetro.
Ahí tienes más información sobre qué significa compensar la exposición.
3. Emplea una carta gris
Ese tipo de cartas están fabricadas en un gris que, efectivamente, refleja el 18% de la luz que recibe, de forma que al medir la luz sobre ellas la exposición fijada por tu cámara será correcta. Sólo tienes que colocar la carta frente a tu objetivo, bloquear la exposición apuntando hacia ella (mejor cuanto más encuadre ocupe), y hacer la fotografía con esos valores. No podría ser más fácil.
4. Calibra tu mano y recurre a ella
En realidad no necesitas tener una carta gris, te basta con llevar siempre encima una superficie de la que sepas cuánta luz refleja; por ejemplo, tu mano. En mi caso, he comprobado que la palma de mi mano refleja en torno a 1 punto más de luz de lo que haría una carta gris, de forma que en situaciones de iluminación complicadas compenso la exposición en +1EV, lleno el encuadre con ella, bloqueo la exposición y tomo la foto. Por lo general el resultado es acertado; ahí tienes un ejemplo.



Por cierto, esta es una técnica que aprendí del autor del manual de Fotografía definitivo.
Aprende a “calibrar” tu mano
No es tan complicado como podría parecer; aunque hay varias formas para hacerlo te mostraré la que me parece más sencilla:
- Haz una fotografía que salga correctamente expuesta en un lugar donde la luz no vaya a cambiar durante un rato, por ejemplo en un parque al sol
- Anota los valores (vamos a suponer, para este ejemplo, que son 1/125 f/8 ISO 100)
- Pon tu cámara en modo manual y ajusta exactamente esos valores de arriba
- Coloca una mano frente a la cámara, bajo la misma luz que tomaste la fotografía del punto 1, cuanto más encuadre ocupe, mejor. Fíjate en la indicación del fotómetro a través del visor o en la pantalla trasera. ¿Qué indica la flecha? Supongamos que en nuestro caso es +2/3; ese es el valor que tienes que recordar cuando quieras emplear tu mano como “carta calibrada”…
Ahora ya sabes por qué a veces tu cámara sobreexpone o subexpone tus fotografías en determinadas circunstancias, y cómo evitar que el resultado sea incorrecto. ¿Fácil, no? Ojalá te haya resultado útil, si es así, no olvides compartirlo en tus redes (gracias!). Si te apetece, puedes dejar tus impresiones en los comentarios, será un placer saber qué opinas. :-)
juasss, no conocía el truco de la mano, a veces he mirado de reojo algún fotómetro, por ejemplo el lumu lightmeter ! puede ser una buena idea, pero al final me voy apañando. Buen trabajo Jota, saludos.
Gracias Bieito!
Al final se trata de tener una referencia de la que sepas cuánta luz refleja… Nunca he considerado comprar un fotómetro (hago sobre todo “calle” y no me parece muy práctico), pero el de la mano sí que me ha resultado un “truco” muy útil alguna que otra vez.
Abrazo! Jota.
Hola Jota, antes que nada, enhorabuena por la página. Tienes una gran capacidad para explicar las cosas.
Honores aparte, te formulo la pregunta. Dices “En mi caso, he comprobado que la palma de mi mano refleja en torno a 1 punto más de luz de lo que haría una carta gris, de forma que en situaciones de iluminación complicadas compenso la exposición en +1EV, lleno el encuadre con ella, bloqueo la exposición y tomo la foto. Por lo general el resultado es acertado; ahí tienes un ejemplo.” Bien, leyendo el orden en el que actúas (compenso, encuadro y bloqueo exposición), deduzco que hablas de modos semiautomáticos. En el caso de hacerlo en manual, ¿cómo sería? ¿Primero expongo correctamente sobre mi mano y a eso le subo un punto?
Muchas gracias y un saludo, compañero!
Hola José Manuel! Antes de nada, gracias por tus amables palabras, me alegra mucho que te guste el blog. :)
En cuanto a tu pregunta: sí, suelo emplear el modo de prioridad a la apertura, me he acostumbrado y me resulta muy sencillo tomar decisiones así (de hecho suelo dejar fijo el diafragma y variar únicamente el ISO cuando necesito más o menos velocidad). Si quiere hacer lo mismo con la mano en modo manual, sólo tienes que repetir los pasos llenando el encuadre con ella, y fijar una combinación tiempo+apertura+ISO que haga que la indicación del exposímetro marque +2/3 o +1EV. También vale lo que dices tú: exponer a 0EV para la mano y después aumentar un paso de exposición (duplicar el tiempo, abrir al doble el diafragma o duplicar el ISO). El resultado debería ser el mismo. :)
Saludos, y gracias de nuevo!
PS: has visto el libro? (https://jotabarros.com/libro-de-fotografia-ve-mas-alla-del-modo-auto/) ;)
Jota.
Felicidades por esta (y otras) guías que tienes escritas Jota. No tenía ni idea del truco de la mano, sin duda lo probaré! Personalmente uso mucho el histograma pero eso es solo una ayuda. Además, me compré una carta gris que no he usado nunca :/ Sigue así, un saludo!
Hola Josep! :)
Gracias por tus palabras! Un saludo y vuelve por aquí cuando quieras, será un placer contar con tu visita!
Jota.
Desearía información del curso en Valencia del mes de octubre, gracias
Un saludo
Hola Javier. :) Muchas gracias por tu interés, te he enviado un correo con información relativa a Valencia. Saludos!
Jota.