¿Qué es lo que más influye en el resultado de tus fotos? ¿Se trata de la cámara o el objetivo que estás empleando? ¿Los ajustes de apertura y tiempo de exposición? ¿Los recursos de composición que conoces?
No.
Evidentemente todo eso puede jugar un papel definitivo en el aspecto de tus imágenes, pero no es ni mucho menos lo más importante en cuanto al resultado. Porque, en realidad, esos aspectos son (o deberían ser) la consecuencia de algo previo.
Empezamos.
Tres pasos para hacer una fotografía (interesante)
Ves algo que llama tu atención, te llevas la cámara al ojo y disparas. Ya tienes una foto. La pregunta es: ¿refleja lo que pretendías conseguir? Si el proceso ha sido tal cual probablemente no, te has saltado el paso más importante.
A la hora de tomar una imagen, si con ella quieres transmitir algo más allá del mero recuerdo de haber estado allí, te propongo un proceso de tres pasos:
- Mira (y ve).
- Piensa (y decide).
- (Actúa en base a tus decisiones y sólo entonces) dispara.
Que el término “proceso” no te asuste. En realidad esto no lleva tanto tiempo ni tanto esfuerzo como puede parecer, y además con la práctica se convierte en algo automático.
La cuestión es que no puedes alcanzar un determinado resultado si no te has planteado un objetivo, y que cuando ves algo que llama tu atención (paso 1) aunque no lo sepas ahí hay unas expectativas. Vale que son tuyas, pero ese no es un motivo para no dedicar un instante a averiguar qué quieres conseguir.
Mejora tus fotos
Así pues, vas por la calle con tu cámara y algo capta tu atención. Notas que ahí hay una foto en potencia…
Espera. Aguanta. No dispares tu cámara (o tu móvil) todavía.
Tómate un par de segundos y pregúntate esto: ¿cómo puedo conseguir una imagen interesante aquí?
Porque de eso se trata, ¿no? De hacer fotos visualmente interesantes, de esas que nos hacen mirarlas una y otra vez, que transmiten algo o que, por lo menos, generen en el espectador el mismo interés que sentimos nosotros justo antes de pulsar el botón de disparo.
Tu intención lo cambia todo
Por eso este paso es el más determinante, con él vas a conseguir que tu imagen comunique lo que tú quieres contar. Algo que sólo sucede si tú te lo has contado antes.
Así que dedica un par de segundos (en serio, cuanto más hagas esto menos tiempo te va a llevar cada vez) a preguntarte qué quieres transmitir. ¿Lo cómico de la situación? ¿La belleza de un lugar? ¿Quizás quieres hacer un buen retrato de alguien interesante? Etc.
Entonces, una vez que sabes qué quieres lograr lo demás viene (casi) rodado; ahora tus decisiones tienen un objetivo, si antes el abanico de posibilidades era infinito (“si no sabes hacia dónde vas, cualquier camino te vale”) ahora ya no todo te sirve; si buscas reproducir una situación cómica probablemente lo que mejor funcione sea dejar fuera del encuadre aquello que la explica o le quita gracia, si quieres transmitir la belleza de un paisaje deberías plantearte dejar fuera todo aquello que lo afee, si lo que buscas es un buen retrato puedes pensar en escoger un fondo que no robe protagonismo al retratado o incluirlo si con eso ganas contexto… Y así con todo.
Primero la intención, después las decisiones
Ahora sí que toca pensar en ajustes como la velocidad de obturación, apertura de diafragma o longitud focal, y en aspectos compositivos… Pero sólo ahora que ya sabemos qué queremos conseguir. Al fin y al cabo cosas como un tiempo de exposición más o menos largo o una profundidad de campo más o menos escasa son sólo herramientas, y las herramientas se usan para lograr resultados. Dicho de otra forma:
No abres tu caja de herramientas y coges una sin saber qué quieres hacer. En Fotografía igual: primero “qué quiero”, después “cómo lo hago”.
De modo que tomas las decisiones (técnicas, compositivas) que mejor se adaptan a lo que quieres conseguir (tu intención), las pones en marcha (o directamente las ignoras, si con eso también puedes lograr lo que buscas…) y ya, por fin, disparas.
Clic.
Ahora sí que tienes algo con lo que comparar el resultado: tu intención. ¿Lo has logrado? Fantástico, enhorabuena. ¿No? Enhorabuena también: ahí tienes una magnífica oportunidad de aprender y aumentar tus probabilidades en tu próximo intento… :-)
Y tú, ¿cómo te planteas el proceso de hacer una foto? ¿Eres de los que piensan mucho antes de pulsar el botón de disparo o por el contrario lo haces de manera instintiva? Cuéntame tus impresiones y experiencias a través de los comentarios. Si esta entrada te ha parecido interesante, compártela entre tus amigos… Gracias!
Muy buen artículo. Salir a la calle a disparar a todo sin reflexión alguna difícilmente traerá buenas fotos. Saludos!!
A veces puede resultar, pero yo también creo que debemos poner algo más de nuestra parte. Saludos Ernesto!
Jota.
¡Muy bueno! Saludos desde Argentina,
Juan José Levy
Hola Juan José! Muy agradecido! Saludos desde Galicia, España!
Jota.