Si Robert Frank es uno de los fotógrafos más importantes de la historia de la Fotografía es, principalmente, por su libro The Americans, un trabajo que cambió para siempre la visión que se tenía del medio y que tuvo un impacto casi imposible de calibrar.
Aquel libro fue el resultado de un viaje de miles de millas a través de los Estados Unidos, a bordo de un coche de segunda mano y gracias a una beca de la John Simon Guggenheim Foundation a la que accedió por mediación del apoyo de ilustres como Brodovitch, Steichen y el mismísimo Walker Evans.
Con padrinos así está claro que antes de Los Americanos Frank ya contaba con un trabajo que merecía atención. Las imágenes que había tomado durante su estancia en Valencia durante 1952 y que conforman el libro que te presento hoy son la prueba irrefutable y a la vez el germen de lo que vendría después.
Estructura y forma
Valencia 1952 fue lanzado a medias por La Fábrica y Steidl y se imprime en las instalaciones de esta editorial en Alemania, de forma que el resultado tiene una calidad fuera de toda duda.
El papel tiene un tacto magnífico y las imágenes un nivel de detalle que permite recrearse en cada centímetro. No está de más mencionar que la edición del trabajo corrió a cargo del propio Robert Frank junto con Vicente Todolí (director de la Tate Modern de Londres entre los años 2003 y 2010), ellos seleccionaron y dispusieron las más de 50 imágenes del libro y concibieron un diseño sobrio y elegante en el que absolutamente nada está fuera de lugar.
Son 82 páginas cuadradas (el libro exteriormente mide 26 x 26 cm) que se abren con dos textos a cargo del fotógrafo, inmediatamente seguidos por las imágenes, que se muestran rodeadas de un espacio en blanco y la mayoría de ellas emparejadas dos a dos, sin número de página ni pies de foto. Sólo fotos. Nada más y nada menos.
Gente sombría y sucesos negros, gente tranquila y lugares pacíficos y las cosas con las que se ha topado la gente, es lo que intento mostrar en mis fotografías.
Robert Frank
Tras la última captura, en la que se ve al propio Robert Frank con su hijo Pablo en brazos en las calles de Valencia, hay una interesantísima conversación entre Todolí, Sarah Greenough (jefa del departamento de Fotografía de la National Gallery of Art de Washington y autora de Looking In: Robert Frank´s The Americans) y Peter MacGill (presidente de la galería Pace/MacGill de Nueva York, que no sólo representa al propio Frank sino también a Harry Callahan e Irving Penn).
Un detalle que marca la diferencia: las portadillas (la parte del libro que viene justo después de las guardas) incluyen parte de las hojas de contacto de los negativos de Frank, de esa forma nos permiten ver algunas de las imágenes que se quedaron fuera del trabajo, al lado de las seleccionadas. Si como a mí te gusta aprender de los descartes, disfrutarás incluso de ellas (y seguramente también de un libro como Magnum Contact Sheets).
Contenidos
Las imágenes de Frank son, claro, motivo más que suficiente para deleitarse con el libro, pero antes de entrar en esa parte permíteme que te hable del otro gran argumento de Valencia 1952; porque la conversación que viene justo a continuación de las capturas arroja tanta luz sobre el propio trabajo y sobre la figura del suizo que se bien se merece algunos párrafos.
Son seis páginas intercaladas con fotografías. En ellas, los cuatro interlocutores charlan sobre la biografía de Frank, sus motivaciones para recalar en un sitio como la Valencia de posguerra tras su paso por Nueva York, Perú y París antes de volver a los Estados Unidos, y profundizan sobre su forma de trabajar (a pie, sin salir apenas del barrio de pescadores del Cabanyal en el que pasó, con su familia, los 5 meses de la estancia). Hay referencias a Luis Buñuel, Walker Evans y a Eugene Smith (al que Robert Frank admiraba y con el que mantuvo correspondencia), a trabajos posteriores como The Americans y anteriores como People You Don´t See, para el que había seguido a sus vecinos en Nueva York durante jornadas completas.
La transcripción de esta charla permite comprender el cambio que se produjo en la forma de mirar y de trabajar de Frank durante su temporada en Valencia, y cómo ese hecho influyó definitivamente en su enfoque posterior, del que saldría su obra por excelencia. Se nos cuenta que en Valencia el suizo descubrió que su intuición como fotógrafo era acertada, y que allí conquistó la libertad creativa que más tarde le permitiría concebir y llevar a cabo The Americans. Hasta ese punto el libro de hoy supone un hito en su carrera.
La última frase del texto en cierta forma lo engloba y resume a la perfección:
La poesía funciona desde dentro hacia fuera, no al revés, y creo que eso es lo que sucede en Valencia.
Vicente Todolí
Las fotografías de Valencia 1952 (muchas de ellas inéditas hasta la aparición del libro) son la consecuencia de un cierto hartazgo respecto a los reportajes narrativos que entonces se publicaban en LIFE; no hay una historia lineal sino el retrato de un lugar y sus gentes. Tampoco es la visión de alguien que está de paso sino la de un forastero que se ha tomado el tiempo necesario para ser aceptado y entender una forma de vida muy distinta a la que había conocido hasta entonces.
Las imágenes están empapadas de dignidad y de humanidad a pesar de las dificultades y estrecheces propias de la época. Describen, de forma poética, la vida cotidiana de una pequeña comunidad de la que Robert y su familia llegaron a sentirse parte. Tanto es así que las capturas se realizaron en un radio de sólo unos cientos de metros, más que suficientes para que en ellas haya desde procesiones y otros ritos hasta paisajes completamente vacíos, escenas de playa y de muerte, o un breve (y atípico) reportaje sobre un camarero que sueña con convertirse en torero…
Se diría que en este trabajo la mirada de Frank despliega todo un pequeño universo a partir de un pequeño rincón del mundo, en un momento muy concreto de su historia. El resultado es una visión introspectiva y a ratos ambigua, pero siempre rebosante de empatía y de respeto hacia el otro.
No quiero ser el fotógrafo que pulsa el botón y se da la vuelta.
Robert Frank
En definitiva
¿Qué lleva a alguien a crear un trabajo de las dimensiones de The Americans? No tiene sentido pensar que algo así surge de la noche a la mañana, más bien es el resultado de un proceso que lleva a liberarse completamente de los esquemas imperantes en la Fotografía para aprender a ver por uno mismo, de una forma absolutamente personal.
Eso es precisamente Valencia 1952, el trabajo en el que Robert Frank comenzó a mirar tal y como después miraría a su país de adopción. Es el testimonio de una etapa clave en la definición del estilo de uno de los fotógrafos más importantes de todos los tiempos.
Para saber más
Título: Valencia 1952.
Autor: Robert Frank.
Editorial: La Fábrica y Steidl.
Año de publicación: 2012.
En una frase: Descubre otro de los grandes trabajos de uno de los autores imprescindibles de la historia de la Fotografía.
Dónde conseguirlo: Compra tu ejemplar de Valencia 1952 en este enlace (con sólo un par de clics).
Bonus: aquí puedes leer la entrada dedicada a Robert Frank en el blog.
Otras grandes obras que no deberías perderte:
- The Americans, Robert Frank
- Minutes to Midnight, Trent Parke
- Gitanos, Koudelka
- Los Inconformistas, Martin Parr y Susie Parr
- William Eggleston´s Guide
- The Decisive Moment, Henri Cartier-Bresson
Todos los libros que han pasado por el blog están en el apartado de recomendaciones.
¿Qué te parece Valencia 1952? ¿Qué opinas del trabajo de Frank? ¿Te gusta? Cuéntame tus impresiones en los comentarios, me encantará conocerlas. Si te ha gustado la entrada, compártela en tus redes para que otros también puedan leerla (gracias!).