Marc Asnin era un adolescente que estudiaba Fotografía, tenía que desarrollar un proyecto y escogió como protagonista al que entonces era su héroe; su tío y padrino Charles Henschke encarnaba todo que Marc quería ser. Un tipo duro lleno de tatuajes que llevaba pistola. Lo que comenzó como un ejercicio para la escuela de arte acabó por convertirse en un trabajo de tres décadas durante las que documentó una vida marcada por la enfermedad mental, las adicciones y las relaciones fallidas.
Ese proyecto acabó tomando la forma de un libro que hoy nos permite ser testigos de la historia de Charlie. Iba a compararlo con asistir al pase de un gran documental pero se parece mucho más a presenciar una obra de teatro muy intensa. Desde la primera fila y sabiendo que todo es real.
Hoy en día Marc Asnin es fotógrafo documental, su trabajo se publica en medios como Life, Fortune, The New Yorker, The New York Times Sunday Magazine o Stern y ha recibido numerosos y prestigiosos premios entre los que destacan el Robert F. Kennedy Journalism Award y el W. Eugene Smith Grant in Humanistic Photography. Todo comenzó fotografiando a su tío Charlie.
Estructura y forma
Uncle Charlie es un libro de buen tamaño (22 x 30 centímetros y más de 400 páginas). Su cubierta ya adelanta que no va a ser cómodo; el protagonista nos dirige una mirada que emerge de entre las sombras como quien señala amenazando con el dedo.
En su interior se combinan las palabras de Charlie en diferentes tipografías y tamaños, reproducciones de documentos (calificaciones escolares, cartas, dibujos infantiles, certificados de nacimiento, informes médicos y de los servicios sociales…) y, claro, fotografías (sobre todo capturas hechas por el propio Marc pero también viejas estampas familiares). La primera sensación es de caos y desorden, en consonancia con la vida que ilustra.
Las fotografías, a menudo a toda página, siempre en blanco y negro, se alternan con reflexiones de Charlie (en inglés) que a ratos ocupan párrafos completos y otras veces se desparraman por la página, una palabra por línea. Habla sin tapujos sobre la familia y la vida en el barrio, sobre sus relaciones y matrimonios y sus cinco hijos, sobre sexo y drogas. Habla de fracaso, de dudas y de impulsos no refrenados.
Marc se ha referido a su libro como un reflejo de la vida, cruda e ininteligible, sin respuestas sencillas ni resumen posible. No cabe duda de que ha conseguido que este volumen transmita precisamente esa sensación.
Contenidos
El libro comienza con los recuerdos más tempranos de Charles, un entorno familiar complejo y un padre alcohólico. A través de las típicas imágenes que podríamos encontrar en un álbum familiar y el relato de su niñez y juventud podemos reconstruir el comienzo de todo. Cómo, por ejemplo, renunció a la oportunidad de estudiar y salir del barrio por mantenerse al lado de su padre, a pesar de haber superado una exigente prueba de acceso para cursar estudios superiores (Charles destacaba entre los demás niños del colegio por una inteligencia muy superior a la media).
A partir de ahí prosigue el relato de una vida vivida a trompicones, saltando de un matrimonio a otro, salpicada por el consumo de drogas y con la esquizofrenia como una constante, marcada por la entrada y salida de distintos trabajos e instituciones mentales. Una existencia llena de sueños rotos y de decepciones pero también, como dice el autor, la historia de resiliencia de alguien con la capacidad de encontrar momentos de felicidad entre la opresión.
Mi tío nació en medio de la disfunción y ha engendrado disfunción a lo largo de su vida. Como su padre, Tío Charlie ha acabado frente a la ventana, como un cascarón de sí mismo, mirando hacia un mundo que nunca tuvo sitio para él, esperando por una oportunidad que no llegó.
Pero sobrevivió. A pesar de todo, sobrevivió. Y eso no puede quitárselo nadie.
Las fotografías de Asnin lo ilustran todo desde muy cerca. Son imágenes directas, crudas, llenas de fuerza y en muchas ocasiones descarnadas, desde luego a la altura de las palabras que las acompañan si es que no las superan. Momentos cotidianos, retratos de Charlie y la gente que ha formado parte de su vida en algún momento, instantes íntimos y (muy) a menudo incómodos pero siempre significativos. Parecen la consecuencia de mantener la mirada de alguien, sin apartarla ni siquiera cuando la situación se vuelve molesta.
A lo largo de las páginas las sombras van ganando terreno, la inocencia desaparece y las consecuencias de una vida de adicciones y decisiones equivocadas se van haciendo dueñas de la situación hasta empañarlo todo. Treinta años dan para mucho y tenemos que felicitarnos porque Asnin se ha mantenido al pie del cañón para convertirnos en testigos de un relato duro pero a la vez tierno y lleno de dignidad.
Tras treinta años fotografiándolo soy el último tipo en pie, la única constante en la vida de Charlie.
En la última fotografía, Tío Charlie fuma un pitillo en un sofá, semidesnudo, sosteniendo una pistola y mirando a través de la ventana. Como quien se prepara para rechazar un ataque más del mundo exterior.
En definitiva
Uncle Charlie es el diario escrito a medias entre dos hombres. Uno convertido en la sombra de lo que pudo haber sido, el otro empeñado en devolverle la dignidad contando su historia y manteniéndose a su lado incondicionalmente a pesar de la enfermedad, las drogas y todas las sombras, por oscuras y profundas que fuesen.
Y así nos da la oportunidad de echar un vistazo tras los ojos amenazantes de la portada, para recordarnos que tras cada ser humano (también tras aquellos a los que descartamos como tales) hay una vida de la que a menudo no sabemos nada. En cierta forma la cámara de Marc Asnin y las palabras de Charles Henschke crean, además del testimonio de una existencia turbulenta y atormentada, un alegato sobre la dignidad humana.
Para saber más
Título: Uncle Charlie.
Autor: Marc Asnin.
Editorial: Contrasto.
Año de publicación: 2012.
En una frase: Conoce de primera mano la vida de un superviviente, a través de sus propias palabras y de las imágenes de alguien empeñado en permanecer a su lado.
Dónde conseguirlo: Compra tu ejemplar de Uncle Charlie en este enlace (con sólo un par de clics).
Bonus: aquí puedes ver la página web de Marc Asnin.
Otras grandes obras que no deberías perderte:
- The Americans, Robert Frank
- Minutes to Midnight, Trent Parke
- Gitanos, Koudelka
- Los Inconformistas, Martin Parr y Susie Parr
- William Eggleston´s Guide
- The Decisive Moment, Henri Cartier-Bresson
Recuerda que todos los libros que han pasado por el blog están en el apartado de recomendaciones y que en su día publiqué un listado con mis 10 libros de Fotografía absolutamente imprescindibles.
¿Qué opinas de este libro de Marc Asnin? ¿Qué te parecen las imágenes y cómo ha tratado la historia de su tío? Me encantaría leer tus impresiones a través de los comentarios de la entrada, un poco más abajo. Si te ha gustado o te ha parecido interesante, difúndela en tus redes (gracias!).
Fuentes:
- El propio libro [english].
- Una breve reseña en The New Yorker y otra en The University of Arts.
- Las palabras del propio Marc Asnin para la web Festival della Fotografía Etica.
- Una artículo en The Guardian.
Que buena pinta. Creo q será el próximo libro que compre. Gracias.
Hola Pablo. :) Es un libro impresionante, si te ha gustado en pantalla, cuando lo tengas en las manos te va a entusiarmar. Ya contarás.
Un saludo y gracias por tu comentario.
Jota.
Que es un libro que no leeré ni veré sus fotografías por buenas que sean. No me siento capaz de ver tanto sufrimiento
Saludos
Gracias por tu comentario, Pilar. Puedo entenderlo. Un saludo! :)
Jota.