Tus fotografías están construidas con todo lo que dejas dentro de los límites del encuadre, no solo por lo que ocupa el primer plano o una de las intersecciones de la regla de los tercios. Todo. De izquierda a derecha, de arriba a abajo. Y de delante a atrás…
Te lo contaba cuando hablábamos de la importancia del encuadre en Fotografía: nos conviene tener en cuenta que quien ve nuestras imágenes no cuenta con la misma información que nosotros, no recuerda la situación (no la vivió), no sabe cuál de todos los elementos que tiene a la vista es el más relevante, ve lo que ve, y con ello trata de responderse a las preguntas que le plantea tu imagen.
Nuestras fotografías son como un puzzle que los demás tienen que montar, por eso nos conviene tener cuidado con las piezas que dejamos sobre la mesa para que quien viene detrás resuelva el acertijo. Cuando hay sólo tres o cuatro piezas que encajan perfectamente el resultado será muy probablemente el que esperamos, si por el contrario sobran piezas o hay demasiadas, bueno, es muy fácil que la interpretación del rompecabezas no sea la que nosotros buscábamos al pulsar el botón de disparo…
Analiza tus fondos y aprende de ellos
El fondo es aquello que dejamos detrás de la persona o el objeto teóricamente protagonista de nuestras imágenes. Lo de “teóricamente” obedece a que, a veces, el propio fondo puede convertirse en un elemento predominante, tanto si lo buscamos como si no.
Echa un vistazo a algunas de tus fotografías esforzándote por obviar aquello que te hizo accionar el obturador: si se trata de un retrato, olvida al retratado, si querías plasmar una acción en la calle, mira justo lo que sucede detrás, y así con todas.
Visualiza de forma crítica el fondo de tus imágenes mientras te haces esta pregunta: ¿lo que hay detrás aporta a la fotografía, o por el contrario resta atención a lo que me importaba cuando disparé? En aquellas imágenes en las que el fondo se convierte en una distracción, plantéate cómo podías haber anulado su protagonismo.
Imaginemos un retrato de alguien en plena calle, con otra gente a los lados y detrás, tan nítidos como el teórico protagonista de la toma. ¿Había una pared de un color neutro que podías haber empleado como fondo? ¿Habría funcionado una profundidad de campo muy escasa para desenfocar a los transeúntes del fondo? ¿Qué más podías haber hecho para dejar claro el mensaje de la imagen?
Toma notas mentales (o mejor, hazlo físicamente en una hoja de papel) mientras aprendes de tus errores. No se trata tanto de saber en todo momento cómo conseguir un buen fondo, sino sobre todo de ser consciente de que está ahí y que es un elemento más a tener en cuenta.
No hay excusas, el fondo de tus fotografías es responsabilidad tuya
Ya, pero es que lo importante es lo que se ve en primer plano, eso que ocupa el centro del encuadre. Para ti, sí. Para el resto de espectadores, los que no seguimos tu razonamiento a la hora de hacer la fotografía, todo tiene la misma importancia, a no ser que recurras a alguna herramienta para destacar unas partes frente a otras.
Cuando vayas a hacer una fotografía no te fijes sólo en lo que ha llamado tu atención, cuestiónate también si el fondo suma a la historia o si, por el contrario, distrae de esta. Si es lo segundo, esfuérzate por mejorarlo, no te conformes con “justificar” su existencia con un “es que era así”.
Si te estás preguntando cómo mejorar un fondo inadecuado, hay al menos unas cuantas posibilidades, la mayoría implican jugar con el espacio, pero también puedes echar mano del tiempo… Mira:
- cambia tu punto de vista, a veces un simple paso hacia un lado a un lado puede cambiar completamente lo que queda detrás del sujeto principal, si te desplazas todavía más, podrías llegar a recortarlo contra una superficie sin detalle, o incluso contra el cielo
- aprovecha a tu favor la profundidad de campo reducida para dejar nítido solo lo que quieres destacar y/o juega con el tiempo de exposición si unos elementos se mueven y otros no (un tiempo largo podría ocasionar que los que se están desplazando no se distingan, y es sólo una posibilidad de muchas…)
- espera (si la situación lo permite), porque a medida que se desarrollan los acontecimientos la parte de atrás de tu imagen podría cambiar sensiblemente (deja que aquel coche arranque, date un par de segundos hasta que el niño que asoma justo por detrás de la persona que quieres fotografiar esté un par de pasos separado de su cuerpo, etc.)
- si no puedes vencerlo, únete a él: a veces no hay forma de desembarazarse de un mal fondo, cuando sea así, intenta minimizar los efectos o, aún mejor, aprovéchate de él buscando una manera de conectarlo con la historia que quieres contar (enseña elementos que aporten contexto o que digan dónde fue tomada la foto, que expliquen algo del entorno o del personaje…)
Ten en cuenta que si haces fotografías en entornos muy concurridos, con mucha información a distintas distancias y con una alta profundidad de campo (una situación típica de Fotografía callejera), prácticamente todo lo que haya por delante de tu cámara en el momento de apretar el botón de disparo se va a registrar de una forma nítida en la imagen final. Piensa en tu visor como un troquel que va a cortar un “trozo de realidad” de forma rectangular y con espesor hasta donde alcanza la vista. En esa situación es muy importante escudriñar el fondo para aprovecharnos de él y convertirlo en un elemento significativo de nuestras imágenes.
En definitiva
Cuando haces una fotografía estás contando una historia; puede ser un relato sencillo o más bien complejo, pero en ambos casos todo lo que se ve contribuye a su lectura. El fondo es un ingrediente más, si incluye información, asegúrate de que suma a la historia que pretendes contarnos (o, en el peor de los casos, que distrae lo menos posible), si por el contrario resta fuerza al mensaje, vale la pena trabajar hasta encontrar uno mejor.
Dime, ¿le das al fondo de tus imágenes la importancia que merece? Me encantaría conocer tus reflexiones a través de los comentarios. Y no dejes de compartir esta entrada si crees que puede resultar útil a los demás. :-)
Por cierto, tienes más reflexiones aquí. Si quieres estudiar algunas fotografías de los más grandes para comprobar cómo manejan este elemento clave, puedes hacerlo en la correspondiente categoría del blog.
Efectivamente, los fondos tienen una importancia tal que incluir su información en nuestras capturas puede agregarle mayor valor visual. Siempre he pensado que su papel, aunque sea secundario en muchos casos, le da soporte, energía y un aura especial a la escena captada.
Interesante nota Jota… como ya es habitual.
Saludos.
Hola Javier. :)
No podríamos coincidir más en la importancia que le damos al fondo. Gracias por pasarte y aportar, un saludo!
Jota.
te falto ejemplos (imágenes) de lo que expones. recuerda que una imagen vale más que mil palabras…
Gracias por tu aportación, sin duda tienes razón. :)
Jota.
Gracias por difundir la entrada! :)
Jota.