En 1966, el campeón mundial Muhammad Ali era una fuerza de la naturaleza, y esta imagen lo demuestra a la perfección. Los brazos abiertos abarcan Chicago, la ciudad a su espalda, aunque da la impresión de que podrían hacer lo mismo con el mundo entero. Los ojos clavados en la cámara, desafiantes. La pose, saltando desde un puente, evidencia el descaro y el atrevimiento de un hombre destinado a convertirse en un mito del deporte. En sus propias palabras:
“Soy lo más grande que haya existido nunca. Soy tan grande que no tengo ni siquiera una marca en mi rostro. He sacudido al mundo.” M. Alí.
Agencia Magnum (pulsa sobre la imagen para llegar a su perfil en la web de la cooperativa, seguramente descubrirás que conoces más imágenes suyas de las que crees…).
“Float like a butterfly, sting like a bee”. Uno de los grandes boxeadores de la historia, y probablemente el más popular y carismático con permiso de los más actuales, como Tyson o Mayweather. La fotografía también me gusta, aunque hubiera preferido otra expresión en sus ojos.
Admito que su expresión no es lo que más me atrae de la imagen, y sin embargo, cuanto más la miro más me encaja con la idea que tengo de Ali. Supongo que en cierta forma traslada a su rostro el lenguaje corporal del resto.
Gracias por pasarte y contar. :)
Abrazo.
Jota.