Este video me puso sobre la pista de Joel Meyerowitz. Alguien con esa capacidad de comunicación y con esa pasión irrefrenable por la fotografía se merecía una investigación a fondo. Así empezó la búsqueda de información e imágenes y, como suele pasar en estos casos, acabé descubriendo que algunas de sus fotos se habían instalado en mi coco mucho antes de saber el nombre de su autor.
Te dejo con un mago en eso de capturar la vida en la calle, pero también en contagiar amor por la fotografía.

Un golpe de timón, por obra y gracia de Robert Frank
Joel Meyerowitz nació en Nueva York en 1938 y estudió arte e historia del arte. En 1962 trabajaba como director artístico junior en una agencia de publicidad y pintaba en su tiempo libre. Su vida parecía encauzada.
Un día se acercó a ver cómo hacían las fotografías para un catálogo que él había diseñado. El fotógrafo escogido era un tal Robert Frank. Se movía continuamente alrededor de dos niñas que parecían ignorarlo, capturando con su cámara los instantes más interesantes sin reparar en nada más. Hasta entonces la idea que Meyerowitz tenía sobre la fotografía era la de un arte estático, pasivo, pero al salir a la calle comenzó a ver por todas partes momentos como los que Frank había inmortalizado en aquel apartamento, instantes mágicos que sintió que no podía dejar pasar. Algo había hecho “clic” en su cabeza. Se fue directo al despacho de su jefe y le comunicó que dejaba su trabajo para dedicarse a la fotografía. Lejos de enfadarse aquel le dejó su primera cámara, una Pentax. “Si eres fotógrafo vas a necesitar una cámara”, le dijo, mientras abría un cajón y se la entregaba.

A partir de entonces Joel saltó a las calles de su ciudad a buscar esos momentos álgidos, al principio al lado de Garry Winogrand, con quien le unió además una amistad. Ambos recorrieron la Quinta Avenida prácticamente a diario durante cinco años, una experiencia que Joel describe como “ir de pesca” en medio de una corriente humana. Pasando tanto tiempo en las aceras de New York como podía, Joel observaba y aprendía sobre la naturaleza humana, desarrollando un “sexto sentido” acerca del comportamiento de la gente, anticipando sus reacciones y gestos.
Meyerowitz comenzó en blanco y negro pero apostó definitivamente por la película en color a partir de 1972, cuando ésta todavía se consideraba vulgar y poco artística. Su trabajo contribuyó enormemente a la aceptación de la imagen en color como una forma “seria” de arte.
Mucha calle, pero no sólo eso
El primer gran trabajo que le reportó atención y reconocimiento fue Cape Light, un libro considerado un verdadero clásico de la fotografía en color y que, desde su edición por primera vez en 1979 ha vendido cientos de miles de copias.

Pero aunque ha tocado el retrato, el paisaje (ya sea o no urbano) y otras disciplinas, Joel Meyerowitz se considera, ante todo, un fotógrafo callejero. Y es que la vida en las calles nunca deja de asombrarlo. En sus propias palabras:
“La fotografía callejera era la única disciplina que no debía nada a la pintura o al resto de artes plásticas, es pura fotografía”. Joel Meyerowitz.
Las capturas callejeras de Meyerowitz no se limitan a documentar lo que sucede; tienen el atractivo de congelar algo más de lo que podría parecer a simple vista. Al verlas tienes la impresión de que no podrían haber sido tomadas ni un segundo antes ni uno después, que responden justamente al momento en que se revela algo exclusivamente reservado a quien esté suficientemente entrenado en la espera y la anticipación.

No se trata de encuadrar perfectamente, de dejar el horizonte alineado o de cortar a los caminantes de forma académica, sino de fijar para siempre esos momentos que suceden continuamente pero casi siempre de manera invisible para la mayoría de nosotros.
Su uso de la luz y las sombras merece una mención aparte, en algunas de sus imágenes éstas se combinan de una forma magistral, recreando dentro del marco ese ambiente de una acera abarrotada a última hora de la tarde de un día soleado, haciendo que te sientas allí. Justo en medio.

New York ha visto cómo Meyerowitz le dedicaba su talento no sólo en las calles. Tirando de contactos para desarrollar su trabajo en la mayor tragedia reciente de su ciudad, consiguió tener acceso sin restricciones a la zona cero durante los trabajos de reconstrucción posteriores al 11-S. De esa forma, durante 9 meses, creó un archivo de 8000 imágenes auspiciado por el Museo de NYC (el World Trade Center Archive), que recoge la recuperación del área tras la tragedia y que se condensó en forma de un libro titulado Aftermath. También ha documentado la inmensa extensión de sus parques (12000 Ha) en otro trabajo mastodóntico, Legacy.
Además de la fotografía, el neoyorquino ha hecho incursiones en el video. Una de ellas, su película POP, recoge el viaje de tres semanas que hizo con su hijo y su padre ya anciano y enfermo de Alzheimer desde Florida al Bronx, que acaba transformándose en una reflexión sobre la importancia de la memoria y los recuerdos.
Una vida de reconocimientos y de sabiduría compartida
Siempre he creído que los verdaderamente grandes se caracterizan también por compartir lo que han aprendido, conscientes de que en cierta forma es parte de su misión devolver lo que han recibido del arte. En ese sentido, internet está plagada de entrevistas y vídeos en los que Meyerowitz transmite sus conocimientos y contagia su pasión por la fotografía. Aquí te dejo una pequeña selección:
El día que conocí a Robert Frank.
Leica Portrait of J. Meyerowitz.
Meeting Joel Meyerowitz (1 hora).
Joel Meyerowitz, 1981, Street Photography (1 hora).

Joel Meyerowitz ha ganado el premio Guggenheim en dos ocasiones, el National Endowment for the Arts, el National Endowment for the Humanities y la medalla de la Real Sociedad Fotográfica (Royal Photographic Society’s Centenary Medal and Honorary Fellowship) a toda una carrera. Además su trabajo Aftermath fue merecedor del premio Deutscher Fotobuchpreis.
Y sin embargo, el fotógrafo neoyorquino se considera, ante todo, un servidor de la fotografía, en la que confió desde el principio para que le enseñase cosas de sí mismo que de otra forma podría no haber llegado a saber nunca. Como le gusta decir:
“La fotografía te muestra dónde ir.” Joel Meyerowitz.
Para saber más:
Web de Joel Meyerowitz.
12 lecciones sobre fotografía callejera por Joel Meyerowitz, en el blog de Eric Kim.
Excelente Jota. Nada como un buen artículo para empezar la mañana del domingo.
Gracias Jorge! Muy halagado!
Saludos.
Jota.
Genial entrada, un gran descubrimiento para mí. Saludos.
Te lo agradezco Marcos. Esta me ha costado especialmente, porque a medida que iba investigando a Meyerowitz aparecían más y más cosas y no quería dejarme nada importante fuera.
Un fotógrafo impresionante, verdad?
Apertas.
Jota.
Fabuloso, me encanta. Además poco a poco veo la fotografía más en color, intento dejar atrás los vicios y prejuicios. Saludos.
Estar abierto a distintas formas de acercarse a la fotografía es muy positivo. Fíjate en este caso, casi siempre asociamos fotografía callejera al blanco y negro, y sin embargo JM la lleva a un nuevo nivel, y en color! Algo parecido sucedía con Maier, que también probó ambas formas.
Apertas.
Jota.
…
Me gusta. Voy a investigarlo.
Pues si ya te gusta, te enamorará. :)
Bicos.
Jota.
Te felicito Jota, esta entrada de un gran maestro de la street photography está muy pero que muy trabajada. Enhorabuena.
Me encantará releerlo de nuevo y disfrutar de los múltiples enlaces que nos has dejado para ampliar nuestro conocimiento sobre Meyerowitz.
Con tu permiso la comparto en mi muro.
Un abrazo entrañable.
Hola Manuel. :) Me alegra verte por aquí, muchas gracias por tus amables palabras.
Me encanta el trabajo de Meyerowitz y quería hacer una entrada de la que estar contento, habida cuenta de que no encontré demasiada información (a no ser muy desperdigada). Me alegra que te haya gustado y encantado de que lo compartas, faltaría más. :)
Otro abrazo fuerte, Manuel. Será un placer seguir contando con tu visita.
Jota.
Muy buena nota.
Muchas gracias por presentarme este autor de lujo. Me abrió la cabeza y me generó una visión más allá.
Felcitaciones.
Hola Juan Carlos. Gracias a ti por tus palabras! :)
Meyerowitz es uno de los grandes, aunque por aquí no se le conoce demasiado, me alegra habértelo descubierto. Saludos!
Jota.