Taylor Jones tenía 21 años cuando hizo una foto de una foto del pasado, en el presente, repitió con algunas más y las subió a un blog con un breve texto acompañando a cada captura.
La idea es tan sencilla y potente como aprovechar la capacidad de la fotografía para compartir recuerdos de momentos irrepetibles, rememorar sueños cumplidos o abandonados, dolores, remordimientos, pérdidas… En definitiva, para conectar con uno mismo y con los demás. Por eso no podría funcionar mejor.
Hoy Taylor selecciona y publica a diaro imágenes que recibe de otros, cada una con una historia que explica lo que significa para quien la hizo; su Tumblr Dear Photograph cuenta con millones de visitas, ha captado la atención de los grandes medios de comunicación y se ha convertido en un libro. ¿No es magnífico comprobar cómo, una y otra vez, algunas de las mejores ideas aparecidas en la web acaban convirtiéndose en algo tangible?
Una web para ver como quien se sienta en el sofá con un viejo álbum sobre las piernas, que nos recuerda que sólo vivimos una vez y que quizás la mejor manera de atesorar el presente es con nuestras cámaras.
Fuentes: