
Aunque las cosas frente a ti suceden sin que puedas organizarlas o influir en ellas (para lo bueno y para lo malo ese es el gran encanto de la Fotografía de calle o Street Photography), todavía tienes la opción de esperar a que aparezca cierto orden en el encuadre antes de pulsar el botón de disparo. Para eso hace falta paciencia (algo en lo que tengo aún mucho que mejorar, por cierto…) y mantener los ojos muy abiertos, con todo lo demás preparado. La mayoría de las veces los acontecimientos no van a desarrollarse de una manera favorable a tus intereses, pero cuando la suerte te sonríe hace que valga la pena.
Llego hasta aquí caminando desde el lado izquierdo del encuadre y esa mujer de la camiseta de rayas remangada llama mi atención. A su espalda hay una pista de skate y la carretera con tráfico, un entorno demasiado confuso como para obtener una fotografía interesante, de modo que paso por delante y bajo una grada tras ella.
En lugar de empezar a fotografiar inmediatamente me tomo unos segundos para evaluar la situación y de paso, permitir que olviden que estoy allí (algo que por cierto no consigo del todo porque de vez en cuando la mujer se vuelve para mirarme).
Técnica
Ajustes de cámara y enfoque
El punto de partida para esta imagen es mi referencia para Fotografía callejera: modo de prioridad a la apertura y diafragma f/8. En un entorno soleado como la playa de Samil en pleno mes de agosto la sensibilidad no tiene que ser alta porque hay luz de sobra, así que opto por el menor valor disponible (ISO 200). De esa manera, mientras no entre en una zona muy sombría (algo que no abunda en esta época del año) sé que la velocidad de obturación seguirá siendo suficientemente rápida.
La evaluación de la luz es matricial (el ajuste más recomendable por defecto) y el modo de autoenfoque normal (one-shot), lo que va a hacer que cuando pulse el botón el foco se fije en el objeto bajo la zona seleccionada en el visor (que en este caso es obviamente la mujer en primer término). A pesar de que la apertura del diafragma es relativamente pequeña (f/8) estoy tan cerca de ella que la profundidad de campo va a ser baja, eso sucede porque ésta no depende sólo del número f sino también de la longitud focal y de la distancia al sujeto enfocado.
Composición
Mientras miro en otra dirección trato de estar atento a lo que sucede delante de la mujer de la camiseta de rayas, de tanto en tanto dirijo mi cámara hacia ella y pruebo cosas; primero una fotografía en la que queda a la izquierda y el resto de personas del paseo a su derecha. Solo tiene un brazo tras la espalda.
En un determinado momento junta las manos frente a mi y eso me hace pensar automáticamente que una composición simétrica podría funcionar. La sitúo en medio del encuadre y hago otro disparo con la parte izquierda vacía y gente en la derecha. No funciona.
Y entonces una mujer y un hombre que caminan de derecha a izquierda se detienen uno a cada lado y miran hacia atrás (están discutiendo amigablemente con otra persona fuera del encuadre). Ahora sí.
Clic.
La imagen
Al situar un sujeto tan cerca de la cámara le confieres mucha fuerza, si además está en el centro del encuadre lo divide en dos partes, lo que va a hacer que quien vea la imagen compare inconscientemente el contenido de ambas. Como ves, no hace falta que sea exactamente en medio (la línea punteada está justo en la mitad) para que el efecto sea potente.
La simetría entre las dos partes de la escena aporta orden y hace a la imagen más agradable, más cómoda. El gesto de la mujer en primer término, con los brazos en idéntica posición refuerza la simetría de la imagen y además introduce una forma reconocible en el centro de ésta. A nuestros ojos les gustan las formas familiares…
Si bien la simetría no es perfecta (afortunadamente), la mirada de los tres personajes hacia el mismo punto la deshace todavía un poco más y nos invita a preguntarnos qué está sucediendo fuera del encuadre. Una pequeña dosis de incertidumbre que nunca viene mal.
Cuando fotografías desde muy cerca corres el riesgo de llenar tanto el encuadre que se elimine información interesante. En este caso el espacio a ambos lados deja entrar al entorno haciendo evidente en qué lugar estamos, lo que a la vez “justifica” el aspecto de la mujer con la camiseta remangada.
Las líneas horizontales ayudan a crear sensación de profundidad en tus fotografías, por eso a veces conviene asegurarse de que hay cierta separación entre ellas (como en este caso entre el borde del paseo y el horizonte). También el hecho de que haya un personaje muy cerca de la cámara y dos a diferentes distancias ayuda a recrear esa dimensión de la que carecen las imágenes en dos dimensiones.
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