
A veces donde menos te lo esperas surge una imagen interesante, esa es una de las razones por las que la Fotografía callejera me gusta tanto. Hay fotógrafos que son capaces de encontrar la belleza en sitios por los que otros pasamos cientos de veces sin reparar en ella (ya te conté en su día cuánto los admiro), y otros en cambio, necesitamos que la vida nos sorprenda con situaciones inesperadas para cazarlas con nuestra cámara.
A decir verdad, no hay muchas ocasiones en las que baje a la calle y no haga alguna fotografía, casi siempre pasa algo que merece la pena intentar capturar. Otra cosa muy distinta es que sea una buena instantánea. De hecho, en ese caso la proporción es justo la contraria, pocas veces salvo alguna imagen durante el proceso de selección que te explicaba en detalle hace algunas semanas.
Composición y técnica
Quizás sospeches que la playa es uno de mis sitios favoritos para hacer fotografías. Así es, sobre todo cuando aún no es del todo playa. Me explico; me resulta mucho más interesante cuando todavía no está invadida por las sombrillas y las toallas, y de hecho me encanta acercarme hasta ellas en invierno, cuando sólo hay paseantes y perros.
Es domingo, temprano y una vez más estoy en Samil. Camino en dirección al sur, después de pasar por un par de puntos en los que hace tiempo que quiero conseguir una imagen muy concreta (aún sin suerte). Ya lo ves, hace un día magnífico, así que he establecido la sensibilidad del sensor en ISO 400. Como casi siempre, tengo la cámara ajustada en prioridad a la apertura, pero esta vez el a f/11; hay luz de sobra e incluso con ese diafragma, que asegura una gran profundidad de campo, la velocidad de obturación es suficientemente alta como para detener el movimiento de las personas con las que me cruzo (1/480 de segundo en la imagen de arriba).
Veo al hombre de las muletas y me siento a esperarlo en un banco, con la idea de disparar cuando tanto él como el edificio del fondo estén dentro de encuadre. Entonces el patinador aparece en escena, al fondo. Pienso en el contraste entre las muletas y el monopatín y en que tres elementos en el encuadre podrían funcionar. Mejor, sin duda.
Apunto con la cámara al borde de la acera y pulso el botón hasta la mitad, al enfocar en un punto intermedio y con esa apertura tan pequeña la profundidad de campo será lo suficientemente amplia como para que los dos queden enfocados. Reencuadro sin soltar el botón en ningún momento, espero un par de segundos hasta que el patinador pasa al lado del otro hombre. Cuando lo supera, pulso hasta el fondo.
Clic.
Qué funciona
Es la fotografía de un contraste. Los dos protagonistas se parecen en que ambos son hombres y llevan visera, el resto son todo diferencias: unas muletas y un monopatín, chandal y polo frente a pantalón corto y el pecho descubierto, un cuerpo promedio frente a otro atlético y tatuado.
En un primer momento pensé que el edificio al fondo equilibraría la masa visual del hombre de las muletas. Me equivocaba: en mi cabeza el primero parecía más grande de lo que al final se ve en la imagen captada por la cámara, ten en cuenta que la longitud focal que empleas cambia el tamaño de los objetos en tus fotografías, en este caso, los 35mm equivalentes de mi máquina reducen el tamaño del edificio con respecto a lo que yo veía.
Afortunadamente cuando entra en escena el patinador y adelanta al otro hombre se crea un efecto que, aunque no es de equilibrio (mi primera opción), sí resulta interesante: las distintas alturas de los tres cuerpos crean sensación de profundidad al estar sus partes superiores e inferiores prácticamente alineadas.
Y por último, fíjate en las líneas. Las hay explícitas (las sombras, el borde de la acera y de la línea de playa, el horizonte) y otras que sólo se sugieren (las miradas hacia adelante de los hombres, la dirección de su desplazamiento) y que he señalado de forma discontinua.
Todas excepto las sombras aportan una fuerte sensación de movimiento hacia la derecha, por eso hay más espacio en esa parte de la imagen: para acentuar el desplazamiento de una persona o de un objeto es conveniente dejar “más aire” por delante, en la dirección en la que se mueven.
Las sombras, que cruzan a las otras líneas, aportan sensación de profundidad al sugerir otra dirección dentro de la fotografía, perpendicular a la del movimiento.
Si quieres ver otras imágenes desmenuzadas y aprender la técnica y los recursos de composición empleados, no dejes de visitar la correspondiente categoría del blog. Por cierto, salvando las enormes diferencias, hay un magnífico libro de Martin Parr sobre las playas que podría interesarte.
Me encantaría saber qué opinas, y si tienes algún truco o recomendación para hacer Fotografía en la calle. Deja tus pensamientos en los comentarios, ahí abajo. Y recuerda, comparte la entrada en tus redes si te ha gustado… Gracias!
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