
Creo que estarás de acuerdo en que lo que no aparece en el encuadre no existe, al fin y al cabo, quien ve una fotografía no tiene la misma información que el fotógrafo, aunque éste puede recordar las sensaciones que tenía en el momento de hacerla, sus motivos, la dificultad de la ejecución y qué había alrededor (aunque no se haya plasmado en la imagen final), el espectador sólo cuenta con la información que ve para juzgarla y sacar conclusiones.
Otro efecto del encuadre es que, de manera más o menos inconsciente, establecemos conexiones entre todo lo que contiene. Tendemos a preguntarnos por qué ciertas cosas aparecen juntas en la fotografía que estamos viendo; si nuestra pregunta obtiene respuesta la fotografía gana interés, si por el contrario no llegamos a una conclusión podemos experimentar una cierta decepción.
Por eso es importante decidir de antemano qué quieres que llame la atención de tu espectador, así puedes hacer todo lo posible para eliminar de tu visor lo que no tiene interés y facilitar que “una los puntos” e interprete la escena de la misma forma que tú…
La imagen
Composición
Camino por la Feira de Santos, en Cerdal, en concreto por la zona dedicada a los caballos. Hay unos cuantos ejemplares amarrados en una barandilla que delimita un pequeño recinto, otros están atados a remolques, a la sombra.
Los remolques están pintados en colores llamativos, así que se convierten en manchas de color que pueden funcionar muy bien como fondo si encuentro el sujeto adecuado. En estas me encuentro cuando, al acercarme a un par de caballos sujetos a este vehículo verde, veo a través de un agujero en la pared un grupo de cabras en su interior. A partir de entonces toda mi atención se concentra en fotografiar la cabeza de un caballo y, en la medida de lo posible, sólo una cabra (menos elementos, más claridad).
Si quiero cerrar lo suficiente el campo de visión para eliminar todo lo superfluo tengo que acercarme, bastante: mi cámara tiene longitud focal fija y además angular (equivalente a 35mm). Eso me obliga a ponerme a un palmo escaso del caballo de la derecha, que está más inquieto de lo que me gustaría. Vigilando sus movimientos de reojo compongo: el caballo negro a la izquierda y el agujero en la pared del remolque a su derecha.
La idea inicial es fotografiar una cabra mirando a cámara, cuando lo consigo el resultado no acaba de llenarme: está demasiado cerca de la “ventana” y su silueta no se reconoce fácilmente. Entonces otra cabra ocupa su lugar, un poco más lejos, y mira en dirección al caballo. En ese momento veo la “conexión” que, aunque no estaba prevista de antemano, explica la foto.
Clic.
Ajustes de cámara
Esta imagen explica a la perfección por qué a veces conviene llevar el ISO ligeramente por encima del valor necesario cuando fotografías en un entorno en el que hay tanto zonas bien iluminadas como sombras.
Es un día soleado en el entorno de Valença do Minho, al norte de Portugal, pero la feria está atestada de puestos y de gente así que abundan las sombras. Por eso en lugar de optar por el menor ISO disponible selecciono un valor de 800. La cámara está ajustada en modo prioridad a la apertura con un diafragma f/8 (como casi siempre).
Fíjate en los datos EXIF de la fotografía (hecha a la sombra del remolque, donde la luz es mucho más escasa que en campo abierto): la velocidad de obturación es de 1/125 de segundo. De haber tenido una sensibilidad ISO de 400 esa cifra se habría reducido a la mitad (1/60) y con ISO 20o habría sido 1/30, con cualquiera de esos dos tiempos de exposición los animales podrían haberse registrado de forma borrosa como consecuencia de su movimiento (las cabras y los caballos no son especialmente disciplinados a la hora de posar…).
En definitiva
Aunque salgas a fotografiar bajo el sol, plantéate aumentar la sensibilidad del sensor para garantizar que cuando te metas en la sombra o dirijas tu cámara hacia ella, la velocidad de obturación no cae tanto como para que el movimiento sea evidente (a no ser que busques precisamente eso), y recuerda siempre que quien ve tus imágenes trata de explicarse porqué contienen todo lo que hay en ellas, así serás consciente de la importancia de dejar sólo los elementos que suman al resultado que buscas.
¿Qué te parece? ¿Tienes algún consejo para aumentar el atractivo de tus fotografías? ¿Quieres dejar tus impresiones sobre la de arriba? Cuéntame qué piensas en los comentarios.
¿Te ha gustado la entrada? Compártela! (Gracias). Por cierto, hay muchas más como esta en la correspondiente categoría del blog…
Pues te cuento que desde que he descubierto tu blog no hay dia que no pase por el
Gracias por compartir tus conocimientos y ademas de una manera amena
Hola Charo. :)
Pues no sabes cuánto me alegra, no podrías decirme nada que me gustase más. Muchas gracias por tus amables palabras y, claro, por tus visitas, seguiré trabajando para mantener tu interés. :)
Saludos.
JOta.
Me encanta esta foto, (ya sabes que hay fotógrafos en los que prima algo más la luz y otros en los que prima algo más el encuadre, y yo me temo que soy de esos últimos), efectivamente sin esa cabra que se ve a través del agujero no sería lo mismo.
De hecho sin esa cabra la foto carecería de sentido! :) Gracias por pasarte y comentar, Dani. Abrazo.
Jota.
Gracias por tu generosidad al compartir tu tiempo y conocimientos con los que los pueden necesitar. Soy suscriptor incondicional.
Un abrazo.
Hola Carlos. :)
Muchísimas gracias por tus amables palabras, son muy importantes para seguir con mi trabajo. Te agradezco de veras que te hayas tomado un momento para “charlar”.
Otro abrazo, será un placer seguir contando con tu visita. :D
Jota.