Cuando dedicas mucho esfuerzo a algo (como puede ser en nuestro caso la Fotografía) tu cabeza busca formas de acomodarse y comienza a servirte en bandeja pretextos para que cada vez te suponga un menor coste. Así, puedes acabar haciendo algunas cosas sólo porque te has acostumbrado a ellas, lo que no sería necesariamente malo si no fuese porque te priva, poco a poco, de la oportunidad de salir de tu zona de confort.
En ocasiones la explicación está en la falta de tiempo; pero hay una gran diferencia entre justificar que hacemos siempre lo mismo porque no disponemos de tiempo y dedicar el poco tiempo que tenemos a hacer siempre lo mismo… Conviene distinguir entre esas dos cosas, porque tus hábitos podrían estar impidiéndote crecer en aquello que más te gusta.
El hábito en Fotografía
Siempre fotografío así. Me gusta salir con la cámara a los mismos sitios. Me he acostumbrado a configurar la cámara de una determinada forma…
Esas frases no indican necesariamente que hayas adquirido hábitos que te están limitando, la clave está en por qué haces lo que haces.
¿Fotografías siempre así porque sabes que te permite alcanzar el resultado que estás buscando, o porque te evita pensar en otras maneras de intentarlo? ¿Llevas la cámara siempre a los mismos lugares porque crees que merecen ser fotografiados, o porque así justificas no tenerla contigo cuando realmente te gustaría hacer fotos? ¿Ajustas tu máquina siempre igual porque te ayuda a concentrarte en aquello que quieres capturar sin tener que pensar en ella, o porque te ahorra intentar otras posibilidades?
Ves la diferencia, ¿verdad?; en un caso hay un motivo real y en el otro sólo se trata de una excusa.
No confundas hábito y sistema. Los sistemas pueden ahorrarte tiempo, energía y dinero si los aplicas a las partes del proceso adecuadas y estás abierto a introducir cambios para mejorarlos. Cuando encuentras una forma de llenar la bolsa con tu equipo de manera que no se te olvide nada, cuando defines una manera de importar las imágenes a tu ordenador que asegura que todas quedan perfectamente clasificadas y categorizadas… En esas ocasiones estás creando sistemas, series de pasos que puedes aplicar en situaciones a las que te enfrentas una y otra vez, que sólo quieres hacer bien y rápido porque en el fondo no son otra cosa que rutinas.
Por el contrario, la parte creativa del proceso -pensar, hacer y editar tus fotos- nunca debería convertirse en una rutina; ahí la intuición y la libertad deberían campar a sus anchas, por eso no hay sistema que valga.
Si crees que estás empleando un sistema para crear tus imágenes, quizás lo que sucede en realidad es que el hábito se ha colado en el proceso…
Detecta los hábitos que están limitando tu Fotografía
Escúchate; presta atención a lo que te dices a ti mismo y descubre las trampas que te pones, la mayoría de las veces sin ser consciente de que lo estás haciendo. A veces la diferencia puede ser sutil, como entre estas dos frases:
Tengo muchas fotografías de ese tema porque sólo llevo la cámara cuando se dan unas determinadas circunstancias.
Tengo muchas fotografías sobre ese tema porque me atrae, estoy haciendo un proyecto o una pequeña serie para profundizar.
La primera te cuenta que la costumbre y la comodidad han hecho mella y han reducido la Fotografía a un hábito, la segunda demuestra que hay un interés real en lo que se fotografía, un “por qué”, algún día el sujeto cambiará y los pasos se dirigirán hacia un nuevo proyecto.
Me encantaría intentarlo pero… ¿Volver a empezar de cero en un género que no conozco? Ya es tarde para aprender cosas nuevas. Prefiero aprovechar el poco tiempo que tengo para hacer lo que sé que hago bien.
Si suena a pereza o a excusa para no probar cosas diferentes, probablemente es un hábito.
Las fotos de este tipo me salen espectaculares, ¿por qué voy a a complicarme la vida con otras disciplinas o con otros motivos? Siempre me ha gustado el retrato pero la gente valora el tipo de Fotografía que he venido haciendo… Así está bien.
La autocomplacencia (otro enemigo de la Fotografía del que hablamos hace unas semanas) puede estar detrás de muchos hábitos; si te conformas con lo que crees que haces bien y no te exiges más les estás abriendo las puertas de par en par.
Tu instinto y tu pasión por la Fotografía te piden a gritos que salgas de tu zona de confort, que te atrevas a probar cosas nuevas y a crear las imágenes que anhelas, que te arriesgues a fallar estrepitosamente y a aprender de los errores para avanzar y crecer. ¿Los oyes, verdad?
Ahora escucha lo que te dices para ignorarlos y seguir haciendo lo mismo de siempre; no eres tú el que habla… Es el hábito.
Cuéntame tu experiencia en los comentarios, me encantará saber cómo te las apañas para salir de tu zona de confort y probar cosas nuevas. ¿Te ha gustado la entrada? Compártela! (Gracias)
Hola Jota, buenos días. Yo soy uno de estos. Yo soy montañero y me he acostumbrado a la fotografía de paisaje y ahí me he quedado, y a mis 74 años me parece un poco tarde para cambiar aunque siempre se puede intentar. Yo reconozco que no soy un fotógrafo, más bien soy un fotero, que tengo bastantes conocimientos de técnicas de la fotografía y que puedo conseguir fotografías más o menos “bonitas” y hasta alguna espectacular, pero que me falta ese punto de creatividad que hace falta para convertir la fotografía en arte. Os admiro muchísimo a los que sois capaces de hacer eso, yo no se hacerlo y lo reconozco con toda humildad. Saludos
Hola Jose. :)
La entrada no iba tanto para quienes siempre hacen fotografías de un determinado género, sino para quienes, como yo a veces, nos limitamos a intentar siempre las mismas cosas, aún en situaciones diferentes. Creo que aún dentro de, por ejemplo, la Fotografía de paisaje, se pueden romper muchos hábitos y quizás tú lo hagas… :) En cuanto a la distinción entre fotógrafo y fotero, también yo me siento de los segundos, aunque no renuncio a llegar a considerarme fotógrafo, con el tiempo, eso sí. Así que nada de admiraciones, todos aprendemos y todos cabemos aquí, es otra de cosas de la Fotografía que la hacen tan grande!
Un abrazo fuerte.
Jota.
Hola Jota!!!
Ante todo mil grácias por tus consejos, tu apoyo y saber que no soy la única que en momentos estoy perdida en este mundo llamado fotografia. Hoy he empezado a leerte y me esta animando mucho la verdad, como fotografa profesional que vivo de ello, empezó siendo una pasión una obsesión por ser fotografa, ante todo y viajar con mi camara, las dos cosas cumplidas, bien…..pero he llegado a un punto que el habito, la pereza, cansada de cojer la camara para mi, despues de todo el dia trabajando con ella, la fustración por sentir que todo evoluciona tan rapido y hay que correr tanto sino quedas obsoleto….y pienso y pienso cual era mi pasion por la fotografia y no la encuentro….y no quita que la amo , pero solo vivo de ella, es la que me da de comer, pero siento que el haber trabajado durante tanto tiempo en prensa publicitaria y mil cosas mas mecanicamente se me ha apagado la luz que iluminaba esa pasión……Se que hay que renovar o morir….y lucho por que no muera esa luz…pero me siento perdida en esa busqueda…. Parezco muy pesimista jajaja esto se le llama crisis esistencial y se que es algo muy comun en muchos de nosostros que vivimos en este campo. La verdad que me he sincerado ante ti, curioso en mi, hablar abiertamente en redes, pero lo siento asi y queria compartirlo. Gracais por escuchar y por lo que das
Un saludo Aisha
Hola Aisha! :)
Muchas gracias por tomarte un rato y dejar tus pensamientos, es muy halagador que mi entrada te haya dado pie a exponer tu difícil momento con la Fotografía. Espero que encuentres la forma de reconectar con ella, al fin y al cabo, si un día existió esa llama, tiene que haber rescoldos por ahí, sólo tienes que encontrarlos. ;)
Mientras tanto, aquí tienes tu blog, será un placer seguir contando con tu visita y además estoy completamente seguro de que todos podemos aprender mucho de tu experiencia. Un abrazo fuerte, y todos los ánimos de parte de otro amante de la Fotografía…
Jota.