Hace unos días te presentaba a Silvia Mella, bloguera y fotógrafa que me enganchó desde la primera imagen (o mejor dicho desde la primera serie, y es que a Silvia se le da especialmente bien contar historias con una secuencia de fotografías, como puedes comprobar en su web).
Hoy te quiero presentar a otro fotógrafo al que sigo de cerca desde que caí por su blog, uno que sabe exprimir como pocos las posibilidades de rincones aparentemente aburridos que a tipos como yo le pasan desapercibidos.Ya había algo en sus imágenes que me atrapaba, y esta entrevista me ha demostrado que compartimos muchas cosas más en torno a la Fotografía. Confío en que te guste tanto como a mí.
Te dejo con…
Dani Sánchez. Nací en Pamplona en 1974 y actualmente vivo en Zizur Mayor (aunque también viví unos años en Zaragoza en mi época de estudiante). Estoy casado, tengo dos hijos, y en cuanto a aficiones no tengo nada que se salga de lo común: estar con la familia, quedar con los amigos (a pesar de las edades, los trabajos, los compromisos familiares y laborales, etc… seguimos quedando la cuadrilla un día a la semana para no perder el contacto cercano), leer, ver series de TV (en el ordenador, para qué nos vamos a engañar), ir al monte… y si la pasta me lo permitiese añadiría viajar, pero como no me lo permite pues nada. Y como afición principal la fotografía, por supuesto. Además de escuchar música… un hobby que no suelo recordar como tal porque para mi es algo tan necesario como comer o respirar.
¿Cuándo descubriste que te gustaba la fotografía y qué fue lo que te atrapó de ella?
Si te refieres a la fotografía como el hecho de hacer fotos, no lo tengo muy claro, la verdad, siempre he tenido contacto con la fotografía, desde pequeño, en casa había varias cámaras, mi padre revelaba las fotos en B/N y me dejaba acompañarle y “ayudarle”, más tarde de adolescente si hacía una excursión o un viaje me llevaba la cámara, cuando me casé y tuve hijos les hacía fotos como hace cualquier padre… pero no fue hasta hace unos pocos años que me dio por hacer fotos que intentasen ir más allá de las típicas fotos de vacaciones o familiares. Supongo que la llegada de lo digital favoreció mucho el que me aficionase, aprender a base de prueba-error resulta mucho más fácil cuando hacer “click” no supone ningún tipo de gasto y además el resultado puede ser visto de manera inmediata. Con respecto a qué me atrapó de ella no voy a ponerme demasiado filosófico ni trascendental, porque se podría resumir en algo tan sencillo y básico como que me divierte.

Si te estabas refiriendo a la Fotografía con mayúsculas, como arte, se podría decir que empecé a descubrirla conforme mi afición por la fotografía con minúsculas fue creciendo: vas interesándote por otros fotógrafos, viendo exposiciones, leyendo y viendo libros, descubriendo a los grandes maestros… Un punto de inflexión en mi afición fue cuando pasé a formar parte del Taller Avanzado de Fotografía que dirige Carlos Cánovas (http://carloscanovas.com), además de un excelente fotógrafo es un estudioso de la historia de la fotografía y fue quien me dio a conocer las distintas épocas, escuelas, autores, etc. Es una disciplina artística que es un recién nacido si la comparas con la pintura, la escultura o la música, pero que ha tenido una evolución rapidísima y ha demostrado una versatilidad y capacidad de adaptación brutales.