Una composición aparentemente sencilla, con un árbol perfectamente centrado, que con el tiempo revela más detalles.
Ese árbol acaba siendo el eje alrededor del que orbitan los demás elementos. La sombra en primer término reconstruye la parte de la valla que no vemos y nos incluye en la escena, como si realmente estuviésemos allí. Los hombres, tumbados o apoyados, aportan ritmo (están prácticamente equidistantes) e interés: son siluetas con una forma reconocible que inevitablemente llaman nuestra atención, sus posturas transmiten pereza, en sintonía con la temperatura que, a pesar del blanco y negro, intuimos.
Lee Friedlander es un fotógrafo estadounidense que ha tocado palos tan variados como la fotografía de jazz, los retratos y desnudos o la fotografía de calle (seguramente la parte más conocida). En esta web tienes una buena selección de un trabajo llevado a cabo durante más de sesenta años y guiado por una visión muy personal.
Vaya, el señor Friedlander también tiene algo con los escaparates, qué gracia!. ¿Tendré que ir a mirármelo? ;)
Saludos.
Los escaparates son un tema recurrente de muchos fotógrafos, aunque cada uno le da su propio sello, el de Friedlander es realmente interesante, no te parece?
En cuanto a lo de mirártelo, qué va… Déjalo así, experimentar no puede traer más que cosas buenas! ;)
Abrazo.
Jota.
…
Voy a echarle un ojo. Apuntado queda.
Gracias!!
Te gustará, ya verás. Tiene un punto incómodo e inusual.
Bico.
Jota.