Descargas tu tarjeta de memoria y eliges una de tus fotos. Estás a punto de mostrarla en las redes, en tu blog, en esa página específica de Fotografía a través de la que interactúas con otros fotógrafos.
Espera. No lo hagas aún. Frena tu entusiasmo y tómate unos segundos para preguntarte algo…
- ¿Has visto esa foto antes hecha por otra persona?
- ¿Tienes que contarnos una historia para que la entendamos o la disfrutemos?
- ¿Nos la vas a mostrar porque te costó mucho hacerla? ¿O es porque tenías un resultado en mente (que no has logrado)?
- Cuando la miras, ¿eres consciente de que hay cosas que sólo distraen del tema principal? ¿Vas a decirnos en qué deberíamos fijarnos y en qué no? ¿Vas a contarnos aquello de “bueno, en realidad lo importante aquí es…”?
- ¿Sabes que tenías que haber disparado un segundo antes o un segundo después? ¿Que debías haberte acercado más? ¿Tienes que admitir que no esperaste lo suficiente a que sucediese algo interesante?
- ¿No estarás viendo la foto querías hacer en lugar de la que realmente has hecho?
¿Es “sí” la respuesta a alguna de las preguntas anteriores?
En definitiva… Si esa foto no fuese tuya, ¿te gustaría o soltarías un bostezo de aburrimiento?
Si tienes dudas, si necesitas justificarla, si es la enésima foto del mismo lugar tomada desde el mismo punto, si en ella no hay nada de ti… No nos enseñes esa foto.
Tienes que ser el más crítico con tu trabajo, tienes que ser capaz de valorar tus fotos por lo que hay en ellas y no por lo que sólo tú ves en ellas. Para eso, no hay más remedio que aprender a hacer algo tan difícil como tomar distancia de tus fotos. Porque en el fondo tienes que juzgarlas como si no fuesen tuyas; en realidad, deberías verlas como si fuesen de un extraño por el que no sientes ninguna necesidad de agradar.
Sé exigente, muestra sólo aquello que te guste de verdad (a ti, ojo, no a los demás). Es perfectamente normal que tu criterio cambie con el tiempo y que fotos que ayer te encantaban ahora no te digan nada, pero ese no es un motivo para bajar el listón de donde está ahora.
Si aún así decides mostrarla y recibes las críticas que tú mismo debías haberte dedicado, acéptalas (te las podías haber evitado). Si en lugar de eso tu imagen recibe halagos que en el fondo sabes que no merece, pregúntate qué buscabas en realidad al hacerla pública.
Y ahora… ¿Sigues pensando en enseñárnosla o no?
Buf, qué difícil es hacer autocrítica Jota, con la cantidad de ego que genera la fotografía jeje…
Creo que aplicar ese filtro es un paso en la madurez fotográfica que parece que a día de hoy con el chorreo de fotos y fotos y fotos… que permite hacer la fotografía digital y que se llegan a colgar en internet se empieza a perder un poco el sentido de la parte más esencial de esta afición. Es más, debería ser obligatorio y Flickr, Instagram, etc…. tendrían que hacerte esa batería de preguntas cuando fueras a subir alguna imagen, jajaja. Si no fuera gratis apretar el disparador otro gallo cantaría… Yo añadiría… “Si tuvieras que pagar 100 euros por enseñar esa foto… ¿la enseñarías?”
Los que realmente quieren mejorar y exigirse más supongo que ya habrán hecho una reflexión parecida a la que expones ya que según vas creciendo en esta afición te das cuenta de lo mediocres que pueden ser tus fotos o no, o de aquello que vas aprendiendo y se va plasmando en tus nuevas imágenes. El ir adquiriendo cultura sobre fotografía y poder comparar con los grandes, te hace ver también si tu manera de plasmar podría ser digna o realmente vuelve al saco de la mediocridad…
Supongo que a veces puede más la ilusión, la emoción por enseñar tus fotos que el hecho de cuestionar si tienes una foto buena de verdad…
(Me solidarizo con las novias y novios que lo sufren, empezando por la mía :-D ).
Abrazos Jota y felicidades por el post, tiene mucha miga y da para una buena charla jeje.
Hola Iván! :)
Muchas gracias por tu reflexión, me encanta cómo lo planteas: sí, el criterio va apareciendo y endureciéndose con el paso del tiempo, pero a la vez está ese pequeño pinchazo de orgullo y satisfacción del que hablas, que a veces juega en nuestra contra. Tú lo has dicho: la autocrítica es muy difícil (y yo añadiría: e indispensable!). :)
Gracias de nuevo, me ha encantado leerte.
Jota.
A veces el problema no es la incontinencia a la hora de compartir, sino que estamos atrapados en las sensaciones del momento en que hemos hecho la foto. Somos incapaces de detectar que la foto por si misma no transmite aquello que sentimos al verla y recordar la situación. El mejor consejo es el que daba Winogrand: no procesar las fotos hasta pasados uno o dos años del momento de la toma. Se gana muchísima objetividad cuando tienes que juzgar la imagen. Creo que es uno de los mejores consejos y lo sigo a rajatabla.
Hola de nuevo Gerard!
No podría estar más de acuerdo: poner distancia (emocional, temporal) con nuestras fotos es indispensable para juzgarlas (tan duramente) como merecen. Bien por traerte a Winogrand! ^_^
Jota.
Una muy buena receta para ser autocrítico con nuestras fotografías nos la dió Garry Winogrand (un gran fotógrafo de calle) que comentaba que él dejaba reposar los carretes a veces hasta dos años, antes de revelarlos.
Eso elimina el momento de tomar la fotografía de la foto en sí misma: Igual te has sentido increíblemente bien en el momento de la foto, por conexión emocional, porque la luz es una maravilla, porque lo que está sucediendo te fascina… pero no has sabido resolver la foto de una forma adecuada, o bien técnicamente, o compositivamente o ninguno de los dos aspectos.
El dejar reposar el trabajo durante un tiempo prolongado te permite volver a él con otros ojos mucho más críticos y objetivos. Hoy en día con el digital es complicado reposar las imágenes tanto tiempo, pero personalmente he comprobado que cuanto más tiempo pasa (meses, más de 5 ó 6 a veces), incluso cuando olvidas las fotos que has hecho, más fácil resulta luego descartar o no qué merece la pena mostrar, ya sea en galerías digitales, exposiciones o incluso plasmar en un libro.
Gracias por el artículo, muy interesante.
Saludos.
Hola Yago!
Antes de nada, gracias por el comentario! Veo que coincides con Gerard en la referencia a Winogrand, sin duda uno de los más grandes de la historia. Como le decía a Gerard, yo también creo que poner distancia (de todo tipo) con nuestras fotos es algo que nos ayuda a valorarlas y a crecer.
Un placer contar con tu visita por aquí. Saludos!
Jota.
Coincido en algunos aspectos con vos Jota y con la de otras personas, que si debe de haber un proceso de análisis y evaluación de lo que se realizó, donde las imágenes reposen, luego ser vistas y determinar cual es para uno la más adecuada.
Lo de juzgar nunca me agradó, porque todo el mundo hoy y siempre ha sido en parte así, se cree facultado para juzgar, en su lugar utilizaría la palabras Me Gusta o la Abstención. A través de la historia, tanto en la música, pintura y otras expresiones, se juzgó a personas que tenían una visión distinta de las cosas y no tan sujetas a lo académico. La formación estética es fundamental, como la artística, en todas sus expresiones, eso ayudará a conocer que han hecho los grandes maestros y luego también generar transgresiones e ir buscando poco a poco un estilo, cosa que no es nada facil. Es cierto, todo se debe de analizar, ni hacer de forma presipitada, ser lo más autocrítico, pero creo es muy importante hacer cosas para uno mismo también, no estar pensando en los demás, en el que dirán, porque entonces uno hace cosas solo para gustarle a los demás y caemos en no ser nosotros mismos nunca, aunque algunas veces se esté equivocado, vale la pena.
A través de la historia, esto le ha sucedido, a pintores, escultores, escritores, músicos, bailarines,… Creo que lo fundamental, es formarse artisticamente y luego decidir, que deseo gustarle a la gente, de acuerdo… que deseo experimentar, de acuerdo… lo más importante es que esta actividad como cualquiera otra actividad artística, sirva para expresarse y no creer nunca que se ha llegado, no te puedes detener jamás, es un camino muy largo, pero que vale la pena transitar.
Muchas gracias Jota, por estas comentarios y un saludo.
Néstor
Hola Néstor. :) Muchísimas gracias por ese comentario tan completo, creo que esencialmente estamos de acuerdo. Un abrazo y saludos!
Jota.