De vez en cuando me gusta recomendarte algún libro que, sin tratar directamente la Fotografía, pueda ayudarte a mejorar en ella. Por algo ya he dejado por aquí una entrada con aquellos libros no fotográficos que pueden servirte de inspiración. Y es que una buena biblioteca debería contar siempre con más de una temática, de lo contrario corremos el riesgo de volvernos demasiado rígidos.
Este libro salió en el mismo momento de la librería en la que me hice con una de mis últimas adquisiciones (Valparaíso de Sergio Larraín) aunque no iba precisamente en mis manos. Por algo creo mucho más en la causalidad que en la casualidad…
Piensa como un artista, de Will Gompertz no habla de Fotografía pero sí de arte y sobre todo de creatividad. Y podría lograr que comiences a pensar de forma distinta sobre el proceso creativo; no me digas que eso no son buenas noticias, independientemente del medio que hayas escogido para expresarte…
Estructura y forma
Se trata de un libro pequeño y muy económico si lo comparas con la media de mis recomendaciones (sí los libros de Fotografía no suelen ser precisamente asequibles, sigh), tiene sólo catorce por veintidós centímetros y algo más de doscientas páginas.
Comienza con un listado de todos los artistas y personajes del mundo del arte, pasados y actuales, con los que el autor se propone desmitificar el proceso creativo, y eso que ahí hay nombres tan importantes como Picasso, Vincent van Gogh o Rembrandt por mencionar solo tres de los veinticuatro incluidos entre las páginas. Lo siguiente es un índice de capítulos en el que además de sus títulos se adelanta qué personajes ilustran cada sección, todos incluyen el término “artista” o “arte”, y eso no tiene nada de casual.
Porque la introducción al libro se acompaña de una ilustración en la que leemos “Todos somos artistas”. Quizás esa frase suene muy pretenciosa pero sirve al propósito del autor, que no es otro que convencernos de que de una forma u otra todos somos creativos. En este breve texto Gompertz aprovecha para adelantarnos lo que nos vamos a encontrar a partir de aquí: una serie de actitudes o prácticas que pueden ayudarnos a desarrollar un trabajo personal en cualquier ámbito artístico.
A continuación se suceden diez capítulos y una reflexión final. En cada uno de ellos nos toparemos al menos con una cita a toda página, un gran punto de partida para replantear nuestra opinión sobre el mundo del arte, idealizado cuando pensamos en los casos de éxito y denostado cuando este no llega. También hay ilustraciones esquemáticas y fotos de artistas en acción desperdigadas por las páginas.
El libro se cierra con un desplegable con reproducciones a color de obras referidas en el texto.
Contenidos
Echando un vistazo al índice podría parecer que este libro no es más que una recopilación de recetas del tipo haz-esto-y-serás-un-artista-de-éxito. Eso no sería justo porque en realidad este trabajo hace de todo menos quitar mérito a los artistas que han triunfado a lo largo de los siglos, en cambio deja muy claro que sólo a través del esfuerzo guiado por una visión personal se puede llegar a desarrollar una trayectoria relevante. También se propone convencernos de que vale la pena intentarlo.
Cada capítulo se encarga de atacar desde diferentes flancos el mito de que la creatividad y el éxito artístico son únicamente cuestión de inspiración y fortuna, de dar con una tecla que milagrosamente nos pone en el camino de hacer una obra interesante.
Gompertz se ha empeñado en demostrarnos que crear una obra es importante, claro, pero que para llevarla más allá es imprescindible no perder de vista otros aspectos. Así el libro nos anima a asumir una actitud emprendedora que acepte el fracaso como parte inherente del proceso, a alimentar nuestra curiosidad y nuestro escepticismo de forma incesante, a robar como solo roban los verdaderos artistas, a atender a la vez al conjunto y al detalle…
Algunas de las personalidades más importantes de la historia del arte sirven para ilustrar cada actitud, lo que convierte a este libro (también) en un interesante paseo por sus vidas y obras. Cada uno de esos relatos vuelven a demostrarnos que tendemos a restar valor a la constancia y a la valentía a la hora de crear arte, y que preferimos seguir pensando en que la suerte y algún tipo de inspiración divina son condiciones indispensables y suficientes para hacer algo que de verdad valga la pena.
¿Quieres un ejemplo? Me sorprendió especialmente descubrir que Miguel Ángel aceptó el encargo de pintar la Capilla Sixtina aunque significaba arriesgar su reputación, a pesar de que no se sentía en absoluto preparado para afrontarlo y de que estaba seguro de que le esperaba el fracaso… Y sin embargo, cuatro años de trabajo en condiciones que pocos hubiesen aceptado, con la pintura goteando sobre sus ojos y la cabeza y los brazos dirigidos permanentemente hacia el techo, dieron lugar a una de las obras de arte más importantes de la humanidad.
En definitiva
Nos encanta poner excusas. Queremos hacer pero no hacemos porque carecemos de lo que hace falta. Porque sólo unos pocos tienen la rara capacidad para crear una obra artística que merezca la pena.
Entonces llega Will Gompertz con un libro muy bien escrito y ameno. Y repasando la historia del arte a través de las vidas y carreras de algunas de sus figuras más importantes nos pone frente a lecciones de las que podemos aprender lo necesario para llevar nuestra capacidad creativa innata mucho más allá de donde nos dejan ver nuestros pretextos.
Para saber más
Título: Piensa como un artista.
Autor: Will Gompertz.
Editorial: Taurus.
Año de publicación: 2015.
En una frase: Convéncete: todos (sí también tú) somos creativos y podemos expresarnos a través del arte.
Dónde conseguirlo: Compra tu ejemplar de Piensa como un artista en este enlace (con sólo un par de clics).
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