¿Quién puede sostener que las grandes fotografías son incompatibles con el sentido del humor?
He aquí una captura urbana, a todas luces inadvertida por sus protagonistas, que reivindica el papel del color en ese género en el que parece que el blanco y negro es la norma.
Todo en esta imagen es repetición, tanto que acaba generando una cierta sensación de ridículo, casi de vergüenza ajena.
Tres personas de amarillo. Las tres con gafas. Las tres mirando en la misma dirección, como si todas ellas fuesen a acabar donde está el caballero espigado de la izquierda, ese que mira con un gesto gesto a medio camino entre la curiosidad y la extrañeza que parece repetirse en los otros dos rostros.
Cabe preguntarse tantas cosas… ¿Se han puesto de acuerdo para vestir así? Porque van juntos ¿no es cierto? ¿Qué relación hay entre ellos? ¿Por qué de amarillo? ¿Qué hay a nuestra izquierda que les llama tanto la atención? Y la fotografía no contesta ninguna de ellas dejándonos con las ganas de saber, de comprender.
Alrededor la vida de la gran ciudad sigue su curso, ajena al momento cómico y hasta cierto punto excepcional que Vivian Maier captura con su cámara.
Y es que llevar una cámara encima te obliga a mirar de otra forma, a reparar en esos pequeños acontecimientos del día a día que no tienes más remedio que inmortalizar para siempre. Aunque a veces eso signifique plantear preguntas sin dar respuestas.
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Sin duda es una combinación sorprendente y completamente espontánea. El fotógrafo tuvo un gran sentido de la oportunidad y captó el sentido del humor de la situación. A mí me cuesta construir imágenes divertidas. Hace falta la oportunidad, la agilidad felina del fotógrafo y la audacia del tigre para lanzarse, además de captar rápidamente su lado cómico.
Hola Joselu.
Me encanta esa imagen porque además de pericia denota sentido del humor, como dices. Hay que tener verdadero talento para saber cómo hacer la foto y a la vez ser capaz de transmitir aquello que sientes cuando la “ves” en tu cabeza, pero es que la Sra. Maier tenía mucho, mucho talento. Aunque todo se entrena. ;-)
Saludos, y gracias por comentar. :-)
Jota.