Enfocar allí donde queremos es crítico, especialmente cuando estamos practicando un género como la Fotografía de calle, donde hay muchos elementos a distintas distancias, a menudo moviéndose y ocupando posiciones del encuadre que no tienen por qué ser las previsibles. En esas situaciones es importante contar con habilidades que nos permitan seguir consiguiendo nitidez por difíciles que se pongan las cosas.
En sus día te conté en qué consiste la profundidad de campo (PDC) y su relación con la apertura del diafragma, además poco después ampliaba aquella entrada con otra en la que descubríamos que aunque la PDC depende principalmente del número f, hay otros factores que influyen definitivamente en ella.
Enfocando normalmente
Las cámaras actuales son cada vez más rápidas y precisas enfocando automáticamente (lo que se llama autoenfoque o autofocus y que se suele traducir en un selector colocado en la posición AF). Sólo tenemos que pulsar el botón de disparo hasta la mitad (a veces puede ser otro si hemos configurado la cámara de esa forma), la cámara fija la distancia de enfoque y listo.
Como te decía arriba, el “espesor” de la escena que aparecerá aceptablemente nítido por delante y por detrás de ese plano de enfoque se conoce como profundidad de campo (PDC) y depende de la apertura de diafragma (número f), pero también de la longitud focal del objetivo (F) y de la distancia entre la cámara y el punto enfocado (d).
Es importante entender cómo depende la profundidad de campo de esos factores:
- Cuanto mayor es la apertura (menor número f) menor es la profundidad de campo (y viceversa)
- Cuanto mayor es la longitud focal (F) menor es PDC (y viceversa)
- Cuanto menor es la distancia de enfoque (d) menor es PDC (y viceversa)
De forma para conseguir algo o a alguien no basta con escoger un número f alto (como f/8 o f/11), a eso debemos sumar más cosas que aumenten la profundidad de campo, como una una longitud focal relativamente corta.
Todo esto está muy bien pero ¿qué pasa si tu cámara tiene problemas para enfocar automáticamente, por ejemplo en una calle con poca luz?, ¿o si no es tan rápida reaccionando como te gustaría?, ¿o si estás en un entorno caótico en el que es muy difícil predecir el mejor punto para enfocar? Probablemente tu cámara cuenta con un modo de enfoque continuo que podría ayudarte, pero vas a depender de sus decisiones y estas no siempre coinciden con las tuyas.
Distancia hiperfocal y la alternativa: el zone focusing o enfoque por zonas
Si lo que buscamos es conseguir una profundidad de campo muy amplia (que la zona roja del gráfico de arriba se extienda mucho) podemos optar por la distancia hiperfocal, algo de lo que te hablé en esta entrada y también en un video de un solo minuto.
Pero la distancia hiperfocal tiene un problema: para ser realmente útil en distancias cortas tienes que escoger una apertura relativamente pequeña (de f/8 en adelante, como mínimo). Eso cierra el paso a mucha luz lo que en situaciones con poca iluminación significa que tienes que aumentar mucho el tiempo de exposición, incrementar la sensibilidad o ambas cosas. Y eso no siempre es posible o aconsejable.
El enfoque por zonas (zone focusing) es una buena alternativa cuando queremos asegurar nitidez en una cierta porción de la escena por delante de nuestra cámara y ésta no lo consigue por sí misma o no queremos perder tiempo modificando el enfoque.
Básicamente consiste en escoger una combinación de apertura (f), longitud focal (F) y distancia de enfoque (d), de manera que la profundidad de campo se extienda entre dos puntos por delante de nuestra cámara que podemos conocer de antemano.
Cómo hacer enfoque por zonas
Lo primero que tienes que hacer es localizar una web o aplicación para calcular la profundidad de campo que sea sencilla e intuitiva, te recomiendo la calculadora de Photopills.
Allí sólo tienes que introducir el modelo de tu cámara (el tamaño del sensor también influye en todas estas cuentas), la longitud focal, la apertura de diafragma y la distancia al punto enfocado (distancia del sujeto).
La calculadora te devuelve la zona abarcada por la PDC, por ejemplo, para los valores de arriba:
Lo que quiere decir que si enfoco a 2 metros (distancia del sujeto) la profundidad de campo (la zona aceptablemente enfocada) se extiende desde 1,04 (PdC límite cercano) hasta 26,57 m (PdC límite lejano). Es decir, con esa focal, apertura y distancia de enfoque, todo lo que se encuentre entre 1 y 26 metros aproximadamente va a aparecer nítido en la fotografía. Bien, ¿no? ;-)
Este es un caso bastante favorable porque he escogido una apertura y una longitud focal escasas, puedes comprobar por ti mismo que diferentes combinaciones dan valores muy distintos. Por ejemplo para una cámara con un sensor similar a f/4 y enfocada a 5 metros, los límites cambian a 3,78 y 7,4 metros, una PDC mucho menor pero quizás la única alternativa si hay tan poca luz que te ves obligado a emplear una apertura tan grande.
Fijando la distancia de enfoque cuando no hay una escala de distancias
Si tu cámara no dispone de escala de distancias o esta no es excesivamente precisa, quizás te preguntes cómo fijar la distancia de enfoque.
Prueba esto: pasa tu cámara a enfoque manual (mueve el selector AF/MF a la posición MF) y apunta en dirección a un objeto que se encuentre a la distancia que quieras fijar, mueve el anillo de enfoque hasta que lo veas perfectamente nítido. Ya está. Deja el selector en MF para que la distancia de enfoque no cambie al disparar.
Como no vas a llevar una cinta métrica cada vez que quieras probar el zone focusing, toma una referencia de la que te puedas fiar – por ejemplo la medida de tus pasos – sepárate un determinado número de pasos de un objeto vertical (una pared, una farola) y enfócalo manualmente.
Por cierto, no necesitas abrir la calculadora cada vez que vayas a probar esta técnica (aunque también tienes que saber que la gente de Photopills vende una aplicación tremendamente útil para teléfonos iOS que puedes llevar siempre encima). Mi consejo es que memorices una serie de combinaciones y que las uses en función de la zona que quieras abarcar en cada momento y de la luz disponible.
Por cierto, si usas una cámara con objetivo clásico todo esto es mucho más fácil: escoge la apertura que quieras emplear en el anillo de aperturas, para cada distancia de enfoque las propias marcas del objetivo te indicarán los límites de la profundidad de campo.
Por ejemplo, el objetivo de arriba está cerrado a f/8 (círculo rojo), al enfocar a 10 metros (la línea roja está sobre la cifra 10 en la escala de distancias) los números que coinciden encima de los dos 8 del anillo intermedio son 5 e ∞ (líneas verdes), eso quiere decir que lo contenido entre 5 metros y hasta donde alcanza la vista aparecerá enfocado.
Como ves el enfoque por zonas puede ser muy útil para preenfocar y no depender de la capacidad de la cámara para hacerlo automáticamente, e incluso para fotografiar sin llevarnos la cámara al ojo, ya que una vez que hemos escogido una determinada combinación de apertura, longitud focal y distancia de enfoque (recuerda dejar éste en manual para que no cambie hasta que tú lo decidas) todo lo contenido entre los límites cercano y lejano se va a ver nítido en nuestras imágenes.
¿Qué te ha parecido esta técnica? ¿La has probado alguna vez en la calle? ¿Qué haces para asegurarte de enfocar como y donde quieres cuando las cosas se ponen complicadas? Comparte tu experiencia a través de los comentarios, me encantará leerte. Si te ha gustado la entrada, no dejes de compartirla en tus redes, gracias!