
Hoy te cuento cómo hacer fotografía callejera construyendo pasarelas en nuestras fotografías.
La imagen que ves aquí y que me sirve de excusa está hecha con una focal de 28 mm, a 1/250 f/5,6 con ISO 500, durante la primera gran quedada de El Club de Fotografía Callejera, en Madrid, el año pasado.
Cuando vemos una fotografía seguimos un recorrido, normalmente, condicionados por el sentido de lectura de textos que tenemos en occidente, entramos en ella por la esquina superior izquierda. Eso, siempre y cuando no haya algo que nos llame poderosamente la atención en otro punto, en esos casos nuestra mirada se dirige inmediatamente allí para después explorar el resto del encuadre, siguiendo el peso visual de los demás elementos.
A la hora de fotografiar en la calle hay una tendencia natural que no siempre nos ayuda: despejar el primer plano, a veces esperando que la gente salga del encuadre o dando unos pasos para “limpiar” lo que tenemos más cerca.
Digo que a veces no nos ayuda porque así podemos estar quitando un elemento que sirve de pasarela hacia el resto de ingredientes de la fotografía, y que de paso genera profundidad (recuerda que las fotos siempre, siempre, siempre son planas, aunque a veces puedan no parecerlo, una forma de que no se les note es, precisamente, incorporar sujetos y cosas a diferentes distancias del margen inferior).
Hice esta foto el sábado 7 de octubre del año pasado, en la plaza mayor de Madrid, durante el paseo fotográfico de la primera gran quedada de El Club de Fotografía Callejera.
La plaza estaba llena de gente (como siempre) y tenía casetas en el centro, de algún evento que si no recuerdo mal ya había finalizado o estaba a punto de acabar (muchas estaban vacías).
Vi a esa niña correteando entre los puestos y me llamó la atención el color de sus pantalones, pero había demasiado espacio libre alrededor de ella, así que me acerqué a esa valla y la usé para rellenar el primer término. Los colores de esta y del pantaloncito se refuerzan mutuamente, ya que son opuestos en el círculo cromático…
Compuse la imagen de manera que no se viese su cara, no para que no se la pudiese reconocer, sino para generar sensación de incomodidad. La mancha en la camiseta fue un regalo inesperado que descubrí cuando se giró hacia mí.
Sé que no es una imagen previsible, y precisamente por eso me encantaría saber tu opinión. ¿Te gusta, sí o no? ¿Cómo la lees? ¿Hubieses cambiado algo?
Te leo.