
Cuando William Eggleston expuso en el MoMA de Nueva York sus imágenes en color la crítica lo recibió de forma feroz. Hasta entonces la Fotografía ( y por descontado también la Fotografía callejera) solo había tenido consideración de arte cuando venía envuelta en blanco y negro.
Súmale a eso su estilo, centrado en fotografiar situaciones y lugares aparentemente banales, y tienes una combinación perfecta para incomodar a los puristas. Sin embargo con el tiempo aquella exposición (recogida en el libro William Eggleston Guide, que replica exactamente su catálogo) ha llegado a ser considerada un hito crucial en la historia de la Fotografía.
La foto de la que te hablo hoy no aparece en aquel trabajo sino en Los Alamos, donde se recogen muchas otras imágenes icónicas de Eggleston. No obstante contiene muchos de los elementos que caracterizan su mirada hacia el mundo.
La imagen
Si Sergio Larrain a menudo huye del centro para situar al sujeto de sus capturas (en esta entrada tienes diez lecciones de Fotografía callejera de ese mítico fotógrafo chileno), Eggleston tiende a hacer todo lo contrario.
En muchas de sus imágenes (casi todas, en realidad) el protagonista ocupa justo la zona donde se cruzan las diagonales que dividen el encuadre. Como diciendo mira justo aquí, hay algo que ver aunque pueda no parecerlo.
Pero antes de centrarnos en el personaje principal veamos qué más podemos encontrar en la imagen.
Primero el contexto: esos asientos de sky en combinación con el menú, el bote de mostaza, el vaso y la taza nos sitúan en una cafetería, quizás de esas de carretera que tan a menudo vemos en los filmes americanos (Eggleston se ha dedicado a fotografiar casi exclusivamente en Memphis, su ciudad natal).
Cuando veía esta imagen había algo en ella que me hacía sentir incómodo, no entendía muy bien qué era además de lo que podía imaginar acerca de esa mujer de espaldas. Hay cosas en ella que me inquietan (las veremos enseguida), pero no era solo eso. Hasta que di con la clave: los colores que dominan la escena.
Como te contaba en la entrada dedicada al uso del color para mejorar nuestra Fotografía callejera, los colores complementarios se refuerzan mutuamente y eso hace que cuando se combinan en una imagen se genere tensión y fuerza. Pues bien, el rojo teja de la pared y el verde de los asientos son colores complementarios.
Ahí estaba el detalle que no había visto antes. Hay que ver lo que puede hacer el color con la atmósfera de una imagen…
Y vamos con el sujeto principal de la imagen. Esa mujer de espaldas que mira en dirección a alguien más (un hombre), sosteniendo un cigarro.
Supongo que en parte por el efecto del color pero también por el resto de cosas que voy a contarte, siempre he imaginado su expresión como severa o displicente.
La forma de su pelo es la de un triángulo invertido. Una figura inestable (al contrario de los triángulos que se apoyan en su base, que sugieren estabilidad y calma) y por tanto un motivo más para la incomodidad al contemplar la escena.
Si nos fijamos en los detalles podemos saber algo más de la enigmática figura: el pelo perfectamente recogido, ni un mechón fuera de lugar, me hace pensar en alguien estricto y preocupado por su aspecto, el collar de joyas y sus uñas en alguien de clase media-alta, y el vestido con cuadros rosas y blancos contrasta con la imagen que me hago de ella, porque me parece más propio de una niña pequeña.
En definitiva, esta es una de esas raras imágenes en las que lo que no se muestra abre la puerta hacia el misterio y las preguntas, en lugar de despejar todas las incógnitas. Pura magia, ¿no crees?
En cualquier caso esta es mi lectura. Sin duda uno de los aspectos más interesantes de la Fotografía de William Eggleston es que sugiere cosas distintas a espectadores diferentes (de hecho, a mucha gente la deja completamente fría), así que me encantaría saber qué opinas tú y si coincidimos en algo.
Por favor, cuéntame tus impresiones a través de los comentarios, estoy deseando leerte.
Enlaces relacionados
- He usado esta imagen de Eggleston para ilustrar una de sus reflexiones, podría hacer que te cuestiones un par de cosas, a mí me ha pasado.
- Web de William Eggleston.
Libros de William Eggleston
- William Eggleston´s Guide (lee la reseña completa aquí).
- William Eggleston´s Portraits (también he analizado ese libro en profundidad aquí).
- The Democratic Forest.
Gracias por leerme y por compartir esta entrada entre tus contactos.
Hasta pronto.
Jota.
Aprendiendo de como ven la foto otros. Genial.
Hola Jorge! Cuánto me alegra que te haya gustado. Un saludo y gracias!
Jota.
Esta genial el post, pero a la hora de analizar el sujeto te olvidaste de la cereza de la torta. Los 3 diamantitos en el pelo! la mirada va directo a ellos y le dan a la fotografia un toque especial, son antiguos y grises, en contraste con los colores modernos del contexto. Ademas van uno seguido del otro, en armonia.
Un saludo!
Hola Nai. Tienes toda la razón, esos tres diamantes en el pelo son un claro centro de atención al mirar la imagen. Un saludo y gracias por tu aportación!
Jota.