
Hoy te hablo de cómo hacer fotografía callejera repartiendo peso y teniendo en cuenta el sentido de lectura en nuestras imágenes.
La fotografía que ilustra y nos sirve de ejemplo está hecha con una focal de 28 mm a 1/40 y f/4, con ISO 1600 y una ligera subexposición de 1/3 EV, en el mejor café de Galicia.
El peso visual es una medida de la atracción que el contenido de una imagen ejerce sobre nuestra atención; hay elementos que nos atrapan más cuando vemos una fotografía y otros que apenas llaman nuestra atención, eso hace que en el primer vistazo a una imagen aquello que tiene más peso visual atraiga a nuestros ojos, y la exploramos desde allí.
Pero con tener en cuenta el peso visual no basta para anticipar cómo se va a interpretar una imagen: nuestra tendencia natural a la hora de leerla es hacerlo como lo haríamos con un texto: de izquierda a derecha y de arriba a abajo…
De modo que por defecto entramos por la izquierda y vemos “hacia la derecha”… A no ser que el peso visual del contenido nos saque de ese recorrido en un primer momento.
Podríamos decir que el peso visual a veces interfiere en el sentido habitual de lectura.
Tomemos como ejemplo esta foto, hecha en El Muelle, en Santiago de Compostela, seguramente mientras me tomaba un café americano.
La mujer que engulle el churro es el claro centro de atención porque está iluminada de frente y vemos su cara – y su gesto – pero no tiene tanto peso visual como para que nos saque del sentido habitual de lectura: primero vemos a los dos hombres que charlan animadamente en la barra y después a ella, quizás incluso después de las dos luces que cuelgan del techo (nuestra vista se ve atraída por lo brillante, lo saturado, lo enfocado y lo contrastado).
Creo que una vez que la vemos a ella todo lo demás pasa a un segundo plano y aparece el triángulo entre su rostro y las lámparas, pero que antes de detenernos en la mujer tenemos mucho que recorrer.
Por cierto, que como ella mira hacia la izquierda en cierta medida devuelve nuestra atención a lo que hay a ese lado, así se crea un recorrido de ida y vuelta: entramos con los hombres y al verla a ella regresamos a la pareja, una y otra vez.
Cuéntame, ¿la lees como yo o tu recorrido ha sido distinto? ¿Qué te parece la escena? ¿Te plantea dudas de algún tipo?
Te leo.