
Yo antes también era de los que pensaba que en realidad calibrar un monitor para Fotografía no era tan importante.
Lo cierto es que, al fin, he comprendido que hay muchos motivos para calibrar nuestro monitor. Eso y que hay distintas formas de hacerlo; unas rápidas, muy sencillas y completamente gratuitas y otras que requieren una pequeña inversión (dependiendo de cómo te organices) pero que siguen siendo sumamente fáciles y consumiendo muy poco tiempo.
Vale la pena, de verdad, entender las diferencias entre un monitor calibrado y otro del que, sencillamente, no te puedes fiar (por muy bueno que sea).
Te lo cuento todo en este video:
Y tú, ¿eres de los que calibran su monitor de tanto en tanto o de los que nunca lo han hecho? ¿Has notado mucha diferencia al adoptar ese hábito? Cuéntame tu experiencia a través de los comentarios.
Gracias por estar ahí.
Hasta pronto.
Jota.
Saludos. Genial video. Despues me di cuenta que llevaba meses con mi monitor mal calibrado, lo que hacia que mis fotografias fueran bastante oscuras. He visto que habia un video parecido en el curso de “Impresion en papel”.
Hola Fredo! :)
Me alegra haber abierto ese melón. :) Sí, hay algo similar – sin desarrollar a tope el proceso de calibración – en el curso que mencionas. :)
Un abrazo y gracias!
Jota.