El domingo madrugué y cogí la cámara, tras vagar unos kilómetros por la nacional en busca de algo interesante di la vuelta y me dirigí a Ourense, sabía que algunos domingos hay feria de antiguedades así que aparqué cerca de la Alameda y caminé hacia la plaza Mayor. Hubo suerte, los “comerciantes” ya habían colocado sus puestos bajo los soportales y frente al Concello y la gente comenzaba a llegar. Dediqué unos minutos a hacer fotos de los tenderetes y los curiosos que toqueteaban la mercancía y a apostarme en alguna bocacalle para cazar paseantes.
Hay días en los que las fotografías que quieres conseguir te esquivan, pasan rápido a tu lado sin que te de tiempo a cogerlas, pero lo suficientemente cerca para que las reconozcas. El domingo fue uno de esos días.
Entre un par de puestos ví lo que parecía una exposición fotográfica, así que tras empeñarme durante algún tiempo más en conseguir algo decente (y tomarme un pincho en el “Orellas” para sacarme el frío de dentro) entré en la Fundación Novacaixagalicia, donde pude disfrutar de “Unha mirada de antano”, una extensa colección de fotografías de Ruth Matilda Anderson.