Las fotografías pueden atraer nuestra atención tanto por su contenido (lo que en ellas sucede) como por su diseño (en el sentido más amplio del término); la diferencia entre esos dos factores es que un contenido interesante no asegura por sí sólo una buena fotografía (la red y probablemente nuestros discos duros están llenos de ejemplos), y sin embargo un diseño acertado puede elevar a la categoría de obra de arte un hecho común. “El ojo del fotógrafo” de Michael Freeman conseguirá que antes de pulsar el botón te preguntes cuál es la mejor manera de componer una escena, lo que necesariamente mejorará tu estilo fotográfico.
Visión general
El libro condensa en apenas 200 páginas multitud de recursos para dotar a tus imágenes de estructura y orden, para que puedas construirlas de manera consciente y conseguir así que se ajusten al mensaje que quieres transmitir. Como no se manejan aspectos técnicos sino estéticos, unas mínimas nociones teóricas y prácticas previas ayudan a aprovechar aún más su contenido.