La experiencia trabajando con Jota ha sido un interesante viaje de autoconocimiento y reflexión de varios meses sobre los motores que impulsan mi creación fotográfica. Este viaje se ha traducido en una nueva visión y motivación para continuar generando imágenes o explorando lo que no se percibe directamente en ellas.
Es en este último punto donde realizar una formación 1 on 1 adquiere una mayor relevancia, ya que en un mundo con tanta información disponible a un click de distancia, donde estaría el atractivo de realizar una formación personalizada? Por supuesto está el tema del tiempo, un tutor con más experiencia puede definitivamente acelerar el proceso de aprendizaje técnico, pero aún así es algo que eventualmente se puede adquirir con las muchas fuentes disponibles de forma on line.
Donde veo una ventaja abismal en este tipo de formación no es en el cómo hacer una fotografía, eso es algo que hasta cierto punto si dispones de una cámara y con práctica se consigue. Ya incluso los radares the la DGT toman fotos a objetos que se mueven con rapidez y dentro de las limitaciones de hardware que tienen pues te pillan hasta la matrícula. La verdadera ventaja desde el punto de vista de quien esto escribe es el poder investigar en el qué, por qué y para qué haces fotografías.
Con todos los avances tecnológicos en equipos y fotografía computacional actualmente en solo un día probablemente se hacen más fotografías que si sumas todas las fotografías realizadas desde aquella foto Point de vue du Gras (1826), hasta la aparición de instagram. En ese océano de imágenes que definitivamente puede conducir a una indigestión visual el encontrar tu voz dentro de todo el ruido de la red puede ser una empresa épica.
Y es en ese punto donde estos meses trabajando con Jota han rendido sus frutos. El entender las diferencias entre las fotos que me gusta ver versus las fotos que me gusta hacer encontrando referentes y practicando mucho, el atisbar un camino de creación ayudado por una persona que te sirve de espejo a muchas de tus inquietudes pero que no te habías percatado de ellas, el poder poco a poco ir delimitando tu voz y espacio creativo motivándome a salir y hacer fotos entendiendo tu paisaje interno y proyectándose en tus fotos (o al menos un primer intento), en definitiva, el hacer fotografía desde tu capacidad creativa y no desde un aspecto puramente técnico.
Resumiendo, si solo deseas poder salir del modo manual y controlar el triángulo de exposición, el 1 on 1 es algo que sí puede ser útil pero quizás te estás perdiendo de mucho. Si por el contrario quieres empezar a visualizar un recorrido con tus fotos, dándole sentido y una coherencia que te permita aportar algo al universo de imágenes que crece día a día y potenciar esa energía que te impulse a coger la cámara y salir a hacer fotos, entonces esta experiencia muy probablemente sea muy productiva para ti.
Al final si quieres hacer fotos, pues haz fotos, todas las que puedas, y si tienes un concepto y energía para ejecutarlo es algo más que es invaluable en este camino.
PD: Este comentario lo he escrito porque realmente creo lo que he expresado allí. No se me ha ofrecido ningún tipo de beneficio o aporte para realizarlo.
