Cómo mejorar tu Fotografía Callejera encerrado en casa

He de contarte que las escasas veces que he salido de casa en los últimos días he tenido una sensación extraña. Echo de menos patear la ciudad haciendo Fotografía Callejera, sí, pero no se debe a eso. Es más bien la incredulidad de verla tan vacía y ese silencio que campa a sus anchas convirtiéndola en un escenario irreal.
Vivimos días extraños. Espero que al menos tú y los tuyos estéis bien. Desde mi encierro os deseo ánimo y paciencia.
Conserva la energía, cuídate y cuida a la gente que tienes cerca, física y emocionalmente. Todo esto pasará.
Y mientras tanto, ¿qué hacemos? Ojalá esta pausa te esté sirviendo para retomar viejos proyectos y para dedicar tiempo de calidad a los tuyos y a ti mismo.
Por mi parte he estado pensando en cómo podríamos aprovechar este parón para seguir mejorando nuestra Fotografía callejera. Al fin y al cabo, de la misma forma que un deportista puede (y debe) ejercitarse en casa para no perder su estado de forma, hay muchas cosas que nosotros podemos hacer para seguir creciendo y salir de esto mejor preparados.
Ahí van algunas ideas.
1. Organiza tu archivo
Revisar, clasificar y ordenar el archivo es, con total seguridad, la parte que más pereza me da en esto de fotografiar la calle; pero admitamos que, nos guste o no, es tremendamente importante.
Desde tener una estructura lógica para ordenar las imágenes (por ejemplo una carpeta por año, y dentro de esta carpetas por sesión o evento con formato AAAMMDD), a un catálogo de Lightroom bien afinado con sus palabras clave, colecciones por lugar, tema o proyecto… Cuanto mejor sea nuestro archivo más eficientes seremos nosotros.

Odio las tareas repetitivas como organizar, clasificar, categorizar y demás verbos de la primera conjugación, pero sé que, una vez hechas, nos facilitan mucho la vida y además no suelen requerir mucha energía… ¿Por qué no les dedicas media hora muerta aquí y allá? Estoy seguro de que acabarás por alegrarte de haberlo hecho.
2. Busca proyectos entre tus fotos
Al revisar las fotos que ya tenemos podemos encontrar patrones, sujetos o temas que se nos habían pasado por alto. A veces no somos conscientes de que determinadas cosas se repiten en nuestras imágenes, y se pueden convertir en pistas de hacia dónde tirar cuando no sabemos muy bien cómo hacerlo.
En esta tarea tanto las palabras clave como las colecciones de Lightroom son tremendamente útiles. Si al repasar tu catálogo asignas términos que describen el contenido de las imágenes en forma de keywords, después solo tienes que crear colecciones o colecciones inteligentes para agrupar las imágenes que tengan algo en común (por ejemplo un lugar, un tipo de sujeto, etcétera).

Quién sabe, ahí podría estar el germen de un proyecto interesante. Vale la pena intentarlo.
2. Revisa o descubre libros de Fotografía
Durante estos días en los que sé que me esperan más horas dentro de casa de lo normal he sentido la necesidad de volver a mi biblioteca de Fotografía callejera para sumergirme de nuevo en mis trabajos favoritos, de una forma más pausada.
Te dejo un listado con algunos de mis imprescindibles, a los que voy a hincar el diente en los próximos días:
- The Americans (Robert Frank).
- The Suffering of Light (Alex Webb).
- How I Take Photographs (Daido Moriyama).
- All About Saul Leiter.
- Valparaiso (Sergio Larrain).
- Rimas de Reojo (Alex Webb y Rebecca Norris Webb).
- Minutes to Midnight (Trent Parke).

Además, qué mejor momento que este para dejar a cero la lista de libros no empezados. Si vuelvo mi cabeza mientras escribo esto puedo ver los que me esperan desde hace demasiado tiempo:
- Bystander: a history of street photography.
- Ravens & Red Lipstick: Japanese Photography Since 1945.
- La mirada de las cosas: Fotografía japonesa en el contexto de Provoke.
- De Discursos visuales, Secuencias y Fotolibros.
En realidad no importa si ya los has leído o no, un buen libro siempre es un buen refugio de donde salimos más sabios y más fuertes.
3. Analiza imágenes de los grandes
Hacer fotos está bien, pero también es importante estudiar y aprender de lo que han hecho otros. Llevo años analizando en detalle fotos de algunos de los mejores autores de la historia, tomando notas de lo que veo en ellas, preguntándome por qué funcionan como lo hacen. Estoy seguro de que he aprendido mucho con este tipo de ejercicios.
Echa un vistazo a estos ejemplos, quizás te sirvan de inspiración para comenzar tus propios apuntes:
- Análisis de una fotografía callejera: Alex Webb, Brooklyn.
- Grandes fotografías: Subway, Bruce Davidson, Nueva York 1980.
- Análisis de una Fotografía callejera: Robert Frank, New Jersey 1955.
- Análisis de una Fotografía callejera: Harry Gruyaert, Irlanda 1983.
- Grandes fotografías: William Albert Allard, Henry Gray, 1970.

Puedes ver todos los análisis que he hecho hasta la fecha en esta sección del blog.
4. Busca nuevas referencias
Está bien tener claro cuáles son nuestros fotógrafos de calle favoritos de todos los tiempos (aunque para eso yo haya tenido que recurrir a una segunda entrada con otros 15), pero eso no significa que tengamos que renunciar a descubrir nuevas miradas.
Aprovecha estos días para investigar y descubrir nuevos nombres y con ellos nuevas formas de fotografiar. Si quieres puedes empezar por mi cuenta de Instagram, allí tengo una sección destacada en mis stories llamada “Inspiragramers” en la que se reúnen un buen puñado de perfiles que, creo, deberías mantener en tu radar.
Quizás también te interese echar un ojo a Miradas Adentro, un proyecto en el que nos hemos embarcado una veintena de fotógrafos para dejar testimonio de cómo estamos viviendo esta época de confinamiento.
5. Repasa y afianza tu técnica
Si eres de los que se queja de que una vez en la calle todo sucede demasiado rápido como para poder reaccionar, y de que te pierdes muchas fotos, estos días de “inactividad” son perfectos para refrescar o simplemente fortalecer tus conocimientos de técnica.
Lo sé, tu casa no es la calle, ahí todo está más controlado y tienes tiempo de sobra para cambiar ajustes y demás… Pero – salvo aspectos muy específicos como la distancia hiperfocal – la técnica es la misma y funciona igual independientemente del género que practiques y dónde lo hagas.
Además con una luz estable es más fácil entender qué sucede en tu cámara y por qué los resultados son como son; cuanto más claro lo tengas mejor te desenvolverás en la calle.
Mantén tu cámara a mano el mayor tiempo posible (también estos días), cógela de vez en cuando y trastea con ella. Hazte preguntas y asegúrate de entender cuál sería la mejor configuración en cada momento.
6. Redescubre tu entorno próximo
Que no puedas patear tu barrio o tu ciudad no significa que no puedas hacer fotos, de hecho es una oportunidad para mirar el espacio que habitas con otros ojos.
Aunque intento hacerlo habitualmente, estas últimas jornadas estoy tratando de ir un paso más allá al mirar mi casa y he descubierto luces, matices y detalles en los que no había reparado nunca.

El truco, si hay alguno, es olvidar lo que ya sabes de ese lugar y dejar de ver tu casa como lo que es para empezar a verla como un conjunto de elementos con su propia personalidad visual. No pienses en puertas, sofás, sillas o ventanas; piensa en texturas, colores, volúmenes, formas y sombras.
¿Qué hay por ahí que aún no habías visto de verdad?
7. Fórmate
Los años en que tenías que vivir en un lugar y seguir un horario establecido para aprender de lo que te gusta han quedado muy atrás.
Plataformas de formación on line, universidades que ofrecen cursos MOOC (muchos de ellos completamente gratis), tutoriales en video, webinars, conferencias y clases magistrales en streaming o subidas a YouTube… Hoy hay miles de posibilidades para aprender a distancia miles de cosas, la Fotografía de calle no es una excepción.
Si estás planteándote estudiar y mejorar desde la comodidad de tu casa y a tu ritmo, echa un vistazo a El Club de Fotografía Callejera. En el momento en que escribo estas líneas (marzo de 2020) ya puedes encontrar más de 35 horas de formación on line repartidas en 11 cursos y 110 vídeos, todo ello orientado a la street photography.
8. Lee libros, ve documentales y películas no fotográficas…
Hubo un tiempo en el que prácticamente no consumía otra cosa que Fotografía: investigaba temas para escribir entradas en este blog, leía libros (fotográficos), veía tutoriales y documentales… Mi día a día era, básica y casi exclusivamente, una forma u otra de Fotografía.
Como consecuencia de ese exceso de información mi creatividad (tanto a la hora de hacer contenidos como al fotografiar) cayó a niveles mínimos. Me había saturado.
Recordé que aunque la Fotografía me apasiona no es lo único de lo que quiero saber y disfrutar. Volví a leer ensayos (principalmente de psicología y filosofía) y novelas. Empecé a reservarme un rato a la semana para ver una película (soy suscriptor de Filmin y cada vez disfruto más por allí), volví a garabatear algún dibujo de vez en cuando y a escribir notas sobre prácticamente cualquier cosa que me pasase por la cabeza.

Poco a poco y casi sin darme cuenta las ideas comenzaron a fluir otra vez de forma natural, no solo disfrutaba más de cada día, sino que incluso mi forma de Fotografiar comenzó a cambiar hasta el punto de que hoy me identifico con mis imágenes más que nunca.
A nuestras espaldas hay miles de años de cultura a los que acceder a través de libros, películas, documentales… Este podría ser el momento perfecto para echar un vistazo sin prisas.
Ánimo con el encierro. Ojalá estos consejos te ayuden a llevarlo un poco mejor, aprovecha este tiempo para hacer todo aquello que normalmente no puedes hacer, y cuéntame cómo lo llevas y qué estás haciendo.
Si tienes alguna otra sugerencia para crecer como fotógrafos de calle sin pisarla, me encantará leerla.
Gracias por estar ahí.
Hasta pronto.
Jota.
Curso Intensivo de Fotografía Callejera #2: Historia y Evolución
Lección número 2 del Curso Intensivo de Fotografía Callejera, en la que hacemos un repaso por su historia. Porque conocer cómo hemos llegado hasta aquí solo puede ayudarnos a hacer mejores fotos de calle.
2. Historia y evolución de la Fotografía Callejera
En esta lección vemos cuándo, cómo y dónde surgió la Fotografía callejera y comprendemos su evolución (condicionada por completo por la tecnología disponible en cada momento).
De paso descubrimos las figuras más importantes de cada época y algunos trabajos que han dado forma al género.
Autores relevantes
Aquí tienes el listado de algunos de los autores más importantes de cada época (y el enlace al libro Streets of London de John Thomson):
Aquí puedes ver todas las lecciones de este curso
- Curso Intensivo de Fotografía Callejera #1: Introducción.
- Curso Intensivo de Fotografía Callejera #2: Historia y Evolución.
- Curso Intensivo de Fotografía Callejera #3: Equipo.
- Curso Intensivo de Fotografía Callejera #4: Prepárate para la Calle.
- Curso Intensivo de Fotografía Callejera #5: Distancia Hiperfocal.
- Curso Intensivo de Fotografía Callejera #6: Qué Buscamos.
- Curso Intensivo de Fotografía Callejera #7: Recursos de Composición.
- Curso Intensivo de Fotografía Callejera #8: Práctica en la Calle.
- Curso Intensivo de Fotografía Callejera #9: Selección de Resultados.
- Curso Intensivo de Fotografía Callejera #10: Resumen.
Análisis de una fotografía callejera: Harry Gruyaert, Antwerp, 1988

Adentrémonos en esta fotografía callejera de Harry Gruyaert para entender por qué funciona tan bien a pesar de la cantidad de elementos, colores y personajes que pueblan el encuadre.
No es la primera vez que desmenuzo aquí una imagen de Gruyaert, hace poco compartí contigo el análisis de una fotografía callejera en la que combinaba con maestría los colores primarios y el espacio negativo.
En esta hay dos bebés en carritos rodeados de mujeres, la mayoría de edad avanzada, al sol (dos protegen de sus rayos con paraguas) y delante de lo que parece una casa, quizás de una de ellas. No hay ni un solo hombre, lo que hace pensar en que aquella época y lugar (Antwerp está en Bélgica) la crianza de los hijos era algo exclusivamente femenino y compartido entre madres y abuelas.
El tono amarillento de la luz y las sombras proyectadas sobre la pared hacen pensar en las últimas horas del día, cuando el sol está a punto de ponerse.
La imagen
Composición
Hay fotografías que atrapan sin saber muy bien por qué. Me sucedió con esta y con muchas de las imágenes de Alex Webb en el mítico libro The Suffering of Light (por eso tardé tantas semanas en verlo con calma).
Creo que se debe sobre todo a la cantidad de sujetos y masas de color que contiene. Ahora que ya hemos leído el contenido, es hora de meternos con los aspectos puramente formales.
Lo primero que llama la atención es ese enorme globo (está sujeto al carrito en primer término y eso hace que se vea tan grande respecto a las mujeres del fondo). El tamaño no es lo único que hace que capte tanta atención: el color rojo, que inconscientemente asociamos a un estado de alerta, nos atrapa inmediatamente.
Así ese globo se convierte en algo parecido a un planeta alrededor del que giran los demás elementos.

La colocación de las mujeres de izquierda a derecha dibuja una diagonal que recorre todo el encuadre dividiéndolo en dos partes iguales…

Sobre ella se sitúan muchos de los personajes de la escena, además del globo rojo, protagonista absoluto, a lo que también contribuye que ninguno de los rostros se vea por completo (una cara siempre genera una conexión en el espectador y se convierte en un centro de atención).

Además de dividir el encuadre en dos partes iguales, la diagonal separa la un parte llena de información (la inferior) de otra casi completamente blanca (lo verás mejor si entrecierras ligeramente los ojos).

Volvemos al globo rojo ya que no es el único punto con ese color. Hay otro globo más pequeño como consecuencia de su mayor distancia a la cámara (lo que recrea profundidad), y ese carrito bajo él.
Esos tres elementos rojos forman un triángulo. ¿El motivo? La ley de similitud de la Gestalt explica que los elementos que comparten una característica (en este caso el color) son percibidos como pertenecientes a la misma forma. Y a nuestro cerebro le gusta descubrir formas que sabe nombrar.

Hay más cosas que hacen que esta imagen no parezca plana a pesar de que la mayoría de sujetos están situados sobre la pared del fondo (un plano de libro).
Para empezar el carrito de la izquierda está más próximo que las mujeres (por eso el bebé y el globo parecen desproporcionadamente grandes). El globo proyecta su sombra, mucho más pequeña, sobre la mujer del vestido azul, y los paraguas hacen lo mismo sobre la pared. Eso dibuja líneas en dirección de la luz del sol que van hacia el interior de la imagen (justo la dimensión de la que carecen todas las fotos).

Y hablando de líneas, además de la diagonal que recorre el encuadre y las obvias debidas a los cuerpos de las mujeres, están las miradas que se dirigen en distintas direcciones aportando un extra de complejidad a la foto.
Por cierto, que hay al menos dos personas más a las que no vemos: una figura fuera del encuadre por la izquierda (¿es a quien mira el niño?) y otra a la derecha, cuya sombra se proyecta sobre el vestido de la mujer cortada por el borde.

Y sí, los globos y el carrito son de un rojo que atrapa, pero el color de esta foto de Gruyaert (uno de los mejores manejando este recurso) merece alguna explicación más.
Al rojo se le unen el azul y el amarillo en los vestidos de las dos mujeres que se protegen del sol. El estampado del paraguas de la izquierda se asemeja (y por tanto conecta) con el del vestido de la mujer que está de pie en el banco y el del vestido azul oscuro hace lo mismo con el de la mujer más joven.
Si nos fijamos detenidamente no hay tantos colores como podría parecer en el primer vistazo: rojo, azul, amarillo y anaranjado. En cierta manera esa paleta limitada compensa la complejidad de la imagen.

Ajustes de cámara y técnica
Una vez más no disponemos de los valores de exposición de la imagen, pero podemos deducir algunas cosas:
- Todo se ve nítido desde el niño en primer término a las mujeres al fondo. También es verdad que no están demasiado alejados, así que seguramente Gruyaert empleó una apertura intermedia o cerrada para lograr esa profundidad de campo. Descubre aquí qué es la apertura de diafragma y cómo influye en la profundidad de campo. También es posible que haya recurrido a la hiperfocal (descubre qué es y cómo emplear la distancia hiperfocal).
- No se aprecia movimiento, incluso en la mujer más joven que parece estar a punto de levantarse, sin duda se debe a una velocidad de obturación alta (probablemente de 1/250 de segundo en adelante) Domina el tiempo de exposición y su efecto en el movimiento en un breve video.
- En cuando a la focal me inclino por un objetivo de 50 milímetros dado que la escena no parece demasiado próxima si no más bien observada desde un cierta distancia. Descubre qué es la longitud focal y cómo afecta a tus imágenes.
Trabajos de Harry Gruyaert
Enlaces interesantes
- Página de Harry Gruyaert en Magnum Photos [english].
- Breve entrevista en el British Journal of Photography [english].
- Puesto que la imagen se apoya mucho en ese recurso te dejo esta entrada para ayudarte a componer con líneas.
- En la categoría correspondiente del blog encontrarás todas las grandes fotografías que he analizado en profundidad.
Hasta aquí mi análisis de la foto de Gruyaert. Me pregunto qué más ves tú en ella y si te gusta tanto como a mí. Cuéntamelo a través de los comentarios.
Gracias por leerme y por compartir esta entrada entre tus amigos.
Jota.
Guía de regalos de Fotografía (callejera) 2018
Se acerca final de año y con él llegan esas fechas en las que quien más y quien menos regala algo a la gente que tiene más cerca. También es una buena época para encontrar una excusa y hacernos un regalo a nosotros mismos. En realidad no hace falta ningún pretexto para esas dos cosas pero qué diablos, no neguemos que todos estamos mucho más predispuestos durante estas semanas.
Por eso estos días vas a encontrar muchas entradas del tipo “10 regalos para fotógrafos” pero si, como a mí, te apasiona la Fotografía callejera o conoces a algún entusiasta probablemente busques algo más específico. De modo que voy a dejarte mis sugerencias en forma de lista de regalos para fotógrafos callejeros para que, tanto si quieres hacer un regalo a otro apasionado como si quieres escribir tu carta a los reyes encuentres la inspiración necesaria y adaptada a todos los presupuestos.
Libros de Fotografía callejera
Ya sabes que me pierden los libros, así que no debería sorprenderte que empiece precisamente con ellos. Ahí van mis recomendaciones pensando en estas fechas, aunque debes saber que también puedes consultar todos los libros de Fotografía de mi biblioteca.
- The Americans. Si hay un libro mítico es este de Robert Frank que lleva varías décadas asombrando a los apasionados de la imagen en general y de la street photography en concreto. Unos años antes hizo otro trabajo que adelantaba su forma de mirar, muy cerca de aquí: Valencia 1952.
- The Decisive Moment. El otro trabajo seminal del género es este de Henri Cartier-Bresson, maestro de maestros y con un estilo diametralmente opuesto al de Frank. Un libro bellísimo tanto por contenido como por factura.
- Valparaiso. Sergio Larrain dejó la mítica agencia Magnum para retirarse a escribir en una cabaña como un asceta, pero antes creó uno de los libros más bellos y poéticos de todos los tiempos.
- Minutes to Midnight. el libro de Trent Parke (fotógrafo de Magnum Photos) se ha convertido en muy poco tiempo en un verdadero clásico de la Fotografía de calle gracias a sus imágenes ásperas en blanco y negro. Un viaje a través de la Australia menos conocida acompañados de alguien con una visión muy personal.
- The Suffering of Light: hablar de Alex Webb significa referirse a uno de los fotógrafos más admirados de la actualidad; sus fotografías en color inspiran a diario a miles de apasionados de la Street Photography en todos los rincones del mundo. Este libro que abarca 30 años de su carrera es un imprescindible del género. Webb también ha editado recientemente un trabajo junto a su mujer, Rebecca, que reúne 82 imágenes y poemas y textos de ambos: Rimas de reojo.
- Lírica Urbana, Helen Levitt. Levitt era una fotógrafa muy admirada entre sus compañeros pero relativamente desconocida para el gran público, una mujer que construyó una obra repleta de belleza prácticamente sin salir de su ciudad. Este volumen recoge su extensa trayectoria, desde el blanco en los barrios más humildes de Nueva York al color del centro más vibrante.
- El trabajo de la otra gran dama (y desconocida en vida) de la street photography se recoge este libro dedicado a Vivian Maier.
- Early Color. Leiter nos dejó en 2013 y con él perdimos a uno de esos pocos fotógrafos con la capacidad de reinventar por completo un género, por obra y gracia de su mirada la Fotografía de calle se traducía en imágenes llenas de planos e información, con colores y formas aislados de manera magistral. Este pequeño y delicioso libro de Steidl que reúne su trabajo en color te abrirá los ojos para ver las calles de otra manera. Aunque a Leiter se le conoce sobre todo por su trabajo en color en sus primeros años creó un archivo de blanco y negro lleno de delicadeza y poesía, podemos descubrirlo en Early Black and White. Recientemente se ha editado también un libro con imágenes inéditas y con sus reflexiones acerca de la vida y el arte: All About Saul Leiter.
- Manual de Fotografía de calle. David Gibson, mítico fotógrafo de In-Public, firma este libro centrado en los aspectos compositivos del género al que lleva dedicándose ya varias décadas.
- El Proyecto Fotográfico Personal. Si queremos ir más allá de la foto suelta y abordar un proyecto necesitamos un libro que cubra desde los aspectos generales a los detalles más puramente prácticos. Este libro de Rosa Isabel Vázquez, profesora en La Máquina, contiene todo lo que podemos llegar a necesitar con multitud de ejemplos inspiradores aunque no tengan nada que ver con la street photography.
Cámaras para Street photography
La cámara no hace al fotógrafo y todo eso, pero necesitas una para saltar a la calle y llevarte imágenes a casa. Aunque para hacer Fotografía callejera vale prácticamente cualquier modelo hay algunos que por sus características son especialmente interesantes, aquí los tienes.
- Ricoh GR II.
Un clásico para la fotografía de calle: objetivo de 28mm f/2.8 en un cuerpo de magnesio (resistente y ligero a la vez) que cabe perfectamente en un bolsillo y que hará que te la lleves a todas partes prácticamente sin que la notes y que no llame la atención cuando la utilices. Se espera un nuevo modelo a lo largo de 2019 que no contará con flash, así que puede ser un buen momento para hacerse con el actual.
- Sony Rx100 MV. Si te gusta la idea de llevar encima una cámara pequeña pero eso de fotografiar sin zoom no te convence, esta compacta de Sony es una fantástica alternativa; la RX100 ya va por la versión VI, así que la V ha bajado de precio y no tiene mucho que envidiarle.
- Fujifilm X-T3. Las cámaras sin espejo de Fuji llevan mucho tiempo dando que hablar y si la X-T1 y la X-T2 abrieron la puerta a que esta tecnología plantase cara a las réflex de toda la vida parece que con la X-T3 la marca ha echado el resto. He leído y visto un montón de reviews tanto en castellano como en inglés que no dejan de alabar tanto el sensor como las mejoras de esta cámara tanto para fotografía como para video, por algo en Dpreview le dan una puntuación de 88/100 y solo la desaconseja para “fotografía deportiva al más alto nivel”. Junto a un Fujinon XF 23 F/2 forma un conjunto muy difícil de batir. Fuji también ha sacado un modelo de iniciación mucho más básico y económico pero con la misma filosofía: la X-T100.
- Olympus OM-D E-M5. Sin llegar al precio de las full frame de Sony, y con un sensor 4/3 en lugar de APS-C como la Fuji, la otra gran alternativa es Olympus. He tenido ocasión de probar bastantes modelos pertenecientes a mis alumnos y todas me han transmitido muy buenas sensaciones (además de ofrecer una calidad de imagen muy alta, especialmente cuando la luz no escasea). Además de la E-M5 también puedes echar un vistazo a su hermana pequeña, la Olympus OM-D E-M10, ambas vienen con un pequeño zoom.
Accesorios
Aunque todo empieza con ella, no todo es la cámara. Hay algunos accesorios que pueden hacer la vida del fotógrafo de calle mucho más sencilla.
- Bolsas y demás:
- Mochila Eastpack Tutor 39L. Me gustan las mochilas, pero no tanto las mochilas de Fotografía, se nota lo que llevan dentro y además suelen ser voluminosas y pesadas. Así que siempre llevo esta Eastpack, la uso a diario (no exagero: no solo se va en todos mis viajes y cursos, es la misma que empleo para ir al gimnasio y a trabajar fuera de casa) y lo aguanta todo.
- Riñonera Eastpack Doggy 3L. Cuando solo llevo la cámara, un par de baterías y la documentación, me apaño perfectamente con esta riñonera que suelo llevar en el pecho de manera que siempre tengo todo a mano. De la misma marca que mi mochila; si algo funciona no hay por qué arreglarlo.
- Bolsa bandolera Lowepro Streetline . Mi otro formato favorito es una bolsa para llevar cruzada en la que además de la cámara puedo llevar el portátil, libros y libretas de esas que no gritan a los cuatro vientos que eres fotógrafo. Me ha gustado especialmente este modelo de Lowepro que también está disponible en tamaño de 28 y de 36 centímetros.
- Correa BlackRapid RS4. A nadie se le escapa que las correas que vienen con las cámaras son de todo menos cómodas y discretas. Para no castigar nuestro cuello (sobre todo si la máquina es una pesada réflex) lo mejor es recurrir a una correa cruzada con mosquetón como esta de Blackrapid, una inversión en comodidad que se traduce en más horas de fotos en la calle. También disponible en versión más sencilla y para la muñeca (ideales para cámaras sin espejo).
- Monitor Benq SW240. Un monitor de buen tamaño es otra inversión en comodidad y ergonomía que puede ayudar a trabajar más y mejor. He hecho un análisis en profundidad en video para que conozcas mejor este modelo de Benq. Si prefieres más tamaño y resolución, quizás quieras echar un vistazo a la versión de 27 pulgadas y 2K.
- Tableta gráfica Wacom talla S. Otra herramienta que puede facilitar muchísimo el flujo de trabajo y además por un coste mucho menor que el de un monitor es una tableta que sustituya al ratón, el gesto de sujetar es mucho más cómodo y además las tareas repetitivas se hacen de forma más sencilla y rápida. Llevo mas de 10 años (y encantado) con una unidad de tamaño A5 como la del enlace pero si quieres algo mayor puedes optar por la talla M. Las dos incluyen conectividad Bluetoothm para ayudar a despejar la mesa de cables.
Formación y experiencias
Si hay otra manera para crecer como fotógrafo además de patear mucho la calle y estudiar los mejores libros, es unirse a un grupo para empaparse de conocimientos, practicar codo a codo con otros y aprender a seleccionar y analizar tus imágenes más interesantes. Eso es precisamente lo que hacemos en mis cursos de Fotografía tanto dentro como fuera del país. Será un placer que te unas o regales una de estas experiencias a quien quieras (te enviaré una tarjeta personalizada con su nombre), contacta conmigo a través de este formulario para ampliar detalles o deja tus datos aquí para estar al tanto de próximas fechas y destinos.
¿Y tú qué? ¿Eres de los que espera a estas fechas para regalar o regalarse algo relacionado con la Fotografía callejera? ¿Qué elemento de esta lista “te pides” tú? Cuéntame a través de los comentarios.
Gracias por leerme y por compartir esta entrada en tus redes.
Hasta pronto.
Jota.
Libro de Fotografía: El Uno El Otro, Alisa Resnik
Hay libros de Fotografía que te atrapan desde el primer momento, con algunos pasa incluso antes de que lleguen a tus manos. Eso me sucedió con El Uno el Otro, un trabajo premiado en el European Publishers Award for Photography al que le tenía echado el ojo desde que lo vi por primera vez, ni siquiera recuerdo dónde. Es obra de Alisa Resnik, nacida en San Petersburgo en 1976, formada en Berlín y Bolonia y alumna entre otros de Anders Petersen y Antoine D´Agata (algo que se nota).
Voy a contarte mis impresiones sobre este libro, aunque quizás me haya quedado corto al tratar de expresar la atmósfera y las sensaciones que transmite.
Estructura y forma
El Uno el Otro mide casi lo mismo que un A4 (19,5 x 26,5 cm) y tiene 120 páginas. Está encuadernado en papel con imágenes de su interior en la portada y contraportada, las letras del título son blancas con un ligero relieve y el lomo es de tela negra. El tacto y el acabado son fabulosos.
Se abre con una frase de Enmanuel Lévinas, un filósofo lituano al que he encontrado múltiples referencias en algunas de mis últimas lecturas. Esa cita parece resumir a la perfección el contenido del libro:
El encuentro con un ser humano significa estar despierto por un enigma.
Enmanuel Lévinas.
En seguida nos sumergimos en la noche a través de la primera imagen, que nos hace girar el libro para verla correctamente (ocupa las dos páginas en sentido vertical, esto es, con la página izquierda arriba y la derecha abajo). Las siguientes fotografías también son así y a lo largo del trabajo vamos a alternar esa orientación con la habitual.
Todas las imágenes son a sangre sin márgenes ni espacios en blanco, a lo sumo acompañadas de una página completamente negra. El tacto de las hojas cambia constantemente de suave a ligeramente áspero, lo que hace que la experiencia vaya mucho más allá de lo puramente visual.
El libro se cierra con un poema de Will Carruthers (Los Relojes se Detienen) y un fabuloso texto a cargo de Jeremy Mercer (escritor y periodista canadiense) que recurre a la mecánica cuántica para describir este trabajo.
(…) porque, a la hora de la muerte,
también muere un poco el futuro,
y sería justo
que, a veces, el mundo
aguantara la respiración
por un momento,
para recordar lo que era.
Will Carruthers.
Contenidos
Las fotografías de El Uno el Otro corresponden a San Petersburgo, ciudad natal de Alisa, y a Berlín, a donde emigró en 1990. Están tomadas de noche en la calle y en espacios cerrados (cafés, hoteles, descansillos de escaleras) en los que nos cruzamos con gente de aspecto frágil. El frío del exterior contrasta con la intimidad y cercanía física y psicológica de los retratos de personas que aparecen ante nosotros completamente expuestas, vulnerables.
En este libro hay un poso de dolor, una permanente sensación de soledad e incluso de desesperación. Las personas en las fotografías parecen rotas o a punto de romperse. Pero por encima de todo hay un encuentro frente a frente con el otro, una conexión íntima a través de las imágenes de Resnik, para quien la cámara solo es la herramienta. Podemos intuir la complejidad de quienes tenemos delante, podemos empatizar y a la vez reconocernos en ellos.
La escasa luz y la maestría de la fotógrafa convierten cada captura en una pausa para detenerse e intentar comprender qué hay en realidad frente a nosotros. Los demás no son solo otras personas, los espacios no son solo lugares.
La última fotografía muestra un espejo en el que solo se refleja la oscuridad…
Así que recorres el mundo buscando momentos que poder detener y convertir en el acto de la percepción, buscando una revelación, buscando un espejo … Siempre buscando un espejo…
Alisa Resnik/ Kirill Alexeyev
En definitiva
No he encontrado muchos libros que me hayan transportado a un lugar y que me hayan hecho sentir la cercanía de los personajes retratados como lo ha hecho El Uno el Otro de Alisa Resnik. Casi puedo verme allí, frente a esas personas bañadas por una luz que parece sacada de las pinturas de Caravaggio, emergiendo de las sombras para exhibir su fragilidad, consiguiendo que sea (todavía más) consciente de la mía.
Este es uno de esos trabajos que muestran el poder de la Fotografía para hacernos ver mucho más allá de lo obvio y acabar mirando también hacia nosotros mismos.
Para saber más
- Título: El Uno el Otro.
- Autor: Alisa Resnik.
- Editorial: BLUME.
- Año de publicación: 2013 (Premio European Publishers Award for Photography, 2013).
- En una frase: un paseo de noche plagado de encuentros y de lugares que te transportan a otro lugar y a otro tiempo.
- Dónde conseguirlo: Compra tu ejemplar de El Uno el Otro en un par de clics.
- Bonus: página de la web de Alisa Resnik dedicada al proyecto.
Reseñas de otras grandes obras que no deberías perderte
- Valparaiso, Sergio Larrain.
- Rimas de Reojo, Alex Webb y Rebecca Norris Webb.
- The Americans, Robert Frank.
- Minutes to Midnight, Trent Parke.
- Peter, Carma Casulá.
Recuerda que todos los libros que han pasado por el blog están en esta página.
¿Qué te parece El Uno el Otro? ¿Conoces algún trabajo similar que te gustaría recomendarme? Ahí tienes los comentarios, me encantará conocer tus impresiones.
Gracias por leerme y por compartir esta entrada entre tus contactos.
Jota.