Ya hemos hablado por aquí de que hay al menos dos formas de hacer Fotografía callejera: una consiste en moverse sin parar cambiando constantemente de lugar y saliendo a la caza de imágenes, la otra en encontrar un espacio con posibilidades y esperar a que suceda algo o alguien que le de sentido.
Hoy te cuento cómo hice una foto que encaja a la perfección con la segunda categoría, lo que algunos llaman comportarse como un pescador. En cierta forma esta imagen (que sucedió durante uno de mis cursos de Fotografía, en Madrid) aúna mis dos disciplinas favoritas, la calle y el retrato.
Contexto
Durante los talleres no suelo hacer fotografías, me cuesta mucho concentrarme en las imágenes que pueden estar surgiendo a mi alrededor porque me mantengo atento a los alumnos que, aunque disponen de tiempo y margen para fotografiar con libertad, siempre pueden acercarse a consultar o discutir una situación concreta en cualquier momento.
Por eso no es casualidad que esta captura suceda durante la última hora de la práctica en las calles, con el grupo ya completamente autónomo y poco antes de comer y volver al aula para escoger y analizar las mejores imágenes.
El lugar es la Cuesta de Moyano (en realidad Claudio de Moyano), al lado del Jardín Botánico, y lo que ves al fondo es una de las muchas librerías que ocupan el margen derecho, según sales del Parque del Retiro.

La imagen
Composición
Es domingo por la mañana y hace sol, así que la Cuesta de Moyano está a rebosar de gente.
Cuando bajas por esa calle lo normal es hacerlo entre las librerías (pequeñas casetas de madera) y los mostradores llenos de libros que hay frente a ellas, como a cuatro metros. Eso está bien para asomarse al interior o para ver los libros expuestos buscando el hueco entre el resto de compradores. Pero si quieres fotografiar y evitar que el encuadre se convierta en un caos lo mejor es caminar por el exterior de las mesas, justo en el centro de la calle y apuntar hacia las casetas.
Aún así es complicado componer una imagen fácil de leer. En una situación como esta tiene más sentido localizar un lugar con potencial y esperar que suceda algo (o alguien). Por cierto, si optas por aguardar sigue vigilando con el rabillo del ojo tu entorno, nunca sabes qué va a suceder justo donde no estás mirando.
Encuentro una mesa delante de una caseta con un toldo anaranjado sobre el que se proyecta la sombra de un árbol. Justo en el borde hay un par de libros del mismo color que el toldo. En uno de ellos se lee “catecismo”.
Decido intentar una fotografía en vertical para “conectar” las dos zonas de color similar y de paso dejar fuera la mayor parte de las distracciones. Me quedo un rato por allí esperando que suceda algo que dote de sentido a la imagen de forma.
Entonces aparece él, elegantemente vestido (como de otra época), su porte me llama la atención y pienso en que podría encajar en el escenario. En un momento se queda solo, sigue atento a los libros y no me presta atención. Levanto la cámara lentamente, encuadro y, justo cuando estoy a punto de pulsar el botón de disparo hace ese gesto mezcla de interés y extrañeza.
Clic.
Técnica y ajustes de cámara
Si has leído la entrada con mis ajustes para Fotografía callejera esta parte no va a sorprenderte: llevo la cámara ajustada en modo prioridad a la apertura (he hecho un video en el que te cuento cómo aprovecharlo en solo un minuto) y diafragma f/8 para obtener una buena profundidad de campo (aquí puedes profundizar sobre ese concepto).
He fijado el ISO en 400 (aunque es un día soleado me gusta llevar un poco de margen por si de repente cambia la luz) y he recurrido a la compensación de exposición para oscurecer un poco las imágenes y evitar que se quemen las luces (que las partes más luminosas salgan sin detalle). La medición de la luz está en matricial (o evaluativa), que recomiendo siempre que se usa un modo de prioridad.
En definitiva
No deberías renunciar a una forma de hacer Fotografía callejera frente a otra, te recomiendo que pruebes ambas según tu estado de ánimo, el entorno y lo que te apetezca hacer en cada momento (al fin y al cabo se trata de disfrutar con lo que hacemos). Aún así como consejo te diré que si un día las cosas no acaban de fluir pruebes a hacer justo lo contrario de lo que estás haciendo, a veces nos empeñamos en cazar cuando la situación puede beneficiarse de una actitud más pausada y de espera.
Cuéntame: ¿qué sueles hacer? ¿Cuándo te mueves y cuándo aguardas? Me encantará conocer tu experiencia.
Gracias por leerme y por compartir esta entrada entre tus contactos.
Jota.
Me encanta esta foto y su gesto. Yo me identifico más con el modo pescador ;)
Lucía
Hola Lucía! Me alegra que te guste la foto! :) Me gusta lo que consigues en modo pescador. :)
Saludos desde la terriña.
Jota.
Yo claramente soy más cazador que pescador. Para pescar me falta paciencia y nunca se cuanto más tiempo tengo que esperar / desesperar…
Me llevo la cámara conmigo haciendo mi vida por la calle (en ocasiones en compañía) y disparo aquello que me sorprende.
Reflexionando con lo que se comenta en esta entrada, creo que deberé profundizar más en la faceta de pescador, lo que si que requiere echarse solo a la calle.
Hola Álvaro! Gracias por compartir tu experiencia, ya me contarás cómo te va como pescador… ;)
Saludos!
Jota.
Yo desde luego soy más cazador que pescador. En ocasiones después de andar un rato me paro y espero algo, pero siempre acabo por continuar y seguir cazando. Me plantearé más seriamente ir a pescar.
Hola Javier! Es algo que puedes ir alternando, según la situación y el día que tengas. Lo importante es disfrutar, eso seguro. Saludos!
Jota.