
¿Más de siete años con este blog, más de cien cursos de Fotografía tanto dentro como fuera del país y todavía no te he contado por qué me apasiona la Fotografía callejera? No tengo perdón.
Y eso que es algo que cuento a menudo cuando me invitan a una charla abierta al público. No sé cómo ha podido pasar, pero te pido disculpas.
Y ahora, después de guardar la fusta, permíteme que lo solucione contándote por qué esto de hacer fotos en la calle me tiene tan enganchado desde hace años. Y por qué no se me va a pasar.
Hasta ahora he encontrado cinco buenas razones pero no descarto descubrir alguna más, quizás precisamente gracias a ti y a tus comentarios al final de esta entrada.
Inmediatez
No voy sobrado de paciencia. Si tuviese que prever cada salida por adelantado, consultar el parte meteorológico, planificar y preparar el equipo, levantarme a horas intempestivas o conducir cientos de kilómetros cada vez que quisiese disfrutar con la cámara estoy bastante seguro de que la pereza acabaría ganando la partida.
Admiro a quienes hacéis fotografía de paisaje, noctura, macro y demás disciplinas que requieren tanta preparación y tanto tiempo. Pero yo necesito algo que pueda practicar a solo unos minutos de casa y esté donde esté.
Si bajo a hacer la compra llevo la cámara, si voy a El Muelle a tomarme un café (ahora mismo escribo estas líneas en mi mesa favorita, a salvo del calor en Santiago de Compostela) mi cámara está conmigo, si me acerco a un parque a estirar las piernas la llevo en un bolsillo… Nada de esto me asegura buenas fotos pero sí que si surge una ocasión al menos podré intentarlo.
Estoy a diez minutos de casa, no he tenido que preparar nada y además esto me hace mirar de otra manera…
Mirar con otros ojos
Caminamos a diario por las mismas calles, nos cruzamos con la misma gente, doblamos las mismas esquinas, pasamos ante los mismos escaparates…
Y sin embargo muchas cosas son diferentes cada vez. Un cartel que ayer no estaba, un coche rojo donde antes había uno negro, distinta luz a distintas horas y en distintas estaciones, gestos que no se repetirán nunca más…
Llevar una cámara encima es una excusa perfecta para mirar el mundo que nos rodea de una forma diferente. Para fijarse no solo en las cosas sino (sobre todo) en el aspecto de las cosas y así encontrar imágenes que quizás nadie más ve, pero que quizás a alguien más le guste ver cuando se las mostremos.
Y hablando de excusas…
Observar a los demás
Me interesa la gente. Mucho. Y eso que soy una persona bastante introvertida (la timidez se me ha ido pasando, esa es la verdad, aunque todavía aparece de vez en cuando). Pues bien, la Fotografía callejera también se ha convertido en una excusa para observar a los demás.
Para observarte. Para observarnos, incluso (me incluyo). Para saber un poco más de esto que llamamos vivir. Para intentar aprender.
Ya lo dijo un maestro.
Mira fijamente, curiosea, escucha, pon el oido a escondidas. Muere sabiendo algo. No estás aquí por mucho tiempo.
Walker Evans.
Hago fotos, sí, pero sobre todo observo.
¿Te has parado a pensar cuánto tiempo de verdad dedicamos a hacer fotos cuando estamos en la calle? Pista: cada disparo se mide en centésimas o milésimas de segundo… Volver a casa con 200 fotos hechas a 1/250 supone haber disparado menos de un segundo (0,8 segundos, para ser exactos).
El resto del tiempo miramos. Y yo, aunque intento hacerlo obligándome a ver sobre todo el aspecto de las cosas no puedo evitar fijarme también en cómo funciona el mundo.
Adoptar una postura ética
Soy un privilegiado y lo sé. Hago lo que me gusta (ya te he contado cómo, contra todo pronóstico, he acabado haciendo esto), conozco a mucha gente, aprendo a diario de ellos, de vosotros y de la Fotografía, vivo donde quiero vivir y viajo constantemente…
Todo eso hace que me sienta afortunado y a la vez muy responsable de lo que hago y cómo lo hago. Eso incluye, claro, las fotografías que muestro.
No pido permiso para disparar, hacerlo echaría por tierra la mayoría de las situaciones que me hacen llevar la cámara al ojo, pero como te contaba en una entrada dedicada a mis líneas rojas en Fotografía callejera, sé que nunca haré conscientemente una foto que deje a nadie en mal lugar. Si la hago no la mostraré.
Te pondré un ejemplo de qué estoy hablando.
No condeno las fotos de mendigos pero no son para mí: raramente interactúo con los sujetos de mis imágenes, así que sería demasiado fácil dirigir mi cámara hacia alguien en esa situación, disparar y seguir con mi día. ¿Quieres mostrarnos a gente con una vida difícil? Siéntate con ellos un rato, preocúpate por saber y entender, muéstrales el respeto que merecen y entonces pídeles permiso para fotografiar, si aún quieres hacerlo. Es lo mínimo que, desde nuestra posición, podemos hacer por ellos.
Que vivamos el mundo como un espectáculo no significa que todo sirva.
Equipo mínimo
Quizás (seguramente) hayas pasado por lo mismo: empiezas a fotografiar y a ampliar tu equipo. Primero la cámara, después un objetivo diferente al del kit (ya sabes, la calidad nunca es suficiente), que si un flash, una mochila más grande (el equipo crece y ya no cabe en la que tenías antes), otro objetivo por si acaso…
Cuando me di cuenta empezaba a pensar que mis fotos no eran buenas porque no tenía más herramientas que me permitiesen afrontar situaciones diferentes.
Me equivocaba por completo: es justo al revés. Ahora salgo a la calle armado únicamente con una cámara que cabe en mi bolsillo (con objetivo fijo, ni siquiera llevo más de una focal) y a lo sumo una batería de repuesto. Cuando me voy de viaje solo sumo un adaptador USB y un cable. Y hago más fotos que nunca.
Menos es más, también cuando hablamos de nuestro equipo para practicar Fotografía callejera. Menos peso, menos volumen y menos decisiones sobre qué llevar equivalen a más libertad para movernos y para crear.
Porque de eso iba todo esto… ¿No?
Cuéntame: ¿por qué te gusta la Fotografía callejera? Compartamos los motivos de esta pequeña adicción, por supuesto no como terapia (yo no quiero que se me pase, ¿y tú?).
Gracias por leerme y por compartir esta entrada entre tus amigos.
Hasta pronto.
Jota.
Hola Jota,
Suscribo totalmente tus razones, las tres primeras son causa de que me este enganchando totalmente a la Fotografía de Calle, cada vez me llama mas el “bicho humano”, así que cada vez rebusco ese ratillo para salir cámara en mano, observar la vida diaria y captar momentos/historias
El gusanillo crece y crece……
Un saludo
Hola Nuria!
No sabes cuánto me gusta ver día a día cómo crece el gusano (nada de gusanillo ya, no nos engañemos ;) ). Un abrazo y hasta pronto!
Jota.
Me encanta la fotografía.
Ya somos dos! (Bueno, en realidad y por suerte somos muchos más!)
Un saludo y gracias por tu comentario.
Jota.
Hola Jota:
Como casi siempre, comparto tus cinco razones. Y añado un par más:
* Aunque consigamos inmediatez, el género nos permite hacer macro, retrato, paisaje (aunque sea urbano) y hasta social (alguna vez me cuelo en las periferías de las bodas, carnavales, etc.). Es un género para disfrutar de la fotografía en toda su dimensión, con el extra que proporciona que las imagenes sean cándidas.
* Es una terapia fantástica para la vida tan estresante que llevamos los que combinamos trabajo a tiempo completo y familia. Durante mis paseos, tengo activados los cinco sentidos en la fotografía. Son momentos de inmenso placer y serenidad.
Espero verte pronto.
Fuerte abrazo
Hola Luis! Muchas gracias por tu aportación, como siempre!
Qué bueno el segundo punto, no sé cómo se me olvidó el poder terapéutico de la foto de calle. :)
Un abrazo y yo también espero que hasta pronto!
Jota.
Hola Jota! Desde que descubrí tu trabajo y tu forma de mirar, he empezado a curiosear sobre este tipo de fotografía que cada vez me está enganchando más. He empezado por tener una lente fija y ligera y eso de llevar poco peso a cuestas es realmente una liberación. Te lo dice una noctógrafa de las que llevan en su mochila sus 2 objetivos, todo tipo de linternas, trípode, pilas, intervalómetro……
Ahora estoy descubriendo otro mundo gracias a tí. Doy paseos por mi ciudad, pequeña pero bella, y con muchos rincones escondidos donde suceden cosas que antes no veía….
Agradezco que compartas tu arte y esperando a formar parte de tu club de la fotografía de calle.
Pd; me encantan tus análisis en instagram sobre las fotografías que compartes.
Un saludo! Y espero algún día llegar a plasmar mi alrededor como tú lo haces, aunque sea un poquito.
Hola Lourdes!
Antes de nada, gracias por tu comentario y gracias también por contarme lo que te “ha pasado” con la fotografía de calle a través de mi trabajo. Me encanta que haya sido así y me siento muy orgulloso por ello. No sabes cuánto agradezco que me lo cuentes. Por cierto, ya queda muy poco para arrancar con el club, lo prometo!
Un saludo y me encantará ser testigo de tu evolución! :)
Jota.
Hola
Suscribo totalmente tu artículo. A mi también me ha enganchado y me ayudado a ver lo que me rodea con otros ojos, más despiertos, más abiertos. Vamos como autómatas por este mundo y no nos paramos a ver lo que sucede alrededor. Resulta gratificante cuando muestras una foto y alguien que iba a tu lado te comenta ” pero cuándo ocurrió eso que yo no lo vi?”
Supongo que este despertar de los sentidos y esta toma de conciencia de lo que nos rodea es lo que nos atrae a todos. La atracción de poder contar historias, de descubrir historias.
A mi me ha enganchado y buena parte de ello es tu culpa…..así que aquí seguimos, leyendo tus artículos y aprendiendo cada día un poquito más.
Saludos
Hola Fabiola!
Me encanta leerte por aquí. Y me alegra que la foto de calle te haya enganchado, y tener parte de la culpa. Me gusta cómo lo describes; sí, se trata de abrir más los ojos y de ver lo que normalmente no vemos.
Gracias por estar ahí al otro lado! Un saludo.
Jota.
Tengo una camiseta con la cara de Bukowski y el siguiente texto:
Find what you love and let kill you
Creo que va encajas perfectamente
Saludos, amigo Jota
Hola compañero. Sí, me temo que lo he encontrado, espero que no me mate. Gracias por acompañarme en esto.
Un abrazo.
Jota.
Me encanta tu trabajo, pero lo que más me gusta es el como describes para que se entienda fácilmente, que lo mejor es observar y transitar por las calles en busca de detalles que cuenten algo por si solos, yo he estado años adquiriendo y empleando equipos de todo tipo, me encanta la tecnología, pero después de más de cuarenta años haciendo fotos, he descubierto la fotografía de la calle y ha cambiado mi forma de practicar la fotografía, gracias a fotógrafos como tú, después de ver vuestros trabajos y oíros contar como trabajáis, me he dado cuenta de que el equipo no es lo importante, la curiosidad, salir a la aventura de encontrar algo, puede ser adictivo; ahora solo llevo pequeñas cámaras (solo en el tamaño) que he adquirido de segunda mano y ópticas fijas, me reto a mi mismo a usar el mismo objetivo durante días, esto me obliga a poner más interés en el encuadre, y lo que me tiene enganchado es la búsqueda de la luz para que forme parte de la composición, he estado 40 años sin prestar atención a la luz!!!
Gracias por abrirme los ojos y por compartir vuestro trabajo y vuestra experiencia.
Un fuerte abrazo
Hola Miguel! No sabes cuánto me alegra eso que compartes conmigo, me siento muy honrado de contribuir a que disfrutes de la fotografía de calle de otra manera. Tal y como me lo cuentas, te auguro muchísimos ratos de diversión y fotos muy interesantes…
Gracias a ti, de corazón, por contarme. Aquí estaré para lo que necesites. Un abrazo.
Jota.
Buenas tardes Jota, ten por seguro que te seguiré, espero no para de aprender nunca y seguir disfrutando viendo tus trabajos y practicando.
Un abrazo
Hola Miguel, pues será un verdadero honor que lo hagas. Aquí estaré, al otro lado. Un saludo!
Jota.